O2

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—¡O-Oye, déjame ayudarte!—

El rubio se acercó a pasos rápidos al azabache y el se giró a verlo.

—¿Qué quieres?—preguntó.

—Estas llevando todo, déjame llevar algunas cosas—dijo nervioso.

Vaya, al final lo estaba mirando a la cara.

—Toma—le extendió dos bolsas de las 4 y sus dedos tuvieron otro roce.

'siempre eres tan amable, ya veo porque a los chicos les gusta'

Dios, están difícil tener voces en la cabeza.

Siguieron caminando y llegaron a la casa de Tweek otra vez.

Allí estaba Clyde esperando.

—¡Oigan, vinieron!—sonrío.

Craig le dio las bolsas que el cargaba y luego entró a la casa.

—¿No vienes, Tweek?—preguntó mientras también entraba.

El adolescente respiro profundo y entró.

Allí vio que la fiesta tranquila que vio al salir se transformó en las típicas que salen en la televisión.

Todos se besaban por todos lados, temió internamente que el segundo piso también haya sido invadido por estos hormonales.

Subió las escaleras lentamente, preparándose para ver cualquier imagen asquerosa.

Entró primero al cuarto de sus padres y se sintió terriblemente aliviado cuando vio que todo estaba en orden. Pero luego escucho ruido en otra habitación, vio que era en el baño.

Tocó la puerta y no hubo respuesta, tocó más fuerte.

—¡Salgan ya!—grito molesto.

—¿Acaso no tienen dinero para ir a un hotel, eh? ¡Yo no tengo la cul—se detuvo al ver que la puerta se abría y vio a un rubio con chamarra naranja sonriendo.

—¿Qué pasa, hombre? ¿No puedo usar el baño ya?—

—¿Quién más está dentro?—preguntó ya que no se quitaba de la puerta.

—No hay nadie más, ¿por qué la pregunta? ¿Quieres entrar tú?—se rio ligeramente.

—Se que estas con alguien, quítate—intentó quitarlo con su brazo pero el otro rubio se quedó inmóvil.

—No hay nadie lindo, ¿no me crees?—se acercó a la cara de Tweek y Tweek sintió un olor asqueroso al instante.

—Apestas a mierda, ¿que carajo hacías adentro?—preguntó molesto.

—Nada importante, rubio—sonrío e intentó acercarse más pero Tweek se apartó.

—Lo diré por última vez, sal del camino—dijo ya irritado, parecía estar hablando con una persona drogada.

Ya no aguanto y lo agarro de su chamarra y le gritó.

—¡Vas a dejarme pasar o si no..!—antes de que pudiera terminar de decir sus palabras, un gato salió del baño.

Tweek lo miró irse y luego miró al rubio.

'no puede ser, ¿es lo que pienso..?'

En ese momento, alguien habló.

—Quitense, necesito usar el baño—la monótona voz se le hizo conocida a Tweek y, giró, efectivamente, era Craig.

Soltó al otro rubio que no paraba de no sonreír.

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