Melifluo [vkook]

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Pequeñas lágrimas comenzaban un recorrido matutino por las mejillas de un chico de tes canela. Era el comienzo de una mañana que aseguraba no ser muy buena.
Taehyung despertó de la peor forma que se le ocurriese, con resaca y con un sueño de un hombre del pasado, pasado que deseaba enterrar, pasado que cada día lo recordaba al mirarse al espejo con asco, era insuperable pero se decía así mismo que eso no importa y que él debía ser fuerte.

Pero días como este, en donde predomina el mal estar y la resaca siempre se pregunta ¿Por qué debería ser fuerte?, le arrancaron sin permiso toda la confianza que tenía en si mismo, dejando dolor, dejándolo con un trauma que no merecía, es más, ni la peor persona debería de sufrir un trauma de tal magnitud.

Revisó el celular y en el momento notó los mensajes de sus colegas, por un lado estaba Namjoon, quien le decía que debía recoger su auto en el bar de a noche, ¿qué bar? se preguntó acompañado de una mueca de disgusto. Por otro lado tenía noticias de su manager respecto a la exposición del día anterior, estos últimos mensajes los ignoró.

Se sentía pesado, el aroma a petricor rodeaba la habitación, y cuando posó su vista a las ventanas con las cortinas a medio abrir, se dio cuenta de las nubes grises que adornaban el cielo, la lluvia acompañaba a su sentir, al parecer sus emociones se habían puesto de acuerdo con el clima para una pequeña tortura. Respiro ondo...una...dos..y las veces necesarias hasta que decidiera empezar el día.

Vestía una camisa negra con detalles rojos, un pantalón negro de vestir, se sentía cómodo, quizás no era una vestimenta adecuada para la lluvia, pero lo bien que se veía nadie se lo sacaba, al rededor de las diez de la mañana decidió ir a aquel bar, y pedir disculpas según Namjoon, ya que "hizo el ridículo con el dueño del bar". El recordaba a un chico joven atender esa noches, unos tres o cuatro años menor que él, pero a fin de cuentas, muy joven para ser dueño de tal bar.

Hombre, te ves demasiado formal para una disculpa- Dijo un sonriente Namjoon, marcando sus hoyuelos.

No es solo por la disculpa, tengo que ir a ver cuanto se recaudó ayer con mis trabajos- Suspiró grande siguiendo a su amigo, quien lo llevaría al bar en su auto- Después de dejarme tenes cosas que hacer?

Te recuerdo, mi querido amigo, que empecé a trabajar los sábados en una bibloteca- Mencionó orgulloso mientras ponía en marcha el auto-

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Con una conversación variada, llegaron al bar, era totalmente diferente de día, las paredes que se veían azul marin por las noches en realidad se trataba de un turquesa medio, no tan oscuro pero no muy claro, Taehyung pudo divisar más detalles que no pudo ver por culpa del alcohol, como las servilletas blancas con estampados de una ballena celeste, tasas de colores suaves, en general el lugar tenía muchos colores, pero no eran saturados, eran más bien suaves que iban con el ambiente, para ser un lugar en donde dominaba una escala de azules, era bastante cómodo a la vista, los empleados usaban unos delantales de líneas verticales blancas y celestes, con una pequeña placa con el nombre de cada uno, en general el bar se veia armonioso. Al ingresar al lugar, un aroma dulce recibía a los clientes, acompañados de los saludos, en este caso, matutinos de una especie de recepcionista. Todo tipo de personas visitaban el lugar, parejas adolescentes, ancianas con sus nietos, estudiantes y más, por la ubicación, Namjoon y Taehyung se dieron cuenta que el lugar estaba cerca de varias universidades y secundarias, por eso la mayoria de la clientela eran jóvenes, era un lugar de descanso por las mañanas y de noche era casi como un club. Una combinación no muy vista.

Tienes que entrar y preguntar por Jungkook, él me ayudó a guardar el auto en la parte trasera del local-Dijo el mayor una vez que dejaron de impeccionar el lugar.

¿Y quién es Jungkook?-

Es el chico al que te declarante anoche, le pregunté como se llamaba-

E

n el mostrador se encontraba una señora rondando los 48 o 50 años, sonrienteme atendió a Taehyung, aunque la señora se veía exactamente como la clase de persona que él detesta, al parecer todos en ese lugar se veían de ese modo, tan..

¿En qué puedo ayudarte muchacho?-

Buenos días, estoy buscando a Jungkook, ¿sabe si puedo hablar con él?- Respondió con una sonrisa falsa.

Oh Jungkook, él no está hoy, si es urgente te paso su número- Dijo la señora, acompañando sus palabras con una pícara sonrisa.

No se preocupe doña, solo necesito buscar mi auto que él guardo en la parte trasera del local-

Ah! se quién es usted!- Contestó la señora con una notable emoción- Jungkook me aviso de que un castaño peculiar iba a venir.

¿Peculiar?- Miró dubitativo a la señora de un metro sesenta.