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Ok, demasiado drama, ¿No? Pues bien, cuando Hirai Momo decía o prometía algo, lo hacía costara lo que costara, y bien no chistó nada cuando la prensa comenzó a sacar lo del embarazo de Nayeon como pan caliente, la gente comenzaba a dar sus opiniones, la mayoría encontrada, pero bueno, era un cincuenta y cincuenta, también se tragó su orgullo al notar que ni su padre ni Seung ni la misma Nayeon parecieran notar que la nena también era de ella, pero igual Momo solo miraba y no decía nada.

En cuanto a Nayeon, a pesar de tener un terrible sentimiento encontrado, no quiso decir de una vez que la bebe era de Momo, bueno, que estaba embarazada de alguien que conocía desde pequeña y que nunca había entendido en la vida. Su mejor amiga Jeongyeon que a su vez era por así decirlo su... humm, enamorada, le ponía ese acento de conciencia en cada conversación sobre su falta de confianza sobre su repentino embarazo.

― Vamos Nayeon― le decía Jeongyeon mientras cenaban en un fino restaurante en Seúl ― Dime, ¿Por qué me ocultaste tus planes de embarazarte?

― Ya sabes, es un estudio, es raro... Pero así es... No tienes que, ya sabes, es mi decisión...― Jeong la miró molesta.

― Pero soy tu mejor amiga Nayeon, sabes que te apoyo, es más, sabes que me muero por ti, yo hubiera dado el óvulo, no sería de alguien que no conoces ― la castaña miro su vientre, ya eran 6 meses de lo mismo, estudios, muestras de sangre, a Jeongyeon como su conciencia y esa confesión de su amiga no le caía nada bien.

― Jeong, ya te lo dije, quiero a esta bebe así, no quiero que seas su madre, sé que se escucha muy egoísta, pero así lo quise, deja ya de decir que me amas, sabes que yo no te amo — Yoo no dijo nada por unos momentos y luego sonrió.

― Sé que no me amas, gracias por tu sinceridad, pero algo me ocultas, de hecho es algo que le ocultas a medio planeta. ¿Sabes? Eres buena psicóloga, pero eres mala para mentir, el mundo entero especula que sabes quién es la madre de tu hija ― dijo despreocupada, Nayeon se impacientó.

― Si es así, es mi problema, por favor dejemos eso, que desde que tengo que andar con un millón de guarda espaldas me calló las especulaciones, no necesito que tú las inicies.

― Ok... ― dijo sonriendo ― ¿Ves? Con eso me has contestado, así que sabes quién es su otra madre, genial, ¿Es tan mala la persona que ni ha intentado dar la cara al mundo para que dejen de molestar con eso que es un fraude? ― Nayeon tragó saliva y no precisamente por lo que escuchó, sino porque acababa de ver entrar a Momo, con cara de cansancio, y ¡Oh por Dios! Se acercaba a donde ella estaba, tenía mucho tiempo de no saber nada del huracán Hirai, intento parecer tranquila.

― No es asunto tuyo Jeongyeon, ¿Pides la cuenta? Tengo mucho sueño, debo descansar he trabajado mucho ― la alta miró a la castaña, y asintió, pero notó que los ojos de Nayeon estaban nerviosos.

― Esta bien, ¿Qué es lo que miras?

― Nada ― dijo la castaña, poniendo el menú descaradamente en su rostro.

― Nayeon, ¿Estas bien?

― Solo pide la condenada cuenta... ― demasiado tarde, Jeong vio a la pelinegra sentarse en la mesa que estaba detrás de las dos.

― A que no sabes, Hirai Huracán Momo ha entrado, seguro viene a verse con alguna de sus amantes ― El comentario fue escuchado por Momo que reconoció a Jeongyeon, y a su vez logró determinar que ese cabello de chocolate era el de Nayeon, la castaña deseó que a su amiga le cayera un rayo.

― Jeongyeon, me haces el favor de pedir la cuenta, debo irme a descansar.

― Claro, no quiero estar cerca de Hirai ― dijo ésta sin intentar bajar la voz despreocupada y presuntuosa que tenía. La pelinegra se enfureció.

¡Eres su madre! (NaMo Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora