El inicio del final.

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Yixing llego a su cas esa tarde, cansado y agotado de todo.

La única manera que tenía para no pensar a cada momento en Baekhyun era estar de cabeza en la universidad, trabajar de más y hacer su trabajo social con Dara. Y aunque la mujer era verdaderamente estresante y asfixiante, era mejor que pensar en Baekhyun y el dolor que le generaba saber que ya no estaba con él.

Baekhyun era su primer amor, y el único. El lo amaba como no pensó amar a nadie en algún momento.

Cuando eran unos adolescentes no pensó que podría llegar a tener ese sentimiento por otra persona, por que esa clase de amor solo la había visto en las historias de los libros o en las películas. Sin embargo ahí estaba, enamorado hasta los tuétanos de uno de sus mejores amigos.

Él no solo amaba a Baekhyun, el lo respetaba, admiraba su desempeño y su visión de vida, el chico tenía metas y sueños, que a su vez lo inspiraron a él. Por que Baekhyun era la inspiración de Yixin, era la energía que lo hacia despertar cada mañana y su motivación.

Yixing ya había imaginado una vida junto a Baekhyun, una vida en la que compartirían cada una de sus sueños y al final los harían realidad, se casarían e irían a vivir a un lugar con Seúl, adoptarían a un perro y después se harían padres. Y no era que Yixing fuera un soñador empedernido, no, pero lo que sentía por Baekhyun era tan fuerte, y tan reciproco que no pudo evitar a imaginarse como sería su vida junto a él. Envejecer juntos y seguir amándose tal y como lo hicieron siempre.

Él amaba a un chico independiente, un chico libre y capaz, pero al final, Baekhyun siempre había tenido un poco de dependencia hacia él, y se reflejaba en sus preocupaciones, en sus miedos repentinos y poco comunes con respecto al futuro o simplemente cuando quería ser mimado y tratado como un niño.

Y esa pequeña dependencia hacia que Yixing se sintiera aun más seguro en cuanto a su relación, porque sabia que iba a ser muy difícil que Baekhyun encontrara un refugio tan necesario y adaptado a él en otra persona.

Y sin embargo, todo aquello parecía derrumbarse peldaño a peldaño frente a sus ojos ahora. Baekhyun ya no estaba ahí más, ya no lo buscaba, ya no lo miraba, y no sabía si aun lo amaba. Y eso era lo que más le dolía.

Al fin y al cabo era un compromiso arreglado, él no quería hacerlo, después de atar algunos cabos, entendió por que fue tan difícil para él castaño terminar su relación aquella noche, se estaba obligando a hacerlo. Pero, cuando le conto toda la verdad, vio algo diferente en él, su forma de hablar, sus expresiones corporales.

Baekhyun le había negado amar a Chanyeol, pero eso no quería decir que en el futuro no podía pasar. Y eso estaba aterrorizando a Yixing.

Y tal vez toda esa tensión lo hizo hablar un poco más con Dara, él necesitaba exteriorizar sus miedos y la mujer, aunque insufrible, era la persona con la que más tiempo pasaba. Tambien lo escuchaba y daba consejos sencillos para empezar a sobre llevar toda la situación. Ella lo había escuchado y lo vi llorar aquel día que no pudo contener más el dolor.

El día siguiente a la visita del Bar, donde Chanyeol había cantado aquella canción, que claramente era para su Baekhyun. La manera en la que su castaño se había eclipsado y la forma en la que veía a Chanyeol mientras cantaba había sido demasiado para él, por eso se se fue, no quería seguir viendo como perdía a Baekhyun en una guerra en la que ni siquiera podía defenderse.

Era demasiado para él, estaba viendo como el amor de su vida estaba cayendo poco a poco con otro hombre, y le dolía tanto el corazón, por que Baekhyun empezaba a verse feliz de nuevo, a sonreír con esa hermosa sonrisa que dejaba sus ojos una media luna y mostraba todos sus dientes. Porque él conocía a Baekhyun y sabía que él estaba empezando a pensar en darse una verdadera oportunidad con Chanyeol.

On my way; On my Destiny EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora