A little girl

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Mi madre siempre decía: -Se suponía que el amor te liberaría-

Un día más de estos y llegare a una inmensa locura, el peor día del año, mi cumpleaños.

No hay otra razón para estar de mal humor, envejecer no es algo de lo que se deba orgullecer, mi madre cree que estoy exagerando, piensa que cumplir 16 años solo reafirma mi juventud, ella nunca a entendido que entre más joven más atención recibes, ella nunca lo entendido.

- Vamos Tiff, solo son 16, al menos no te ha salido celulitis.- Sacude a Tiffany-.

- Como tu tienes 13 es fácil decirlo, ya saben que estas cosas no me gustan.

Mi madre solo volteo los ojos como siempre solía hacerlo, si algo me tranquilizaba era el hecho de que en la escuela no lo recordarían. Me levante de la mesa, tomé mi mochila y salí de la casa. Mientras caminaba no pude evitar pensar en porque no podía encajar con las chicas, estaba atenta a los cambios de moda, misma sonrisa, mismo todo y lo único que he logrado son risas y desprecios, quería que este primer día cambiara mucho. Al llegar me detuve un momento para apreciar como Wally mi ex, le manoseaba las nalgas a la flácida de Aurora, la odiaba tanto, su puta inmunidad de popularidad me hace querer decapitarle la cabeza y babear de su sangre.... Debo de calmar estos pensamientos, seguí caminando hasta llegar al salón, todos estaban callados, al parecer el maestro no estaba pero ¿Y ese silencio?

- ¿Qué pasa?

Uno de los chicos de enfrente me miro a los ojos y me dijo con seriedad.

- Tarantino te esta buscando, que las veas en las gradas.

Mire a todos, solo esperaban a que saliera despavoridamente, Tarantino es solamente otra niñita que trataba de encajar hasta que por accidente le provoco un infarto a su madre, decidió que el mejor lugar que podía estar es en la oscuridad. Se aisló junto a otros marginados, asustaba por su aspecto tan punk y negro que se cargaba, nada que ver conmigo, pelirroja, suéteres y pantalones largos, todos pensarían que me daría una paliza, pero yo sabia que no era para eso, sin embargo tenemos algo en común la fascinación a leer, ya nos habíamos cruzado en varias bibliotecas, nuestras miradas se ubicaban en los diferentes libros que cargábamos, a diferencia de muchos ella nunca se metió conmigo, al llegar a las gradas se encontraba con sus otros dos frikis.

     -Feliz cumpleaños, Valentine.- Pude notar que en sus manos tenia un regalo, mientras se balanceaba y con una gran sonrisa.

     - ¿Cómo sabes de mi cumpleaños?

     -No pude evitar revisar algunos documentos de la oficina del director, espero que te guste.- Extendió sus manos con el regalo y la sonrisa se volvió más grande.

Ya no quise decir nada, solo tomé el regalo.

   -Por cierto, no te he presentado a mis amigos verdad, la hermosa pelinegra que tengo a mi lado es Harmonie y bueno el lindo "cara de bebe" es Gary.- Gary solo levanto la mano y Harmonie solo sonrió.-

     -Mucho gusto, Tarantino, ¿Qué es lo que necesitas? Se que no es esto lo cual me llamaste.

     - Bueno si vamos a ser directas....Creo que tienes mucho potencial para pertenecer a lo que estamos construyendo, te he visto intentar encajar, no somos tan distintas, no desperdicies todo tu año intentando ser falsa y tan poco original.

       -Es interesante, pero que me asegura que los demás no se burlaran de mi más de lo que ya lo hacen, es arriesgado andar con ustedes, además no se que planean.

    -¿Alguna vez has visto que nos molesten o si quiera acercarse? Tal vez hablan a nuestras espaldas pero nos importa una mierda, para nosotros es lo de menos.

      -Mira, no lo se, pero dejen me pensar lo y yo les aviso.

   -Perfecto Valentine, tienes 3 días y es todo.- Se fueron alejando poco a poco de mi.-

Era interesante lo que me proponían pero mi madre me asesinaría si me viera con ellos, pero...no es la mala reputación lo que necesito para poder vengarme de la perra de Aurora, pues no se escucha tan mal en realidad. Tras pasar ya varias horas, le daba vuelta al asunto de Tarantino.

     -¿Que te dio la perra de Monica?- Era la perra de Aurora, quien se mostraba enojada.-

     - Que...te...importa, es más Aurora...deberías estar haciendo tus cosas de niña patética, tal vez Tarantino tenga razón...- Me levante de la mesa y me dirigí a la salida.-

El cielo empezó a nublarse, corrí hasta la casa, al entrar me encontré con la sorpresa de que hermana estaba borracha junto con mi madre.

      -¿QUE MIERDA ESTAN HACIENDO?

       - Festejando por ti...querida. - Mi madre se levanto de la mesa para después amenazarme con la botella.-

      -Mierda, Tarantino tiene razón.

     -¿Tarantino? Te hablas con esa perra, era lo ultimo que me faltaba contigo.

     -Ni la conoces...es pura MENTIRA lo que dicen en las calles.

 Mi madre lanzo una cachetada contra mi, me solté a llorar, los ojos de mi hermana cambiaron, las tres no sabíamos que hacer, mi hermana se levanto de la silla, tomo su abrigo y antes de irse simplemente me señalo. Frustrada escupí al suelo y corrí a mi habitación, solo quedaba encerrarme.

Este impulso de culpar a alguien me tomaba, observe a mi alrededor y me di cuenta que todo era falso, que solo era una ilusión lo que quería, nada iba cambiar, si seguía fingiendo que todo estaba bien, arranque todos los posters de audiciones de porrismo, las fotografías de Wally las tire por la ventana, mi ropa la despedazaba todo lo que era moriría y con ello mi ser. Nada seria igual, estaba cansada de todo, caí de rodillas al suelo, lo ultimo que recordare será mi nombre.








Tiffany Valentine  Dolls & BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora