Tiffany Valentine Dolls & Blood

La sangre que cae al suelo

Desperté de un terrible sueño, mi cuarto seguía destruido, nada parecía cambiar a mi alrededor, me levante, observe por mi ventana que era de noche, tomé mi abrigo y salí. Nunca salía de escondidas así que mi madre no sospecharía que estoy afuera, me dirigí a la casa de las brujas que definitivamente se sabe que es la casa de Tarantino. Al llegar note que daba más miedo que lo que esperaba, ya era una casa casi hecha ruinas, no entendía como alguien podría vivir en ese estado tan inmundo.

    - Ya se que es lo que piensas "Como alguien puede vivir en un lugar tan inmundo". -Imitándome.-Ya estamos acostumbrados a tales prejuicios, pero no puedes juzgar un libro por su portada.- Al girar me percate que era Gary, quien sostenía una bolsa y una pizza.

   -¿Necesitas ayuda con las cosas?- Me dio la caja de pizza, era un tipo delgado, pero muy alto de cabello negro, pero con una sonrisa muy macabra.

Abrió la puerta, entre y todo estaba limpio y acomodado a pesar de la falta de muebles, Gary me tomo de los hombros y me llevo hasta el comedor, ahí estaba Tarantino con una gran sonrisa.

    -Tenía razón ¿No?- Se acerco y me susurro.- Vas a estar bien no hay nada de que preocuparse, linda.

Sentí como un escalofrió recorrió mi espalda, deje la pizza en la barra negra de la cocina, me sentía tan hipnotizada por su voz una gran pulsación en mi corazón se hizo presente. Tomo mi mano y me guio al patio, estaba Harmonie encendiendo unas velas.

      -Esto lo llamamos, recarga, es lo primero para pertenecer, así que quítate la ropa, solo quédate en ropa interior.

Nos empezamos a quitar la ropa poco a poco, el frio enchinaba la piel pero sentía una carga menos, en medio había una fogata, entonces Gary recogió mi ropa y la lanzo a la fogata.

    -¿Que? es la única ropa que traigo.

      -Si quieres cambiar, tienes que dejar ir las cargas si te relajas te sentirás más ligera.

Respire hondo y entonces sentí como todo desvanecía, nada de que preocuparme, esto tal vez era lo que necesitaba tanto.

     - No hay nada que temer Tiff, has pasado la primera parte, ahora recuéstate y cierra los ojos y deja ir todo y recárgate con nueva energía.

Me recosté en el frio pasto, miraba la luna, quien me daba luz sobre mi, cerré los ojos, podía sentir que algo recorría mi cuerpo, solté a mi madre, mi hermana, mi padre , Aurora Y Wally.

   - Lo sientes ¿No?- Harmonie tomo mi mano y la apretó.- No es fácil.

Estaba en un estado tan iluminador, abrí los ojos y todo parecía tan diferente, de ser negro a ser rojo, Tarantino me dio la mano, la tome.

     - Ahora por ultimo, te considero leal, pero necesitamos reafírmalo, así que en esta copa de vino, todos aportaran un poco de su sangre para cerrar tu unión en esta familia.-Acerco la copa, todos nos pinchamos el dedo con una aguja, la sangre se mezclaba con el vino.

     -Beban....- Monica entrego la copa a Gary.

Gary dio un sorbo, lo paso para  Harmonie, quien bebió, me lo paso, estaba un poco insegura, pero si ya había hecho lo demás porque temería de esto, le bebi en realidad la sangre no se sentía en el vino, lo pase a Monica, quien se lo termino.  

    - Vayamos adentro, Gary sube la pizza.

Corrimos por las escaleras frías,  al ver que tenia muchas habitaciones, supuse que tal vez tendría que mudarme, llegamos a la habitación del fondo.

    -Esta es la habitación de Harmonie, te haremos una transformación no debe de a ver ninguna señal de quien eras.- Empezaron a sacar ropa y maquillaje.

    -Hey chicas, sobro más vino, lo traje para acabarlo.

Gary dejo todo en el suelo y empezó a vestirse, no era feo pero estaba un poco loco. Hace unos meses Gary se dedicaba a ser problemático en la escuela, nadie lo admitía a los club por ser rarito, su obsesión de molestar, llego a un pequeño descuido cuando le provoco un infarto a su hermana, por una broma que se fue lejos, lo echaron de su casa y Monica lo acogió.

Las chicas empezaron manos a las obras, tenían un estilo medio rudo, pero todo era parte de la fachada, estaba nerviosa por lo que estaban haciendo, pero todo era parte de un proceso de olvidar quien fui.