N/A: Lenguaje explicito.
Entender lo que pasaba por la cabeza de Felix sería como ir en un laberinto, en el cual crees que has encontrado salida para toparte con la pared.
Vivió casi 2 años siendo entrenado para ser un juguete sexual de un depravado, no lo tocaron de manera sexual, pero le hicieron entender lo que debía hacer.
Su mente fue lavada a tal grado que, expresar sus emociones fue algo muy difícil para él, cuando la que para él era su madre, pues de su mente fue borrado cualquier rastro de quien era su madre, no recordaba su rostro, su voz o su aroma, solo recordaba la fría celda. La mujer que crio a Felix cuando fue comprado, tuvo que aprender a entender a Felix, ya que el pequeño no lloraba, no hablaba y no hacía mucho más que lo que se le ordenara, como un animal amarrado a una cadena. Aquello hizo sentir un hueco en el corazón de aquella mujer, pues ella realmente lo amaba, pero también sabía que la manera que había obtenido a su hijo, no era ni legal, ni buena, por lo cual poco a poco lo ayudo, el deseo de venganza fue su principal motivo para seguir avanzando.
Felix se creyó fuerte, se creyó que podía con todo, pero se chocó con la pared más fuerte en ese laberinto que era su mente.
Estaba decidido hacer todo por salir de aquel lugar, cuando miro sus propios miedos ante sus ojos, volvió a ser un juguete y en esa mente distorsionada, con el dolor de los golpes y el ardor de su piel quemada, eyaculo, para después vomitar porque se daba asco. Se odiaba ya lo suficiente para entender que nadie lo amaría más que el juguete sexual que era.
De camino en aquellos pasillos mirando la espalda de Hyunjin, se sintió pequeño, sobre todo asqueroso, nadie debía protegerlo porque era una basura.
—¿Qué pensará si ve el video donde disfrutas ser maltratado hasta eyacular? —fue lo que escucho en un susurro de parte de Lee.
Su cuerpo reacciono empujándolo a la salida. No solo lastimaron a su amigo por su estupidez por creer que era fuerte, si no ahora no quería que Hyunjin supiera lo sucio que estaba. Que supiera que disfrutaba ser herido y que su mente era un maldito caos.
Cuando ambos salieron, su cabeza fue azotada contra la pared con tal fuerza que sintió la sangre salir de esta, un zumbido retumbó en su oído y sintió su cuerpo débil, para finalmente caer en el frío suelo.
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Yacía en la cama de su fría habitación cuando se levantó, se tocó la cabeza y miro que tenía una venda, a su lado estaba un gotero con suero, su cuerpo estaba curado de las heridas, no sabía qué hora era o qué día, miro su celular y vio que habían pasado 3 días.
Miles de mensajes, estaban acumulados en su bandeja, la cual abrió.
Hwang.
Dios, no sé si leas esto, pero necesito que estés bien.Hwang.
Felix, no sé qué pasa por tu mente, pero déjame entenderteHwang.
Dime lo que necesitas, yo te ayudaré.Hwang.
Realmente estoy preocupado.Hwang.
Tenemos un trato debes cumplirlo.Hwang.
El día 25 hay una sesión de fotos, te espero ahí.Los mensajes lo hicieron sentir un vacío, un dolor insoportable en el pecho apretó el celular y lloró, dejando salir dolorosos sollozos.
Su padre abrió la puerta y lo vio.
—Perdí 20 millones por tu culpa, —lo señaló —agradece que estas vivo porque te necesito, porque Dios, ya te hubiera hecho pedazos
Camino hasta a él, saco una inyección y la puso en el suero.
—Parece que eres muy importante para Hwang —el contenido es vaciado, lo conoce bien, la droga que hace sentir en un sueño —necesito que lo seduzca, necesito su dinero.
—No... él no, todos —entre sueños —él no, por favor, úsame a mí, peor a él no...
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Habían pasado ya dos semanas, estaba mejor, o eso pensaba, la verdad es que estaba más delgado con ojeras en los ojos y sobre todo con una dependencia a las drogas.
Su mente rota, no era ni un vestigio del chico que conoció Hyunjin hace casi ya dos meses.
Se colocó la ropa, si la mejor y miro el mensaje de su padre, tomo una pastilla y salió del lugar rumbo a la empresa de Hwang.
Era el día 25, al parecer se haría la última sesión de fotos. Estaba emocionado, estaba eufórico, eso le hacía sentir las drogas. Entro con esos aires de grandeza y todos se quedaron en silencio.
Hyunjin quien estaba en medio, lo miro.
Era 5 kilos más delgado, su piel estaba seca y su sonrisa estaba distorsionada. Dio dos pasos y lo tomo de aquella delgada muñeca.
Lo introdujo a su oficina y lo miró.
—¿No haremos la sesión? —preguntó perdido en su mundo, un mundo fuera de la realidad
—Felix, ¿Qué ocurre? —la voz de Hyunjin comenzaba a romperse —mírame, no puedes hacer la sesión hoy ¿sabes que ocurrió?
—No sé de qué hablas, hoy me has citado para las fotos, ¿necesito más maquillaje o mejor ropa? —Felix había encerrado a su propio yo en su cabeza, ahora estaba el juguete, quien hablaba por él —dime que hacer para que estés contento
Hyunjin abrazo a Felix y se permitió llorar.
—No te voy a dejar ir, no ya no, te sacaré de ese mundo y juro que los destruiré a cada uno de ellos con mis manos —se aferró a ese delgado cuerpo.
No sabía cuándo todo se volvió en aquello, un juego, un divertido trato de sexo libre, se convirtió en una cacería, dos corazones que jamás conocieron el amor, estaban latiendo de la misma forma. Aquella línea que se pusieron así mismo había sido borrada, ahora solo existía ese sentimiento de proteger el uno al otro. Hyunjin deseaba destruir a todos lo que lastimaron a Felix y Felix quería proteger a Hyunjin de los planes de su padre, pero su mente estaba rota. Sin embargo, se aferraba a la idea de que lo único que necesitaba era estar en aquellos brazos que lo sostienen.
Aún con los ojos perdidos en el miedo y el dolor, se humedecieron ante aquel cálido tacto.
Un tacto diferente, un tacto sin dolor de por medio.
Gracias por leer.
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Línea peligrosa // Hyunlix // Adaptación ✔︎
FanficFelix es el playboy y modelo más codiciado del país, tiene la fama de acostarse con quien se le venga en gana, nadie se queda a su lado y nadie lo hace doblarse y rogar. Nadie hasta que llega un CEO que lo cambiara todo, uno muy peligroso. Ambos com...