extra.

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supongo que lo sentí.

lo sentí en cada parte de mí, en mi cabeza, alma y hasta en dónde no tenía nada. lo sentí hasta en lo inexistente, como si él pudiera estar en todas partes.

menos ante mi mirada.

pero siempre fue así.

por eso, tal vez, no lo creí cuándo lo encontre. pensé que estaba escondido, que ese cuerpo no era nada más que una copia para asustarme. pero no sentí miedo, sentí agonía. lo cuál fue gracioso, ¡porque él sólo estaba en la cocina, pintando sus dibujos a crayón y papel!

días después, caí en que esa agonía era la parte que aceptaba su realidad y podría seguir adelante.

la otra no. la otra se quedó en ese baño, en aquella esquina.

observando el cuerpo muerto de mi propio hijo, de la parte de mi corazón que ahora estaba vacía.

     — la mujer que te amará
         eternamente.



a veces desearía haberme ido.

junto con él.

muchas personas me preguntan qué haría para que volviera, si desearía que estuviera aquí. yo digo que no. "no".

lo veía y sabía muy bien que, detrás de esa sonrisa infantil, había un chico que no quería estar en este mundo. que jamás sería comprendido aquí, que jamás se sentiría comprendido.

¿y quién soy yo para retenerlo?

si se quedaba, si lo obligaba, sólo lo estaría torturando. tal como me torturo a mí mismo todos los días.

desde que se fue, me ate a la vida. si él no estaba, yo tendría que hacerlo. mantener el brillo del sol en el rostro de la mujer que me hizo respirar, hacerla vivir en un mundo más haya de 1985.

él se fue, pero estará bien. estoy seguro.

porque, si existe un dios, incluso si fuera vil, nunca le haría sentir mal.

porque estoy seguro que nada podría hacerle tan mal como quedarse aquí.

en este lugar.

incluso a mi lado.

     — jonathan byers.



la luna ilumina las noches de todos.

pero de diferentes maneras.

para mí, will era una luna. una maravillosa luna. yo podía verlo, notarlo, valorarlo. aunque, debemos entender, que no todos lo harían.

algunas personas podrían asumir su existencia, como algo más de nuestras vidas. otros, lo veían, pero se cegaban por el brillo... y algunos otros sólo eran ciegos.

ciegos, pero will seguiría iluminandolos, incluso sabiendo que jamás lo podrían ver.

supongo que will es una luna, y no un sol. el sol no necesita a alguien más para brillar, en cambio, la luna sí. amo a la luna, pero ella es dependiente de otros para mostrarse.

eso no la hace menos hermosa.

que no tenga más brillo que el que le dan otros, no la hace menos hermosa.

pero eso preocupa. will me preocupaba... y a veces, lo sigue haciendo. en las noches, las noches oscuras, me siento a ver a la luna y recordarle que, para mí, podría haber brillar sin el sol... si tan sólo hubiera tenido más tiempo.

     — dustin h.



no podía gritar.

tampoco llorar.

alone ── 𝗯𝘆𝗹𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora