Capitulo 2 - Esa chica necesita desahogarse.

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Al voltear y darle la espalda a Sebastian y todas esas chicas que venían a su alrededor, me encontré con Alexya, quién parecía estar sorprendida... Seguramente había visto a Sebastian cuándo me besó...

-¡______, ¿cómo es que no me dijiste que él es tu novio?! ¡Las amigas se cuentan esta clase de cosas!- me dijo ella, volviendo a fingir que eramos las mejores amigas.

Simplemente estaba tan molesta en ese momento que no lo pensé ni un segundo antes de hacerle frente.

-¿Amigas...? ¡¿Amigas?! ¡¿Qué clase de amigas podríamos ser si desde el primer día en que llegué a esta escuela te haz empeñado en torturarme?! ¡¿Cómo podría yo decir que soy amiga de alguien que roba mi dinero del almuerzo siendo que ella tiene hasta de sobra?! ¡¡¿CÓMO DEMONIOS CREES QUE VOY A SER AMIGA DE LA PERSONA QUE DESTRUYÓ LO ÚNICO QUE ME QUEDABA DE MI MADRE?!!

Oí cómo todo el mundo comenzaba a murmurar a nuestro alrededor.

-¿Pero ______, de qué estás hablando?- dijo Alexya, haciéndose la inocente- ¿Te sientes bien? ¿No tienes fiebre?- acercó su mano a mi frente.

-¡No me toques!- retrocedí, tropezando con alguien a mis espaldas.

Cuándo me fijé, había tropezado con Sebastian.

-______ y yo estamos saliendo- le dijo él a Alexya -, y si ella dice que no son amigas entonces le creo. Vamos, ma chérie, necesitas desahogarte.

Sebastian me tomó la mano y me llevó al patio lateral de la escuela, a un área apartada debajo de un árbol. Cuándo llegamos hasta allí se detuvo y soltó mi mano para voltear a verme. Yo sólo bajé la cabeza y miré fijamente mis pies, no tenía nada que decirle.

-________- me dijo luego de medio minuto en silencio -...

-No te pedí que intervinieras...- murmuré, levantando la mirada y frunciendo el ceño - Tampoco dije que podías decirle que "salimos"...

-Está bien, eso es cierto, pero yo no mentía cuándo dije que necesitabas desahogarte.

-Qué tú creas que lo necesito no significa que realmente sea así...- volví a desviar mi mirada.

En realidad sí lo necesito, pero no quiero desahogarme delante de él...

-_______, tenemos un contrato, y mi parte es asegurarte que cumplas tu deseo tanto como cuidar de tu bienestar físico y mental. Cómo tu fiel servidor; no, cómo tu "futuro novio", mi deber es escuchar todo lo que digas, incluyendo tus problemas y tristezas. Te escucho.

-No quiero hablar de eso... Ya dije más que suficiente ahí adentro.- me senté entre las raíces del árbol.

Sebastian suspiró y se sentó a mi lado.

-Una vez, en Grecia- comenzó a decir -, conocí a un niño que simulaba que podía hacer frente a todas las adversidades que se cruzaban en su camino sin importar cuales fueran sin la necesidad de desahogarse. Él sólo tenía unos cortos 11 años, pero era el mayor de siete hermanos y trabajaba muy duro para poder cuidar de sus hermanos y de su madre enferma, aunque a veces no era suficiente y tenía que recurrir a otros métodos. Nunca quiso desahogarse por todo lo que sufría, y cuándo su madre sin importar lo mucho que él luchó por ayudarla a mejorar, ya no pudo superarlo más y todo el dolor salió de él transformado en locura, lastimando a todos quienes lo rodeaban.

-Yo no soy ese niño... No voy a desahogarme, y no voy a enloquecer por no hacerlo...- le respondí.

-_______, todos los seres humanos necesitan desahogarse.

-¡¿Por qué?! ¡¿Porque somos humanos?! ¡¿Porque somos débiles y tratamos de fingir fortaleza?! Se nota que tú no lo necesitas... Eres un demonio después de todo, jamás lo entenderías, tú solo entiendes tu hambre y tus principios... porque alguien cómo tú no tiene sentimientos, y nunca sabrás lo que es amar algo o a alguien, ni mucho menos lo que es sentir dolor...

Esa chica. (Kuroshitsuji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora