¿Te sientes triste? ¿Incomprendido? ¿Sin ganas de nada? ¿Quieres sentirte identificado?
Entonces este es tu libro :)
"Aún en la oscuridad de nuestro triste corazón, hay esa esperanza que todo se arreglará, pero somos tan frágiles que hasta ese pensa...
De: Ese hijo o hija que vivieron junto a un padre víctima.
A tí, que se te hace tan divertido escuchar los sollozos desesperados de tú esposa.
A tí, que tienes el descaro de ser tan arrogante.
A tí, que tú soberbia es tan grande que has envenenado y humillado a tu propia familia.
A tí, que solo has causado deshonor, dolor y tragedia a tu propia esposa.
A tí, que tienes el insufrible hábito de hacer sentir como pequeños pedazos inútiles a tus hijos.
A tí, que solo logras infundir terror con una mirada y con una sola pisada.
A tí, que has logrado poner una cara amistosa afuera y que a puertas cerradas te conviertes en el villano del cuento.
A tí, que lograste reducir a tus hijos en cobardes víctimas que temen alzar la voz.
A tí, que has insultado y blasfemado la dignidad de tu esposa.
A tí, que has manchado a tu familia con deshonor, blasfemias y deslealtad.
A tí, ser despreciable que ni todo el dinero del mundo podría darle un precio a tú narcisismo.
A tí, basura. A tí que solo lograste corromper las almas que un día juraste proteger.
A tí, que solo buscas tu propio placer.
A tí, que tú propia arrogancia mancilló el buen nombre de tu familia.
A tí, que solo ves a tus hijos como empleados que tienes el derecho de insultar y mancillar.
A tí, que te crees el todo poderoso para gritar órdenes a diestra y sinestra.
A tí, que quieres monopolizar a tu esposa e hijos como piezas de ajedrez.
A tí, que te jactas a través de la dignidad de tu esposa.
¿Qué se siente tener tanto poder? ¿Qué se siente hacer sufrir a las personas que dices amar? ¿Qué se siente hacer llorar a las víctimas de tus pecados?
¿Qué se siente romper personas como platos de porcelana?
Quiero saber lo que se te hace tan divertido ¿Tan divertido es escuchar el llanto de tus hijos? ¿Te alegra el día hacer llorar a esa esposa que te espera con un plato de comida en la mesa?
Dime, dime qué te hizo ser tan despreciable. Dime qué traumas justifican tus pecados.
Dime tus excusas y yo te diré dónde puedes botarlas para arder en ellas.
Dime ¿Ahora te harás la víctima? ¿Una víctima que sufrió tanto y por eso hace sufrir a otros?
Dime ¿Hasta donde va a llegar tu desdén?
Cuéntame quién te dió el derecho de llamarte una víctima ¿Es porque tus hijos te miran con desprecio después de hacer llorar a su madre? ¿Es porque tú mente histérica te hace creer que tú esposa te fue infiel?
¿Es porque tú esposa ya no te espera con un plato de comida después de haberla humillado al punto del llanto?
O ¿Porque tus hijos ya no te miran con cariño después de haberlos despreciado con palabras vulgares?
¿O porque han dejado de temerte y ahora alzan la voz cuando gritas? ¿Es porque ya no te perdonan tus infidelidades?
¿Acaso tienes miedo de que te quiten el poder que una vez tuviste sobre ellos?
Por favor, cuéntame. ¿Cómo puedes ser tan despreciable?
Dime qué maldades te hicieron para justificar el daño que has hecho.
Dime, papá. ¿Qué te hace víctima?
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