Una historia...
Un tanto peculiar...
El amor renace...
De un espectro y un caballero...
¿Que sucede cuando un caballero se enamora de su enemigo? ¿Dejará atrás el amor solo por su deber? O ¿Morirá en el intento?
Historia dónde se centrada la pareja...
“Eres lo único que veo entre la niebla, lo único que vale la pena”
Leiva.-
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Ver aquel hermoso rostro lo dejo sin palabras, tan delicado y a la vez masculino.
⇀Lo volveré a preguntar, ¿Quién eres?
Nada, otra vez ninguna solo palabra salió de su boca, ¿Pero quién podría culparlo? Ver a tan majestuosa imagen frente a él le dejaba sin palabra.
El de cabellos celestes miró con enojo al contrario, se acercó pero no tanto como para rosar sus manos y nuevamente pregunto.
⇀Contesta, ¿Quién eres y por qué me has estado espiando?
⇀¿Eh?
Preguntó desconcentrado el juez, lo que provocó más irá en el contrario de cabellos celestes, frunció más el ceño y dio media vuelta.
⇀Me retiró, eres alguien demasiado extraño.
Y sin más se fue dejando a un enseñado Minos que reaccionó un poco tarde.
⇀¡Mierda-!
Maldijo para seguir al joven pero un cosmo lo hizo evitar dar algún paso más.
⇀Maldicion... Y antes de que el ser del cosmo se presentará el decidió ir antes de que fuera descubierto, claro podría matar al quien lo viera pero al saber que aún puede estar aquel joven le hace mejor decidir evitar derramamiento de sangre.
Y así fue la plática más extraña realizada.
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Pasaron algunos días después de aquel vergonzoso encuentro entre el juez y aquel joven. Minos no volvió para así evitar más incomodidad a aquel desconocido.
¿Por qué se preocupa por la comodidad de esa persona? A él nunca le ha importado en lo más mínimo ¿Y ahora se preocupa por una? Es una idiotez total.
O eso se decía desde su gran asiento de su área encargada.
Se encontraba aburrido ya que no había tantas almas que juzgar. Vaya al parecer a la gente no le gusta morir. Aburridos.
Jugando con su lápiz debes en cuanto o rayando una hoja que tenía ahí en el momento, así se la pasaba la mayor parte del tiempo y nuevamente su mente empezó a divagar por esos recuerdos, aquel rostro, esa voz aquel cuerpo era algo que no podía dejar de pensar. Su mente le gustaba burlarse de él ya que era la cuarta vez ese día.
Un suspiro frustrado salió de su garganta, hizo la cabeza para atrás y trato de.contar hasta diez. No podía dejar tranquilo desde que vió por primera vez a aquel joven, necesitaba volver a verlo.
