MIRAI [Soukoku]

-04-

Abrió los ojos, reconociendo el techo color hueso de su habitación en la organización, Dazai seguía a su lado en cuclillas, al verlo abrir los ojos le dió una bofetada. Así supo que había regresado al instante preciso.

—¿Cuánto es lo más... —de nuevo el castaño lo sorprendió abofeteando su rostro— Bien ¿Quieres parar con eso? —preguntó tomándole la mano para que dejara de golpearlo—, gracias, ahora necesito que me respondas está pregunta, ¿Cuánto es lo más lejos que haz viajado?

—A lo mucho tres días. ¿No conseguiste nada? Apenas acabas de cerrar los ojos.

—Ese es el problema... Aprendí a hacerlo, y fuí muy lejos.

—¿Que tan lejos?

—Treinta y cinco años.

—... Admito que eso fue una buena broma, por un momento caí. Lo siento por lo de tu padre solo creí que sería gracioso...

—¡No es una maldita broma! Velo por ti mismo, antes de hacer el salto grande hice uno más pequeño, uno de catorce horas. Estuve en trance hasta las 6:00 AM, en esos momentos Hirotsu-san vendrá por mí, y no volverás a verme hasta en tres días.

—¿Estuviste ahí esos tres días y seguido hiciste es salto tan grande?

—No, cuando me llevaron a la dirección me inyectaron algo, fue entonces que hice el salto.

—Si Hirotsu-san no viene por tí dejaré de enseñarte, y si me delatas con Mori-san le diré la verdad de lo que ocurrió en el baño, y que me chantajeaste para aprender también.

El castaño cerro los ojos mientras inhalaba y se acomodaba para sentarse en el suelo. Chuuya aprovecho para levantarse y poner el pestillo a la puerta.

—¿Que mierda?

—¿Lo ves? Te dije que...

—¡Eres un maldito demente! ¡Harás explotar todo y...

De inmediato Chuuya se lanzo hacia el castaño para taparle la boca, era algo que nadie debía saber, y si alguien estaba cerca de su puerta podría escuchar los gritos de Dazai.

Dazai comenzó a forcejear para que Chuuya lo dejara ir, logrando que este lo sostuviera con mayor fuerza.

—Dejame explicarte. Yo no sé por qué voy a hacer eso, por eso regrese hacía aquí. Te encontré en el futuro, fuí el único que regreso luego de tanto tiempo, me dijiste que viniera a buscarte y te dijera todo esto, por qué necesito tu ayuda para evitar toda esta mierda. Realmente no quiero matar a nadie.

—Si no es indiscreción, ¿En qué lugar piensas ocultarla? Es decir, ningún instructor es estúpido, y si descubrieron tu plan entonces estarían buscando la bomba por todos lados.

—No lo sé, ni siquiera sé fabricar bombas.

—Yo tampoco sé, no quiero ser tu cómplice malvado ni nada de eso.

—De hecho intentaste detenerme... En más de una ocasión.

—¿En serio? Vaya...

—Si... Dazai, ¿Por qué quieres renunciar?

—Luego de lo que ví mis ganas de hacerlo aumentan cada vez más.

—Antes renunciaste, aún sin saber que era lo que yo haría, ¿Por qué?

—Bueno... Te mentí cuando te dije que mi viaje más largo fue de tres días. Cuando aprendí a hacerlo retrocedí mucho. Tengo envidia de tí... Eres un viajero orgánico, tienes una familia, te dejaron elegir si querías venir aquí y tú elegiste. Cuando yo retrocedí... Me dí cuenta de que mi madre me vendió. Me ofreció por dinero para que pudieran experimentar conmigo.  A nosotros se nos prohíbe viajar demasiado atrás, ya que solo importa donde estaremos adelante, pero yo aprendí por mi cuenta así que lo ví todo. Antes de que me trajeran a la capacitación como a ti yo vivía en una celda fría, completamente blanca. Y ninguno de los otros lo recuerda ya que nos traen aquí cuando somos más pequeños. Solo somos herramientas para esta organización, pero no nos temen ya que solo viajamos a lo que dura nuestra vida y no podemos interferir en eventos demasiado importantes. Y por eso quiero renunciar, por qué odio esto, quiero ir a una escuela normal y vivir mi vida, viajar por el mundo y conocer de todo.

—Vaya... No tenía idea de que era así como un viajero artificial se creaba, no tenía idea de que...

—De que alguna vez fuimos humanos, ¿Cierto?

Chuuya no supo que más decir, tal vez si decía algo lo arruinaría todo.

—¿Te puedo decir algo? —Dazai asintió, Chuuya se tomó su tiempo antes de hablar— Yo tampoco tuve elección.

—¿A qué te refieres?

—Cuando yo tenía cuatro años mi padre enfermo de gravedad, de hecho, no tiene cura... Cuando tenía ocho años, le ofrecieron a mi familia ayuda económica a cambio de que cumpliera para la organización, mientras más útil resultará más dinero iban a recibir ellos. Mi mamá me dijo que tendría que venir a vivir a otro lugar lejos de ellos. Pero que eso iba a ayudar a mi padre a mejorarse.

—¿Y por qué no renuncias también? En lugar de volar todo el lugar.

—Con el dinero que recibieron durante estos años pudieron pagar parte del tratamiento de mi padre, mi hermano mayor estudió y de hecho ahora es muy exitoso, pero conforme más resultados muestre más dinero recibirá mi familia así qué... Bueno, mi padre utiliza el dinero que recibe de mi para... No sé ni para que, me ha dicho que hace que mi gemelo estudié. Si yo renunció, entonces él dejara de considerarme como su hijo, seré una deshonra, no quiero que él enferme por mi culpa. Sería el equivalente a asesinarlo...

—¿Y por eso quieres explotar todo? Sería más fácil ir y hablar con tu padre.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que yo no quiero explotar nada?