Sometidos a nuestro prohibido amor

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Vivo en un barrio bajo de Bangkok, Tailandia. La delincuencia abunda como en cualquier parte donde la escasez de plata y comida prevalece. Vivo con mi abuela y la constante preocupación de su vivir aquí. Está enferma y yo desempleado, no puedo pagar sus gastos médicos o si quiera algo bueno para comer

—Mañana tengo una entrevista, abuela— Una empresa grande había aceptado mi curriculum, por lo cual me toca asistir mañana a primera hora. No me gustaba la idea de dejarla sola, pero era una necesidad urgente que debía ser anulada.

—Espero que te vaya bien, capullo— Capullo. Un apodo que prevalecerá en mi descendencia y recuerdos. Mi abuela es lo único bueno en esta vida; en mi vida para ser más exactos. La amaba con todo mi ser y si tuviera que vender mi cuerpo por ella, lo haría, no importa que o quien

Al día siguiente me levante más temprano de la hora para poder dejar el desayuno listo y todo lo que debía tomarse. Deje notas con indicaciones que la ayudarían con el sistema de las pastillas y algo de desayunar. Pronto el desayuno mejoraría, al igual que nuestro vivir. Eso espero. El camino fue largo. Una caminata de 20 minutos, después un bus y por último el metro

Entre a recepción. Era una sala limpia y reluciente, podía mirar abajo y no solo encontraría un piso limpio, si no que también mi reflejo. Estaba yo con mi aspecto harapiento. No tenía otro la verdad; tampoco podía mejorarlo, así que no me quedaba de otra que ignorar miradas, susurros y luchar por dejarlos con la boca abierta a futuro

—Señor Pete, el Señor Kun lo espera— Pase nervioso de lo que fuera a pasar, de lo que fueran a decir, de cómo me fueran a mirar. Me senté en una silla al frente del escritorio y espere mientras el sudor aparecía junto con las nauseas y las ganas de orinar

—Señor Pete. Su curriculum está impecable, omitiendo las últimas fases de estudios— Eso me puso intranquilo. No pude terminar la universidad debido a los cuidados de mi abuela. Tenía que darle el cien porciento de mi tiempo. Lo mejor era dejar de estudiar y buscar trabajos de medio tiempo. Me hubiera gustado pensarlo bien, solo que eso no implica el hecho de alguna tipo de arrepentimiento

—No sé asuste. En el trabajo que hará, no le servirían mucho los estudios— Acaba de decirme que estaba dentro, cierto. El me sonrió y sentí un alivio. Esa sonrisa era sincera. Estaba dentro del programa. Tenia el trabajo, tendría paga. Por fin iríamos a un lugar mejor

—Pete, vivirás con mi hijo. Con el trabajaras, así que el te dará las indicaciones. En cuanto a tu abuela, ella vivirá en un apartamento dado por la empresa que iras pagando con tu salario— Se despidió y solo salio. ¿Vivir con su hijo dijo? Bueno, mi abuela viviría bien, eso era lo único importante. Aguantaría lo que sea por ella

Para la noche. Mi abuela estaba en un mejor lugar durmiendo y comiendo sanamente. Yo estoy esperando al Señor Vegas, quien sería jefe. Espero no sea un viejo verde. Me daría asco vivir con alguien así y la verdad no estoy en condiciones para renunciar o protestarle lo mierda que podría llegar a ser

—Eres tu la nueva mascota— Dios mio, era ese su hijo. Santa mierda. Su cara estaba perfilada por los mismos dioses al igual que su musculoso cuerpo que pedía a gritos marcas en su piel. Sus excelentes labios que esperan ser comidos por los míos y esos ojos; esos ojos los cual me podrían perforar el alma y sacar a la luz, todo lo que estoy pensando, lo que siento y deseo con anhelo

—¿Mascota?— Mascota de el. No me quejaría. Mierda, de veras que se ve muy bien en traje. Debería cuidar mis pensamientos. Reprenderme por ello

—No me han informado del trabajo que haré, así que no puedo contestar a su... pregunta— Baje mi cara ocultando cierto sonrojo que hacia que mi sistema locomotor se extasiara y causara gran estrago dentro de mi

—Trabajaras para mi y únicamente para mi. Me harás caso a mi y solo a mi— Se sentó en el sofá de un solo asiento, mientras abría las piernas de manera insinuante y se abría un poco los botones de la camisa. Solo de el y únicamente de el. Que mierda

—Si te digo siéntate aqui. Tu por obediencia vendrás y lo harás— Señaló su regazo. No lo hice, si no hasta que su cara cambió de un semblante calmado a uno serio. Me daba miedo, pero ese miedo me gustaba. El se sentía superior a mí, era engreido y egoísta, eso me gustaba y mucho

Puse mis posaderas en su regazo. Al principio sin poner presión, pero sus manos solo hicieron lo opuesto. Presionaban mis anchas caderas contra su entrepierna. Mi cara juntos con mis orejas se ponían rosas y el calor no tardaba en llegar. Joder, estos tratos eran justo lo que pedía en mi vida, pero debía controlarme

—Con nadie más puedes hacer esto. Yo soy tu amo y solo a mi me debes obedecer, entiendes cielo?— Yo asentí, mientras ahogaba mi pequeño, pero muy probable que bullicioso gemido. Quito mi mano bruscamente mientras hacía más presión. Un sonido salió desde mi garganta retumbando en las cuatro paredes de la oficina

—Lindo, muy lindo, cielo— Lo mire aun agitado y espere a que el me pidiera que me quitara. Muy en el fondo, lo disfrute. Su brusquedad es algo excitante y mucho. Me gusta. Antes de pudiera irse. Lo sostuve en el sillón para decirle algo corto, sensual y a lo mejor seria el pase al cielo del placer, y el sadomasoquismo

—Soy de el amo y únicamente de este. Si el amo me pide que lo besé. Lo haré—

—Si me pide que lo folle, lo haré—

—Si me pide que lo acaricie, lo haré—

—Si me pide que lo ame, lo amare—

—Si no es usted. Me negaré, amo—

Al terminar de decir eso salí. Mi corazón latía. Su cara se había quedado pasmada con el ceño fruncido. Por otro lado su polla me había hecho saber lo excitado que se había puesto con la situación, y aun que no lo haya demostrado, el estaba completamente convencido de mis palabras y de su fiel mascota. Sus juegos, también son mis juegos. Se lo mismo o más que el. Puedes enseñarme, pero yo nunca a el. Puede follarme y yo también lo haré. Puede amarme y estaré dispuesto a hacerlo también. Puede dejarme, pero yo nunca a el. Puede matarme y estaré feliz de que sea el

—Esta clase de juegos activan mis fetiches y adicciones— Sonreí mientras recordaba aquella erotica escena. Miraba por la ventana que daba al patio y a la luna, mientras me preguntaba cuando sería la próxima necesidad del amo y cual. Quizás la quería ahora, quizás quería que lo amordazaran. Quizás mañana, quizás ni estaría dispuesto al sexo rudo. Quien sabe

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Holi^^

Esto va a ser un one shot largo^^

Así que voy a ir actualizando poco a poco, pero tengo una cierta ida psicópata dada a un manga que leí, unas ideas sobre mis gustos y sobre otras cosas que también lei^^

Espero sea de su agrado^^

(Prometo poner escenas +18 que no den cringe. Haré lo mejor que pueda^^)

Así que eso sería<3

Nos vemos^^