El sol no tardó en salir y mi despertador tampoco en sonar. Creo que el ser la mascota del amo, también significa que debo hacer el papel también de ama de casa. Literalmente, la casa estaba habitada por guardaespaldas y nosotros dos. Los guardaespaldas estaban fuera de la casa. En pocas palabras, estábamos conviviendo solo nosotros dos y la soledad obviamente
—Que habrá para hacer...— En el refrigerador no había mucho para escoger. Quizás un simple arroz y huevo bastaría. Eso también significa que tendría que ir de compras a menos de que queramos morir de hambre. El aroma que salía del arroz llenaba mis fosas nasales de ese rico y embriagante olor, aun que no fuera licor. El huevo en su punto exacto también era una delicia y al momento de la yema explotar, era maravilloso; el como cambiaba el color blanquecino del arroz a un amarillo suave
—Buenos días— El amo justo había llegado. De hace rato estaba pensando en cómo llamarlo o si no debía llamarlo, solo llevarle su aperitivo. Se sentó y esperó su plato, con una Pepsi de acompañándome. La verdad que para ser un desayuno, era bastante pesado, pero a juzgar por el que siga comiendo y no me haya tirado el plato en la cabeza, creo que basta solo con eso. No es quisquilloso y eso me gusta, en ciertas ocasiones
—Espero el desayuno haya sido de su agrado, amo— El me miro. Su semblante era serio, pero el estar lleno de migas y huevo hacia que no lo pudiera tomar en serio. Era esto acaso una provocación a mi risa. Me acerque despacio y tomé una servilleta limpia del centro de la mesa
—Amo, permitame limpiarle— Asintió. Pasaba la servilleta por donde debía, mientras el solo me miraba como si fuera un plato de comida. Subió su mano derecha y le posó en mis mechones que caían por mi postura. Los acomodo y después fue bajando con dirección a mi mentón. El lo sostuvo y yo al momento de terminar lo mire. Era una tensión constante entre nos, como también eran un bucle de preguntas: ¿Lo besaremos? ¿El amo le gustará?
—Amo— me calló la boca con un beso en el cual yo caí por completo. Su boca jugaba con la mía y danzaban al son de la música. Sujeto mi cadera y pozo mi cuerpo encima del suyo. El beso siguió, hasta que el aire empezó a faltar. Nos separamos centímetros suficientes como para escuchar nuestras respiraciones. Yo jadeaba, mientras el solo se limpiaba el exceso de baba
—Iremos a una fiesta en la noche. Iré por tu traje y tus accesorios— Se había levantado y ido a su habitación, mientras mi sonrisa no tardaba en salir y me mordía el labio por tan excitante situación. El amo es tan sexy. Mis pensamientos no estaban en su lugar. Una parte de mi se arrepiente de haber frenado tal acto, pero bueno, quizás no era el momento
Llegó noche y un traje me esperaba en la cama de mi habitación. Me bañé y empecé primero por la camisa. Me gustaba ver lo sexy que se me miraba solo la camisa. Ojalá modelarsela al amo. La puerta de mi cuarto se abrió rápidamente, que ni siquiera me dio tiempo a reaccionar
—Pete— Corto en secó al verme con tales fachas. De su boca caía baba y su mirada no se alejaba de mi. Al darse cuenta tosió, se limpio la baba y se me acercó. Me tomo del mentón y me depósito un lindo beso en los labios que bajaba a mi cuello, justo ahí era su objetivo. Tendrá algún fetiche con ellos. Se separo y me volteo mirando hacia el espejo. Me tomó de la cintura y flexiono mi cuerpo. Mi cintura baja quedaba alzada, mientras que mi cintura superior estaba hincada
—¿Amo, que hace?— saco un aparato chico y lo acomodó en mi cavidad trasera. Eso se sentía extraño. Era mi primera vez usando algo así. Me erguí de nuevo y lo mire. Esperaba una explicación de lo que acababa de poner en mi interior. Si va a poner algo, por lo menos que sea su miembro y no algo de metal
—Es un desestresante— dijo sereno mientras salía de la habitación. Al llegar a la fiesta, bajamos del auto y el aparato que llevaba empezó a vibrar. No era una vibración que causara risa, me causaba placer. Mis gemidos querían salir, como también mis líquidos de mi reta guardia. Agarré el abrigo de Vegas, mientras mordía mi mano disimuladamente
—Vaya desestresante, ¿cierto?— Le dije sarcástico. El vibrador bajo su potencia y pude caminar hasta llegar a la mesa en la que debíamos sentarnos. Al sentarme, volvió a vibrar, pero esta vez era más lento mientras subía. Eso causaba una gran probabilidad de que mi gemidos salieran sin siquiera pensarlo o notarlo
—Es muy bueno, pero no más que mi polla— Pervertido. Pensé. Que irónico decirle así, cuando ya me lo he imaginado en miles de poses y situaciones diferentes mientras follamos. Pedí ir al baño y llegué como pude. Me remoje la cara y cuando ya por fin estaba por salir. El amo entró, cerró la puerta y se acercó a mí
—Amo, ¿que hace?— Que ingenuo, sabía perfectamente a lo que venía y no era para saber si estaba bien. ¿Estás bien, pete? Que mierda. Si era para eso y no para aquello. Lo quiero matar. Mi cavidad trasera ansia su polla, pero el solo está preocupado por mi, cuando de paso fue su idea. Que tierno y estúpido.
—Si, amo— Tomé aire y salimos del baño. Terminamos jugando una subasta y una apuesta, la cual perdí. Justo ahora, me encontraba hincado en una cama, mientras el amo me reprendia por mis malas y beneficiosas acciones
—Confiaste mucho en ti y ahora estás aquí— El sadomasoquismo estaba de segundo en mis fetiches, pero eso no les resta la importancia y lo mucho que me gusta. Todos mis fetiches son de mi completo gusto y espero que alguien los cumpla al pie de la letra, como el amo. Mi cuerpo de estremecía de dolor y placer, tanto por la voz de la amor, como también por su rudeza que me hace sentir inferior a el
—¿Permito errores?— Me preguntó, mientras su palma se mantenía alzada
—No— Dije buscando que me reprendiera más por mi falta de modales
—¿No que?— Su palma había chocado contra mi trasero ya torturado. El espero mientras yo tomaba aire
—No, amo— Me desato y me besó. Tenía las esperanzas de que esto subiera de tono y pasáramos al siguiente nivel, pero solo mantuvo su mojado beso, para después salir de la habitación. El amo de estaba acaso poniendo límites. Su ereccion estaba bastante pronunciada y ni siquiera pudo follarme. Eso es bastante raro en el amo
Me levante de la cama y fui a dar un baño. Mi culo estaba bastante entumecido, pero nada de lo cual no haya disfrutado. Al terminar de limpiarme, me acosté y me puse a pensar en lo que hubiera pasado, si el amo tan solo hubiera mandado a la mierda el límite. Pensé en lo brusco que hubiera desabrochado su pantalón de alta costura y hubiera empezado a follar mi trasero que estaba en su mejor momento y anhelaba algo más que unas simples reprimendas
—Tendré que tomar la iniciativa para la otra y no dejarlo tomar cartas en el asunto— Estaba decidido a ser follado por el amo y nada me iba a detener o cambiar de opinión. Cerré mis ojos y quizás de tanto pensarlo, mi sueño también se contagio de pensamientos cochinos. Un sueño húmedo, el mejor de todos por supuesto. El amo me atraía y mucho, así que como no me va a gustar el sueño que estaba teniendo. Un sueño donde el amo me amordazaba y mientras follabamos, me juraba su sincero amor a mi y solo a mi
________0////0_____♡_♡____________
Hasta aqui el otro cap. Vi que a varios les gustó el primer cap, así que en vez de un corto one shot, haré una series con no más de 10 caps^^
Espero este cap también les guste como el primero.
Amenlo, imaginenlo y degustenlo. ^^
Si hay errores, disculpenme >_< es k estoy tan cansada que mis ojos se cierran solos;< pero lo revisaré cuando pueda y arreglaré
Eso seria todo^^ adios
Cuídense ^^
ESTÁS LEYENDO
Sometidos a nuestro prohibido amor
Fanfiction-Si el amo me pide que lo folle, lo haré- Pete ha sido contratado por el padre de Vegas. Al principio, el menor no estaba enterado de su especialidad en la casa menor, pero la pregunta aquí es ¿Será eso de su agrado? Pete tampoco es un ángel. Esco...