El jardín de las palabras [ZoRobin]

¡Nico Robin!

Robin llegó a su apartamento y en cuanto lo hizo de dejó caer a su cama de espaldas, con la mirada perdida en el techo, suspiró. Decidió hacer una llamada.

__ Robin esperaba tu llamada- dijo una voz de hombre al otro lado del teléfono- ¿Cómo estuvo tu día

__ Bien, sabes una cosa Law, ya pude saborear la comida

__ ¿En serio? me alegro que ya mejoró tu paladar

__ No exageres, pero los últimos dias había estado comiendo solo chocolates y vino

__ Sabes que eso no es bueno para tu salud... entonces tomaste la decisión correcta al renunciar a tu trabajo

__ puede ser

Law siempre se preocupaba por ella, Robin estaba pasando por una situación difícil, haciéndo sus días un infierno, y ahora sentía que cada vez que hablaba con él, la trataba tan suavemente como si tuviese miedo de romperla. Él siempre ha estado para ella, incluso en los días en los que le costaba hasta respirar y estaba agradecida por eso.

__ Te ayudaré a redactar tus papeles de renuncia, les notificare a los superiores

__ Gracias Law, siento darte tantos problemas, después de separarnos

__ No agradezcas Robin, sabes que siempre contarás conmigo, sé por lo que estas pasando, y me alegro que ya estés mejor- Robin suspiró- Oye con respecto a la abuelita que conociste y de la que no paras de hablar, la que lleva comida al jardín, me parece que te llevas bien con ella y te esta haciendo bien

__ Si, eso creo, law... iré a descansar, buenas noches

__ Si, que descanses

No podía evitar sentirse culpable con Law, pues no había hecho más que decirle una mentira tras otra, no había decido renunciar, sus crisis emocionales no la dejaba levantarse de la cama y el día que lo hacia llegaba al tren y no tenía el valor de tomarlo para presentarse al trabajo, regresaba a su casa la cual estaba hecha un caos igual que su vida, hasta ese día que decidió ir a ese jardín dentro del aquel parque y donde conoció a ese joven, fue que su estado de ánimo cambio, el simple hecho de convivir y compartir el silencio entre ambos, era suficiente para sentir felicidad al ver a aquel joven.

pasaron varios días sin verse pues no había llovido en la ciudad. El despertador la levantó, estaba alegre el radio anunció lluvia para ese día lo que significaba que se verían, se fue a la cocina y puso su mayor esfuerzo por que la comida que llevaría quedara mejor que la ocasión anterior. Tomó el tren y se dirigió al jardín dentro del parque, ahí estaba él esperándola, después de un breve saludo se sentó al lado de él.

__ Toma te traje esto- sacó el bento que había preparado- Es que siempre me como tu comida, esta vez esta mejor

__ Ya lo creo- dijo el tomando el bento

__ También te traje un regalo

Sacó de su bolso un libro de pasta gruesa con el titulo, EL BUSHIDO: "EL CAMINO DEL SAMURÁI"

__ Ehh no debiste gastar

__ Bueno como me dijiste que lo querías, además lo tenía entre mis libros

__ Gracias

De inmediato lo empezó a hojear y ver la ilustraciones e información que proporcionaba el libro, ella vió el brillo en sus ojos al hacerlo y sonrió. Después se pusieron a comer.

__ Estoy haciendo un dibujo

__ Me gustaría verlo- dijo ella con una sonrisa

__ Tal vez cuando lo termine

__ ¿Sabes? antes de este tiempo, no había podido caminar bien

__ ¿Por su trabajo?- la miró a los ojos vio tristeza en ellos

__ Por muchas cosas

Zoro se quedó pensando en lo dicho por ella, y es que realmente no sabía nada de aquella mujer, como su trabajo, edad, sus preocupaciones y ni siquiera sabía su nombre, a pesar de eso se sentía atrapado en su misterio y encanto.

***

Los días volvieron a pasar, la radio anunciaba 10 días de retraso de lluvias en la ciudad. Robin se pasó esos días en la terraza de su apartamento leyendo y tomando limonada o salía a pasear al parque, ya que el clima lo ameritaba viendo a los niños disfrutar de esos días soleados.

__ "Es como si alguien hubiera oprimido un botón y los días soleados vinieran uno tras otro- Pensó Robin - Debería alegrarme que no esta faltando a clases"

Pero la realidad era que deseaba que las lluvias no terminaran, llegó al jardín y se sentó bajo el mismo gazebo, leía un libro cuando oyó pasos por un momento pensó que sería él, levantó la vista, se decepcionó al ver un pareja de enamorados llegar a ella, se levantó recorriéndose, dandole espacio a la pareja para que se sentara.

__Oh discúlpenos- dijo la pareja

__Descuiden- se concentró en su lectura nuevamente, mientras la pareja mantenía una conversación sobre el parque.

***

Mientras tanto Zoro, terminaba su entrenamiento con Koushirou.

__ En momento nos vamos a casa- Dijo Koushirou

__ Lo siento, tengo que ir a mi trabajo de medio turno

__ Ya te dije que no es necesario

__ Para mi lo es

__ Bueno, mientras puedas con todo

__ Nos vemos

Salió del dojo, mientas caminaba hacia su trabajo, pensaba que ya no tenía ningúna excusa para ir al parque, pues los días soleados continuaron.
Así terminó otro mes sin lluvias, llegando agosto y con el las vacaciones de verano.

Todo el verano se la pasó entre entramientos y su trabajo, en ese tiempo no había visto aquella mujer. Estaba concentrado en su objetivo, quería tener el dinero suficiente para la escuela de Kendo y las herramientas para limpiar sus katanas también le costaban.

__ Marimo te toca atender las mesas

__ ¿Por que yo cejitas?- refutó

__ Bueno, déjame pensar será...¿por que trabajas aquí? además yo no puedo, estoy ayudando al viejo en la cocina

__ Esta bien

Así pasó la tarde en el trabajo atendiendo las mesas, terminó su turno y tomó el tren de regreso a casa, leía el libro que le había regalado esa mujer, y mientras lo hacia se dio cuenta que la extrañaba demasiado, ese sentimiento de apego, lo enojaba pues lo hacia sentirse como un niño. Llegó a su casa sacó su libreta.

__ Terminaré su dibujo, talvez le levante el ánimo al dárselo

Pasó toda la noche dibujando, hasta que lo venció el sueño.

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