Strange Love | Eddie Munson

El club Fuego Infernal

Era un día normal, era viernes por la tarde, tenía entrenamiento con el equipo de animadoras. El entrenamiento acababa de finalizar y nos dividíamos en dos grupos: las que se quedaban al partido, y las que se iban a casa temprano. Yo solía pertenecer al segundo grupo, ya que no me interesaban en absoluto los eventos deportivos, y solo estaba en el equipo por obligación, ya que mis padres querían mantener la "buena imagen" por encima de todo, necesitaban que su hija mayor, heredera de la fortuna de los Richards, la familia más aclamada de Hawkins, fuera la chica perfecta, popular, etc. Pero yo no era así, me gustaba estudiar, leer, escuchar música y prefería juntarme con los raritos como Jonathan Byers y Robin Buckley que con Jason Craver. Al menos la presencia de Chrissy Cunningham y de Helga Miller hacía más entretenido el tener que ir 3 días en semana a entrenar con el equipo. Helga era como yo, teníamos las mismas aficiones y gustos, ella se unió a las animadoras por una apuesta que perdió, pero para nada quiere ser popular, ella misma se considera un bicho raro. Y Chrissy... bueno, Chrissy era popular, salía con el capitán del equipo de baloncesto, Jason Craver, pero cuando la conocías era un trozo de pan, tenía aficiones que si los demás conocían le tratarían de friki, por eso sólo las conocíamos Helga y yo, Chrissy prefería esconderse bajo la máscara de la popularidad para ahorrase los comentarios de la gente ignorante.

Estaba por irme a casa con Helga, vivíamos cerca y siempre volvíamos juntas del entrenamiento, hasta que de repente, mi hermana, Kayla Richards, uno de mis mejores amigos, Dustin Henderson, y el hermano de una de mis mejores amigas, Mike Wheeler, se cruzaron en mi camino pidiéndome que les acompañara. Normalmente no se me haría extraño, ya que suelo salir con mi hermana a menudo porque estamos en el mismo círculo de amigos, pero hoy me extrañó que me pidieran que estuviera con ellos, porque hoy era noche de D&D y Dustin y Mike jamás se perderían una noche de D&D.

Katherine: Ajam, seguro, y estáis convencidos al 100% de que esto no es un truco para que sustituya a alguno de los patanes que ha decidido no presentarse a la noche de Hellfire?

Dustin y Mike: ... (mierda, nos ha pillado)

Kayla: Está bien Kats, es por eso, pero por favor, te necesitamos, Lucas tenía el partido así que Erica le sustituye, pero al llegar vimos que Gareth tardaba mucho y decidimos llamarle. Nos dijo que le han castigado, así que Eddie nos ha dicho que buscáramos a alguien para que le sustituya.

Katherine: (Munson...)

Dustin: Según Eddie, nos lo pide a nosotros porque "somos el futuro de Hellfire".

Mike: Pero las únicas personas que quedan en el insti son los del equipo de baloncesto, que tienen el partido, y las animadoras.

Katherine: Entiendo, pero por qué me lo pedís a mi? El equipo de animadoras es enorme.

Dustin: Porque probablemente eres la única de ellas que sabe jugar D&D!

Katherine: Está bien, iré con vosotros.

Me llevaron a una sala donde estaba el resto de miembros del Hellfire, traté de no mirar mucho a nadie ya que quería evitar hacer contacto visual con Eddie, pero fue inevitable, el no paraba de mirarme y cruzamos miradas, me empezó a dar calor, estaba nerviosa, sudando y mis mofletes se habían colorado. Eddie me gustaba desde la secundaria, habíamos quedado alguna vez, veíamos películas en el cine o íbamos de picnic, ahí no tenía vergüenza porque casi siempre iba drogada, pero cuando se me pasaba el efecto mis mejillas se coloraban, me entraba el pánico, y salía corriendo. Me llamaréis obsesionada o acosadora, pero de vez en cuando (siempre) me escondo detrás de unos árboles cercanos a la casa de Gareth para ver como Eddie toca con su banda, y cuando empieza a tocar los primeros acordes de ESA canción una emoción recorre mi cuerpo, es la única de sus canciones en las que Eddie canta, es preciosa, de sus canciones es mi favorita.