Reina del abismo

CAPITULO 1

3 años en este punto infierno y contando, hoy parece ser que será una bonita mañana, bueno aquí encerada en estas cuatro paredes ningún día es bonito, pero uno trata de pensar diferente para no parar a loco.

Solo cuento con una pequeña ventana que justamente da al patio trasero y algunas veces solo si presto atención, puedo ver cómo se ve el amanecer.

- Niños es hora de levantarse, hay que tomar el desayuno si no aptenganse a las consecuencias.

Escuchar la voz de esa mujer todas las mañanas me dan ganas de vomitar.

Me retiro la sabana del cuerpo he intento ponerme de pie, ayer por llegar 2seg tardes almorzar, me castigaron y la verdad que uno de los cortes en mi pierna derecha si que es profundo.

- Wen! Pssss wen! (susurro) no te levantes tan rápido te puedes lastimar más, yo te ayudo! Espera!!

- Rot no hables tan duro que nos van a volver a encerrar, y esta vez no te ayudaré a conseguir comida.

- Jajaja está bien está bien ya me callo, dame tu mano.

Le doy mi mano y hago un poco de fuerza para poder saltar de la litera que suena más que un borracho con una falda de esas árabes (porque pensé en eso, ni puta idea pero ajá). Rot intenta ponerse lo más firme posible para no caer ninguno de los dos. Cuando mis pies tocan el frío suelo, rot susurra la infernales palabra que detesto que salgan de su boca todos los días.

- Andando!! a recorrer la prisión preventiva de la red.

Y si, por si se me había olvidado mensionarles , estamos en la cárcel (alias la institución RED). Que no es nada más, y nada menos la escuela oculta de los narcotraficantes más poderosos del mundo, en donde nos crían para analizar a las personas mejor que un psicólogo, a torturar mejor que un guerrillero, a matar mejor que un sicario y navegar mejor que un Marín. Llegamos a las edad de 5 años, la primera clase que vemos se denomina: No llorar, no gritar sino tú respuesta se sabrá, de esa clase aún me conservo una cicatriz, aunque rot fue el que peor salió y nunca entenderé porque, ya que nunca lloro y tampoco la expresión de su rostro cambio en el proceso... Pero el oficial que nos daba esa clase solo quería verlo sufrir, tanto que quemó la mitad de su rostro asiendo que durará una semana entera en el hospital de la red. Cuando volvió pensé que su sonrisa de niño bonito ya no estaría, pero fue todo lo contrario, conmigo seguía sonriendo igual.

- Wen!! Pa dónde te fuiste niña!! Vámonos

- Muju vamos

Salimos como siempre sin ninguna expresión en el rostro, sin por nuestras mentes pasar que ese día todo iba a cambiar y torturar nuestras vidas, más de lo que ya lo estaban. A Rot hoy le tocaba Medicina (y no, no es que veamos esa materia, así se le llama en este infierno a la acción de ponernos como ratas de laboratorio), eso quiere decir: le inyectan químicos en el cuerpo bien sean reactivos o no. En mí caso me toca artes marciales; pero lo estoy poniendo en duda, el corte de mí pierna aún no cierra y me está ardiendo a horrores con el roce del pantalón.

Mientras vagaba en el pasillo entre entrar o no entrar al gimnasio (cabe destacar que no estaba tan presente en el mundo) solo sentí cómo fuí tomada por el pelo sin ninguna contemplación mientras era arrastrada dentro del gimnasio, y solo vasto escuchas esa voz para saber que nunca olvidaría este día al igual que mucho.

- Pequeña así que 4seg tarde de nuevo.

Lo que sentí a continuación fue como mí columna estampó contra la reja de seguridad de la parte de adentro del gimnasio. Y al levartar mi rostro solo pude mirar esos ojos de hielo que me causaban pesadillas todos los días.