antialérgicos [minsung]

O1

Han Jisung y Lee Minho vivían juntos hace aproximadamente un año, un año lleno de pelo de gatos y antialérgicos.

Minho era amante de los animales y llegó con esas ideas desde que se mudó con Han, bueno, mil años antes de eso, pero se fomento apenas estuvo ahí.

Con eso empezó el dolor de cabeza de Han, literalmente, porque su alergia lo dejaba devastado, con estornudos y dolores de cabeza horrorosos las primeras veces, luego fue a médico por esto y le dejaron antialérgicos cosa que a veces olvidaba tomar y quedaba bastante mal.

Pero, ¿por qué permitía que Minho siguiera llevando gatos a la casa? simple, el amor todo lo puede, incluso puede hacerte lidiar con resfriados o alergias.

Minho empezó con este tema ya que cuando era pequeño rescató junto a su madre al primer gato de la calle, entre muchos que rescataría más adelante, aquella mujer siempre le dejo un buen ejemplo a Minho de cómo debía tratar a los animales y le hablaba de lo valiosos que eran, cuando ella falleció Minho se propuso seguir lo que su madre había empezado, quería dejar su huella en algo o alguien más y eso serían los animales, iba a empezar por los gatos y quizá más adelante se abriría a más, pero lo lograría, estaba seguro de ello.

El la extrañaba demasiado, pero sabía que estaba descansando.

Su primer gato solo fue un desastre y tuvo el peor final posible, lo mató un chico en la calle porque le dio veneno, Minho sufrió muchísimo por ello, pero cada vez iba aprendiendo más sobre donde no llevarlos y de quienes tener cuidado.

Actualmente estaba hablando con Han sobre los gatos, había empezado hace un rato, pero aún no soltaban el tema.

—Minho, sabes perfectamente que soy alérgico al pelo de gato

—¡Los puedo rapar!

—¡Así nadie los va a adoptar!

—Entonces te daré un antialérgico y un beso por cada gato

Jisung lo pensó, ambos se gustaban y lo sabían, se habían dado uno que otro beso travieso, pero nunca pasaban a más porque ninguno tenía el tiempo para dedicarle a una relación, una vez lo hablaron y quedaron en ser solo amigos hasta que el tiempo lo decida.

Ambos quedaron conformes e inconformes a la vez, era complicado.

Ambos tenían miedo de que el otro se enamorara de alguien más, así que solían hacer cosas de pareja sin serlo en realidad, con el pensamiento de que algún día llagarían a algo.

—Bueno, pero también quiero un beso por cada gato que trajiste antes, desde el primer momento que los dos pisamos está casa

—¡Pero esos serían muchos!

—¿Y?

—Bueno, es premio de todas formas

Aprovechó que estaban sentados en el sofá para acercarse y tomar los cojines, comenzó a rodear a han con los mismos haciendo una "mini prisión"

—Ahora estás en la cárcel y la única forma de salir es recibir todos mis besos

—acepto la condena

dijo en un tono exagerado para sumarle dramatismo fingido a la situación.

—Perfecto entonces

Minho plantó un beso fugaz y sonoro en sus labios, amaba hacer eso.

—Honnie, quiero más

Con eso minho se acercó y se acomodo de buena manera, tomó con una de sus manos la mejilla del menor y acercó sus rostros para así plantar un suave y más duradero beso en sus labios, no iba a mentir, amaba la sensación de estar con Jisung, amaba sus besos, lo amaba a él.

Al momento de separarse Jisung se apresuró a sentarse en las piernas ajenas y comenzar a llenar el rostro del mayor de besos sonoros, sin importarle mucho que todos los cojines cayeron al suelo.

—Me gusta darte besitos en tu carita

—Me gusta cuando te pones mimoso

El ambiente hubiera seguido igual de lindo si Jisung no hubiera comenzado a estornudar por la aparición de tres gatos, era un caso perdido.

en la actualidad habían cuatro gatos en la casa, Minho no solía ponerles nombre para no encariñarse mucho, pero había un gato amarillo muy cariñoso al cual le puso "Sunggie" de nombre en honor a su amigo, a este no le molestó, al contrario pensó que era muy lindo que lo llamara de esa manera.

Al fin y al cabo Jisung también amaba los gatos, pero su alergia no le permitía darles el cariño que quería así que le dejaba esa parte a minho y el le daba mimitos a él para que se los traspasar a ellos.

Porque entre besos y antialérgicos todo era más bonito, a pesar de los mil estornudos que puedan haber en medio.