𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 11

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Pablo Gavi

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Pablo Gavi

Ya estaba en el avión con todos los de la selección, mañana tendríamos el primer partido. Había estado hablando con Calliope todos los días, y de momento la distancia no nos afectaba, espero que siguiera así.

Ayer vi un vídeo de la castaña en el ensayo antes de uno de los conciertos, salían ella y un bebé, y estaban juntando los dedos. Eran super adorables. Cada vez que llamaba a la cantante estaba Enzo jodiendo la marrana, nunca podia hablar con ella sin que nos interrumpieran. La verdad es que le estaba cogiendo asco al chaval, es que parecía que estaba enamorado de ella, y qué quieres que te diga, a mí no me hacía ni puta gracia. Además, él se pasaba todos los santos días con ella, y para rematar vivían en la misma casa y tenían las habitaciones al lado.

Yo no sé qué tal le caeré al rubio pero vamos, me la trae al pairo.

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Ya habíamos aterrizado hace un rato y estábamos en el hotel. Decidí llamar a Calliope para avisarla y hablar con ella.

- ¡TU PUTA ABUELA, ENZO!

Ya estaba otra vez el desgraciado este tocando los cojones, no le tolero, te lo prometo.

- ¿Qué ha pasado? - pregunté un poco molesto.

- Nada, que este subnormal se dedica a molestarme todo el jodido día. - ¿lo habéis escuchado? Si es que no le soportan ni en su casa.

- Eso es mentira, eres tú, que te enfadas por todo. - dijo el rubio.

- Sí, seguro. - murmuré lo suficientemente bajo como para que no entendieran lo que dije.

- ¿Has dicho algo? - me preguntó Callie.

- ¿Eh? No, no.

- Bueno me voy a ir yendo, adiós nena. - ¡MIRA EH, ME CAGO EN LAS TUMBAS DE TODOS SUS MUERTOS! ¡QUE ME LLEVA UNOS PELOS QUE PARECEN LOS FLECOS DE UNA FREGONA! Puto rubio teñido.

Calliope no me contestó nada, sólo se escuchó una puerta cerrarse. Por lo menos no era de los que dejaban la puerta abierta por joder, como mi hermana, que siempre la dejaba abierta, y cuando se lo hacías a ella se enfadaba.

- Perdona por esto, es que se pasa de payaso. - dijo sonriente.

- Nada, no te preocupes. ¿Qué tal fue el concierto? - le pregunté, no iba a darle más importancia porque no quería parecer un tóxico de mierda. Ella estaba en su derecho de hacer lo que quisiera, pero coño, no puedo evitar que me hierva la sangre cuando veo a esa imitación malísima de Draco Malfoy, que ni siquiera tienes los ojos azules chaval, de qué vas.

𝐂𝐀𝐑'𝐒 𝐎𝐔𝐓𝐒𝐈𝐃𝐄 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora