0 4 ; Nido

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"Durante un celo, situaciones de estrés, o simplemente por placer y comodidad, los omegas suelen construir un nido, generalmente conformado por cosas que mantengan el olor del alfa y el omega juntos; donde pueden acurrucarse y sentirse seguros. Son muy protectores y celosos de sus nidos, por lo cual es algo grosero intentar molestar a un omega en un su nido -incluso un alfa con un lazo debería preguntar primero si tiene permiso a invadir su lugar especial-".

— Entiendo Taishiro-sama, gracias — colgó soltando un suspiro frustrado, restregando sus manos en su rostro cansado, casi queriendo arrancarse el alma y dejar el plano terrenal en busca de la paz que necesitaba para no gritarle a su pareja

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— Entiendo Taishiro-sama, gracias — colgó soltando un suspiro frustrado, restregando sus manos en su rostro cansado, casi queriendo arrancarse el alma y dejar el plano terrenal en busca de la paz que necesitaba para no gritarle a su pareja

Hablando del rubio, éste se había acercado sigilosamente para atacar el cuello de Kirishima, restregando toda la cara en aquella zona intentando que su aroma se mantuviese impregnado en el pelirrojo por lo menos el resto del día.

— Conseguiste lo que querías, Fatgum no me va a recibir en la agencia hasta que tu celo pase y no sea un peligro para mis compañeros — no quería explotar en carcajadas pero Bakugou no ayudaba mucho, el contacto de su pelo en su nuca le hacía cosquillas — Soy todo tuyo ahora

— Siempre fuiste mío — murmuró acercando su boca al espacio entre el cuello y clavícula del contrario abriendo lentamente la mandíbula, sus caninos le dolían, clamando perforar la piel de su compañero

— Ni lo pienses — Kirishima sabía de sus intenciones desde que sintió el aliento chocar contra su cuello — Me iré a bañar, no hagas nada y solo quédate quieto

Bakugou gruñó ante su reciente rechazo, últimamente su cortejo1 no era bien recibido por su pareja y eso no hacía más que enfurecerlo; se suponía que ahora debería estar cogiendo con Eijiro hasta el cansancio o hasta que su apetito sexual se tranquilizara, en cambio éste se negaba a compartir feromonas echándole en cara que lo estaba engañando con el alfa bicolor con olor a menta que no hacía más que picarle las narices.

Su cortejo no estaba funcionando y no sabía que otra cosa hacer para llamar la atención del beta. Se estaba carcomiendo la cabeza hasta que tuvo una grandiosa idea, aunque pudiese que no fuera tan efectivo era su último recurso, si Kirishima no aceptaba después de esto se tendría que rendir y pasar los siguientes días de celo en soledad, masturbándose a sí mismo hasta calmar la erección que ahora se asomaba entre sus piernas.

Aunque aquello le doliera no podía forzar al pelirrojo a tener relaciones con él, puede que estuviera cachondo, deseoso por meter su polla en el agujero carnoso de su pareja; pero tenía principios, y no violaría a una persona por más excitado que estuviese, aunque sintiera que su pene explotaría no tocaría a su novio sin consentimiento previo. Aún tenía un poco de racionalidad.

[...]

Salió de la bañera un tanto adormilado, aquel baño lo había relajado a niveles extremos, al punto de que se hubiera quedado dormido en el agua de no ser por un estruendoso ruido proveniente de afuera; cosa que lo alertó, Bakugou estaba haciendo algo a sus espaladas y eso era peligroso conociendo el estado en el que se encontraba.

— Bakugou ¿Qué carajos estás haciendo ahora? — salió del pequeño cuarto ya vestido con ropa más cómoda; casi grita asustado al ver al alfa a centímetros de su cara — ¡Casi me matas del susto!

El otro no dijo nada, limitándose a tomar la mano de Kirishima y guiarlo a su habitación.

— ¿Por qué me llevas a tu cuarto?

Al cruzar el marco se quedó callado, sorprendido de lo que veían sus ojos. Un nido muy bien acomodado se avistaba sobre la cama del rubio. El beta estaba perplejo, preguntándose si era posible que un alfa –y más siendo dominante– armara su propio nido, de lo poco que sabía sobre los subgéneros estaba seguro que solo los omegas hacían sus nidos con la intención de protegerse, nunca había escuchado que un alfa construyera uno, tal vez Bakugou no era un alfa común.

— ¿Este nido es tuyo? — tenía miedo de acercarse, había escuchado por compañeros alfas que los omegas resultaban ser territoriales con su nido

Una vez escuchó como la pareja omega de uno de sus camaradas lloró todo el día cuando su nido se vio destruido, tuvo que mimarlo excesivamente lo que restaba de la semana. No tenía la energía para lidiar con un Katsuki llorón.

Más cual fue su asombro al ser empujado por el rubio hacia el interior de la habitación, acercándose peligrosamente a la formación de mantas y almohadas.

— No seas estúpido, es tuyo — un nuevo empujón lo hizo tocar la cama

— ¡¿Mío?!

— ¿No te gusta? — la voz normalmente imponente de Bakugou cambió a una dolida, afligido por no dar una buena impresión, pensaba que formarle su propio nido a su pareja sería un lindo detalle

Kirishima por su parte se sentía la peor escoria en el mundo al ver los ojos lagrimosos de su amado novio, no era que no le gustara pero le parecía un tanto extraño aquel comportamiento; luego investigaría. Regresó la vista a Bakugou, estaba seguro que si no obtenía respuesta de su parte se pondría a llorar ahí mismo.

— Entonces, ¿Puedo? — los ojos del alfa brillaron deslumbrantes, si tuviera una cola se estaría moviendo energéticamente de un lado a otro

Ante la afirmación silenciosa subió lento tratando de no desacomodar nada y se dejó caer cuando estaba en medio de todo el caos, la habitación de Katsuki nunca se había visto tan sucia, y eso le daba gracia pues cuando su alfa regresara a la normalidad se pondría a recoger todo meticulosamente como solía hacerlo, era un hecho inequívoco.

Curiosamente estar en aquel espacio, rodeado de todas las mantas, almohadas y prendas lo reconfortaba, se sentía seguro. ¿Acaso aquel sentimiento tenían los omegas cuando construían su nido?

— ¿Te gusta? — Bakugou llegó a su lado, mientras miraba embelesado la imagen de Kirishima en un nido, y no cualquiera, uno hecho por él; se sentía orgulloso

— Me encanta — se removió en su lugar, buscando la posición más cómoda en la cual recibiera el máximo calor, aunque algo le faltaba, de ello era consciente — Ven acá — tironeó del rubio para tenerlo a su lado, su mayor fuente de calor claro que debería estar a su lado

Aquello fue suficiente para que Kirishima quedara noqueado por el sueño, quedando dormido en el pecho fornido de Bakugou mientras éste acariciaba las hebras pelirrojas de su novio, murmurando una canción que su madre le cantaba de pequeño para dormirlo en sus brazos.

[1]: Intento de impresionar a un omega mediante diversas acciones, si éste es impresionado cederá, sino, pues el alfa tendrá que apartarse ante la decisión del omega

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[1]: Intento de impresionar a un omega mediante diversas acciones, si éste es impresionado cederá, sino, pues el alfa tendrá que apartarse ante la decisión del omega.

Usualmente son los alfas quienes llevan a cabo el proceso, pero puede haber algunas excepciones.

La manera de decir que si sirvió el cortejo es cuando el omega acepta la marca de unión o el lazo.

Rodera [Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora