Capitulo 7. Palabras de realidad.

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Tanjiro sabía muy bien las reglas del juego, así como sus posibles consecuencias y, sin embargo, decidió arriesgarse a jugar por los sentimientos de su hermana que habían sido manipulados de la peor forma. Pero hasta el mejor jugador puede caer y sumergirse en algo no tan grato... o sí. 

-Ahora si Steve cruzo los límites. ¿Lo vas a denunciar?

-Eso no depende de mí, sino de Kanao.

-Conociéndola, estoy seguro que lo dejara pasar. Lo que me preocupa es que a ese idiota intente lastimarla normal.

-No deberías.

- ¿Por qué lo dices?

- Mira por ti mismo.

- (Gota de sudor) Steve.

- ¿Tú que miras, rarito?

-La pelota que tienes por nariz.

- (Chasquea la lengua) Otro imbécil.

-Tanjiro, ¿le rompiste la nariz?

-Un precio justo para sus perversiones, ¿no crees?

-Si, pero no te sorprendas si al que demandan es a ti.

-Te aseguro que no se va a atrever.

-...

- (Extiende su mano) No con esta prueba en mis manos.

- (Suspira) Tu inteligencia me sorprende.

-Por si acaso te lo envié al celular.

- ¿Crees que intente deshacerse de este video para perjudicarte después?

-Es mejor estar prevenidos ante cualquier panorama.

-Tienes razón. ¿Y Kanao? ¿Cómo reacciono a todo?

-Estaba muy asustada, y no es para menos. La lleve a su casa; por cierto, debo devolverle las llaves de su auto.

-Lo harás después, vamos retrasados a la primera clase.

-Está bien.

Asegurarse para evitar posibles desgracias, una estrategia antigua pero efectiva. Claro, mientras el adversario no esté al tanto de la misma. 

-Kanao, debiste quedarte en casa.

-No puedo esconderme del mundo, solo porque es peligroso. Y menos cuando yo no lo provoque, Aoi.

-Tienes razón. Ah, te juro que le daré su merecido a Steve en cuanto lo vea.

-No quiero más problemas, Aoi. Además, estoy segura que ya no se acercará a mí.

- ¿Lo dices por Tanjiro?

- (Leve sonrojo) Hubieses visto la forma en la que me defendió, en cómo me consoló.

-Ay Kanao, has caído en redes del amor.

- (Nerviosa) ¿Eh?

-Me alegro por ti, al fin te dedicaras a algo que no sea solo el estudio.

-Aunque así fuese, dudo que Tanjiro...

-Solo hay una manera de comprobarlo y eso es diciéndole.

- (Sonrojada) No puedo de-decirle algo de lo que todavía no estoy segura.

- (Pero si es más que obvio) SI tú lo dices.

-Kanao, te buscan.

- ¡Voy! Nos vemos al rato, Aoi.

-Si. Que despistada es.

La mariposa que se poso en mi ventana |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora