Voy a conocer a N-onix32. No paro de morderme las uñas, de cambiarme de chaqueta, de pantalones, de falda y complementos. Me he pintado los labios de rojo intenso. Quizás sea demasiado. Llevamos hablando casi tres meses por Internet y ninguno de los dos sabe cómo es el otro.
Mientras camino hacia su casa, no paro de mirarme en todos los escaparates, me aliso la falda, me pongo el bolso en un brazo y luego en el otro, me pinto de nuevo los labios. Yo hubiera preferido quedar en una cafetería, en un bar o en una terraza, pero N-onix32 me dijo que tenia la pierna rota por un accidente de moto reciente y que por ello sería más cómodo para él vernos allí.
Me subo en el ascensor, me acicalo los tirabuzones y me vuelvo a pintar de rojo los labios. Beso un papel para quitar el exceso.
-Adelante.
N-onix es un chico treintañero, moreno, con una mirada extraña azabache. Sus labios se mueven muy poco al hablar, pero dejan entrever una sonrisa perfecta. Es alto y fuerte. Curioso inclusive. Sus movimientos parecen muy pensados, hasta sus risas parecen meditadas. Parece contenido.
El apartamento es muy pequeño, pero muy acogedor. La cocina y la sala de estar se fundían en un solo espacio. Una puerta al fondo parecía que lleva a su habitación.-¿Una cerveza?- me pregunta ofreciéndomela.
-Si, gracias.
Nos sentamos en el sofá de cuero blanco.
-No pensaba que serías así- le digo- te imaginaba diferente.
-Yo también- me dice poniendo su birra encima de un posavasos- ¿Te importa?
Le imito. En mi cerveza se ve la marca de mi carmín. Parece lo más sucio del lugar. La verdad, todo esta muy limpio, casi esterilizado.
-Se nota que trabajas en un laboratorio.
-¿Por qué lo dices?- pregunta asombrado.
-Tienes todo ordenado y limpio- parezco tonta sonriendo así.
-Bueno, no siempre esta todo tan limpio. A veces pongo plásticos en los muebles para que no se manchen.
-¡Qué exagerado!- sigo sonriendo como una idiota.
-Tú trabajabas en tu propio negocio, ¿no?
-Si, en ello ando. Es una tienda de cosas para zurdos. Hay poca clientela, pero es fiel. No tengo a nadie contratado, abro y cierro la tienda yo sola. Es cansado, pero es mi negocio.
-Interesante. Yo soy diestro, sino algo te compraba.
-No sabes las veces que me han dicho eso- de nuevo, parezco estúpida.
Cuando me quiero dar cuenta le estoy hablando de mi tienda, del sacacorchos para zurdos y de las tijeras para los pelos de la nariz, también para zurdos.
-¿Pero tú eres zurda?- pregunta.
-No.
Él se ríe, por primera vez en toda la cita, de manera natural. Apura su cerveza.
-¿Otra?- le pregunto, descarada.
-Claro. Ve a la nevera y pilla dos.
Camino hasta la cocina que esta lacada en rojo, encimera, frigorífico, horno...todo rojo.
Cuando abro el congelador – en mi casa el congelador está debajo de la nevera. La de este chico está encima y me confundí- no puedo asimilar lo que veo.
Cierro la puerta y abro la nevera. Cojo las dos cervezas. Me siento a su lado.
-¿Estás bien?
-Si, si. Me he levantado muy rápido- digo, intentado parecer tonta como antes.
-Tranquila, túmbate si quieres.
-No, no. Gracias. Estoy bien.
-Ajá. Bueno, entonces, si no eres zurda, ¿cómo te dio por montar una tienda para zurdos?Yo solo pensaba en la cabeza de la chica dentro de la bolsa de plástico que había visto en el congelador. Como la escarcha se acumulaba en los pliegues de los ojos y la sangre del cuello se había coagulado. La expresión del horror congelada.
-Mi padre era zurdo. Siempre hablaba de lo mal que lo trataban las monjas por eso.¿Quién era esa chica? ¿Por qué le había cortado la cabeza? ¿Quién es este hombre?
Entonces caí.
-¿No tenías la pierna escayolada?Él me miró de una forma que nadie me había mirado. No con deseo, ni con amor, ni con odio. Ni lástima. Ni ira. Era otra cosa, más profunda, más oscura.
* * *
Nonix entra en su habitación y abre el armario. Ante él aparecen doce cabezas femeninas, todas en vitrina, conservadas, con sus peinados impolutos.
Pasa la mano por la vitrina de la última cabeza. La destapa y roza con su dedo índice el muerto carmín de mis labios.
![](https://img.wattpad.com/cover/156354497-288-k58057.jpg)
ESTÁS LEYENDO
RELATOS Y CUENTOS de diferentes momentos
Short Story10 cuentos escritos en diferentes momentos y por eso, sin hilo, ni tema; así a lo loco! Te aconsejo ver el índice y leer el que te llame más la atención!