♣ᴛʜᴇ ʜᴏᴜꜱᴇ ᴀʟᴡᴀʏꜱ ᴡɪɴ♠ ♠ʟᴜᴄᴋɪᴛʏ♣

˚ ១ 。ᴛʜᴇ ᴘᴀꜱᴛ ɴᴇᴇᴅ ᴛᴏ ʙᴇ ꜰᴏʀɢᴏᴛᴛᴇɴ˚ ១ 。

Quackity había tenido suficiente.
Había renunciado a su trabajo. Ese casino gigante, al cual le dedico días, meses, años decidió abandonarlo todo por las decisiones de su ya ahora difunto esposo, y lo que su nuevo jefe le hacia pasar día tras días.

Ese casino ya no era su lugar seguro, ahora era un lugar lleno de malos recuerdos, donde paso gran parte de su vida en miseria y sufrimiento continuo.

Pero se preguntaran, ¿Cómo es que el mejor anfitrión y apostador de todos acabo renunciando a su imperio?, ¿Qué no era el casino numero uno de la ciudad Kake? ¿Por que lo abandonaría así como así?

Que tal si explicamos un poco desde el inicio, antes de tener a nuestro azabache en medio de la lluvia caminando sin rumbo.

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Quackity desde muy joven tenia la gran habilidad en los juegos de apuestas, su inteligencia en ello era notable, por como podía cambiar una partida que parece perdida a una total ventaja para si mismo. Como se sabia todas las trampas posibles de cada posible juego, era muy extraño que este azabache perdiese.

Con este gran conocimiento de su lado, y unas ansias grandes de crear su propia empresa, su propio casino, se embarco a lo que se convertía poco a poco en la ciudad de las apuestas, en la ciudad de los casinos.

Este lugar estaba empezando a tomar forma en esos días, pero ya había presencia de varios casinos con temáticas muy buenas y atrayentes.

Con todo el dinero y contactos que fue recolectando en su joven vida, logro comprar un terreno bastante grande para lo que seria su casino. La que fue el mayor de sus sueños.

"Las Nevadas." Era el nombre de su mas deseada construcción, desde hacia años que tenia ese nombre bien anotado en su pequeña cabeza, y por fin se estaba volviendo realidad.

Tomo su debido tiempo la construcción de la edificación, pero al final, lo logro, la gran apertura de "Las Nevadas". Debido a la gran publicidad que logro pagar, y la propia temática que el manejaba, logro atraer a muchas personas, posicionándose en cuestión de menos de un mes como uno de los 3 casinos mas visitados de la ciudad.

Pero no solo era la temática, los juegos, los colores de las luces, el edificio, eso era solo un porcentaje del por que la gente le encantaba "Las Nevadas". La verdadera razón es que adoraban al anfitrión del casino.

Su carisma, forma de hablar, sus gestos corporales, y la forma tan rápida y al mismo tiempo elegante a la hora de jugar algún juego, era de admirar.
Su elocuencia te hacia querer apostar mas y mas incluso aun que estuvieras ya en la bancarrota o tuvieras el millón de tus sueños, era capaz de transmitir una confianza de poder ganar a la siguiente, incluso si realmente pierda todo.