Después de hablar con Hinata, Yamaguchi se sentía un poco... Decaído. No se sentía triste, pero si algo pensativo, no pensó que Hinata se mostraría así, pues desde que lo miró, lo vio muy sonriente e hiperactivo, era raro verlo tan serio.
Ya estaba oscureciendo así que decidió ir con Tsukishima, todavía no quería dormir pero quería pasar el rato con él, le gustaba hacerlo, se sentía muy cómodo y en confianza por alguna razón.
Cosa que pensó que no pasaría después de lo que dijeron Kuroo y Hinata, pero Tsukishima no era nada de lo que dijeron, al contrario, era muy atento y amable.Tocó con delicadeza la puerta dos veces.
— No necesitas tocar. —Fue lo primero que le dijo Tsukishima al abrir la puerta. — Siempre puedes entrar.— Oh, está bien. —Respondió con torpeza entrando a la habitación.
— ¿Estabas con Hinata? —Preguntó intentando hacer conversación, no porque le importara el pelinaranja.
— Sí... Al parecer conocía a Yachi de su vida humana... —Explicó mientras se sentaba en la cama del rubio y cruzaba sus piernas.
— ¿Conoces la historia de Hinata? —Preguntó, pues desconocía si estaba al tanto.— Sí, conozco la historia de todos. —Asintió, la conocía aunque nunca mostró interés por las historias de los demás, las historias llegaron solas a él.
— Me parece... triste, pero a la vez me parece algo tan honroso, murió por proteger a Yachi. Me imagino que verla ahora debió ser duro para él, dijo que ella era el amor de su vida. —Desvió la mirada, ahora era más consciente de la situación y trató de ponerse en el lugar de Hinata.
— Uno siempre cambia al amor de su vida... —Contestó suspirando con algo de tristeza.
— Por otro amor o por otra vida. —Al decir aquello miró directamente a los ojos del pecoso y Yamaguchi por un momento pensaría que se lo decía a él.— ¿Por qué dices eso? —No pudo evitar sentir curiosidad.
— Simplemente lo sé...
Al haber escuchado sobre la vida humana de Hinata, sintió curiosidad sobre la de Tsukishima.
— Tú... ¿Cómo era tu vida humana? —Preguntó trabándose un poco, pues no sabía cómo preguntarlo. — ¿Yo estaba en ella?El rubio volteó a verlo y luego miró a la ventana, parecía dudoso.
— Sí, estuviste en mi vida humana. —No podía negarlo, estaba seguro que Tadashi tenía sus sospechas por lo que comentó Sugawara acerca de que por él estaba ahí.— ¿De verdad? —Dijo emocionado, a pesar de no recordar esa vida, eso lo hizo feliz. — ¿Cómo éramos?
— Éramos amigos... —Suspiró viendo al pecoso a los ojos. — Solo fuimos amigos. —Bueno, al menos no mentía.
— Pero, ¿por qué te convertiste en Dios? —Después de escuchar la historia de Hinata, sentía curiosidad por la historia de todos, en especial la de Tsukishima.
Al escuchar esa pregunta el rubio desvió la mirada y mojó sus labios para después suspirar.
— No me gustaría hablar de eso. —Dijo en voz baja pero lo suficientemente audible para que le escuchara.Yamaguchi se sintió torpe, tal vez era algo difícil de hablar para él y no lo consideró.
— Está bien... Lo siento.— No te disculpes, es solo que... —Se detuvo buscando que decir, buscando las palabras adecuadas, pero solo atinó a suspirar.
— Es algo complicado... Pero puedes preguntarme otra cosa.— Lo entiendo, está bien si no quieres decirme. —Sonrió ligeramente dándole a entender que lo comprendía.
— ¿Por qué eres Dios de la luna? ¿Por qué no Dios de otra cosa?
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El Dios de la luna
SpiritualSueña con la luna y alcanzarás las estrellas. TsukkiYama [AU] Haikyuu