✨ Nueve meses de espera ✨

Capítulo Primero: Prueba de embarazo

"Un nuevo día empieza contigo dentro mío. Prometo hacerte siempre tan feliz como tú me haces a mí." - Anónimo.

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Christian se había estado sintiendo un poco extraño últimamente, la mayor parte del día se encontraba muy cansado, los olores fuertes lo incomodaban, y; lo peor de todo era que su amado Bambino no estaba para consentirlo cuando más lo necesitaba. El italiano había tenido que viajar a Europa a solucionar unas cosas con su club, mientras Christian se quedaba en su casa en Trujillo disfrutando de sus vacaciones.

Bueno, "disfrutando" era decir mucho, porque los síntomas que tenía no lo dejaban tranquilo. Así era como se encontraba en el baño de su casa, con la condenada prueba que había ido a comprar a la farmacia más cercana. Sentado en la tapa del inodoro, miraba el pequeño dispositivo sin saber qué hacer con él.

— Tamare, ¿cómo se usa esta huevada? — murmuró con un puchero empezando a formarse en sus labios.

Las instrucciones en la caja no le dejaban nada en claro, y le daba mucha vergüenza ir a preguntarle al señor de la farmacia cómo hacía para poder hacerse la maldita prueba. Tal vez sería mejor ir a una clínica y sacarse una muestra de sangre, después de todo estas eran más confiables.

El lado malo era que tenía mucho miedo de que alguien lo reconozca, no porque sea desconocida la relación que mantenía con el italiano ni porque no supieran que él era un portador, sino porque en su rubro de trabajo eran muy escasas las personas como él y porque, al ser alguien tan conocido; si lo veían en ese lugar, probablemente saliera en las noticias como había pasado con sus compañeros.

Y él prefería que Gianluca se enterara por su propia boca si es que había algo que enterarse, y no por la prensa.

En la selección sólo habían otros dos portadores además de él: Yoshimar y Jefferson. El último se había retirado del fútbol después de su segundo embarazo, y el chalaco acababa de tener a su primogénito.

Una idea empezó a formarse en su mente, dándose una palmada en la frente segundos después por no haberlo pensando antes. Llamaría a Yoshimar y le preguntaría cómo se hacía la condenada prueba, sonrió bastante seguro de haber encontrado una solución a su pequeño problema.

Con el celular en la mano se dirigió a su habitación para poder llamar a su amigo sin tener que estar incómodamente sentado en la taza del inodoro.

— Yoshi, mano, tengo un problema — le dijo apenas el otro chico contestó.

— ¿Qué fue, Cholo? ¿Ahora qué hiciste? — ese fue el saludo de su amigo — No me digas que te has peleado con el Bambino.

— No, claro que no — a lo lejos escuchó la voz de Renato preguntando algo sobre un pañal limpio. — Si estás ocupado puedo llamar más tarde.

— No, no. No pasa nada, Renato ya encontró los pañales de Alvarito. Dime, ¿qué pasó?

— Verás, me he estado sintiendo un poco mal en estas últimas semanas, y pues fui a una botica a comprar algunas cosas... ya sabes, por los síntomas que tengo... compré una prueba de embarazo — Silencio. Eso fue lo que se escuchaba en la otra línea ante la información soltada de sopetón. Christian sabía que si se detenía a pensar un poco no habría tenido el valor de contarlo.

Tras unos segundos sin ninguna respuesta por parte de su amigo, Christian comenzó a llamarlo por su nombre, al segundo llamado se oyó un grito (casi chillido) de parte del otro chico que hizo al trujillano alejar el celular de su oído.