Capítulo Cuarto: Antojos

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"Más que un antojo, eres un sueño cumplido, hijo mío".
— Anónimo.

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Christian tragó saliva nerviosamente, sabía que le esperaba una regañada monumental por parte del Káiser, y todo era culpa de la prensa metiche. No sabía como era que muchos se quejaban de la existencia de programas al estilo de Magaly TV cuando eran ellos mismos quiénes consumían ese tipo de contenido.

—Contesta amore, es mejor así —Gianluca le dijo también un poco nervioso, sus manos estaban firmemente sujetas al volante, y su mirada fija en la carretera delante suyo-, lo peor sería si nos encontramos con él frente a la casa.

—No lo tientes Lapa, menos mal sigue en Argentina —Christian suspiró, pero hizo caso a lo dicho por su pareja y contestó la videollamada—. Hey manito, ¿cómo estás?

—¿Cómo estoy? —Fue lo primero que se escuchó, la voz del defensa sonaba bastante molesta, pero todavía no se le veía en la pantalla. La voz, plana y neutral, puso aún más nervioso al pequeño mediocampista—, ¿qué te parece despertar y encontrarte con la noticia de que mi "hermano" está esperando a mi sobrino o sobrina y soy la última persona en enterarme?

—Ehh... tampoco eres la última persona en enterarte... —Chris mordió nerviosamente su labio inferior sintiendo como de pronto le empezaba a doler el estómago—, ¿o sí?

Por fin el rostro molesto y ceñudo de Carlos apareció en la pantalla del celular del trujillano, quien tragó saliva sintiéndose intimidado por la mirada seria que el otro hombre le estaba dando. Normalmente no era receptor de ese tipo de miradas. No, lo usual era que él estuviera al lado de Carlos cuando otra desafortunada alma había logrado molestar al defensa.

—Ah, no soy el último claro. Pero tampoco soy el primero —Christian estaba seguro que si una de las manos del jugador de Boca no estuviera ocupada con el celular, ya estaría de brazos cruzados y dirigiéndole esa mirada que era capaz de reducir a personas como Paolo, en un manso corderito.

—No fue mi culpa... ¡si Yoshi lo sabe es porque me vi en la necesidad de llamarlo para poder pedirle ayuda pues no sabía cómo miércoles usar las pruebas de embarazo! —Carlos lo miró por unos segundos antes de abrir los ojos todo lo que pudo, en un claro gesto sorprendido.

—¿Yoshimar lo sabe?—preguntó el pelinegro débilmente.

—Eh... ¿sí? ¿no estábamos hablando de eso? —titubeó el menor sobando su vientre pues ya empezaba a sentir algo de hambre.

El defensor frunció un poco más el ceño, si es que eso era posible, y después de una corta pausa volvió a hablar: —Me refería a la prensa, no a Yoshi.

—Oh! —Christian sonrió apenado, decidiendo usar su estado a su favor para apaciguar la cólera de su amigo—. He estado un poco sensible estos días y además estaba esperando que Gian regrese de Italia —una gran mano apretó la suya dándole confort y fuerza para seguir hablando—, cómo podrás entender el primero en saberlo debía ser el padre de mi hijo ¿no?

—¿Qué? —Carlos estaba mirando a otro lado y parecía estar hablando con alguien más—. No me digas que hacer, Paolin.

—¿Estás con el Capi? —preguntó Christian asombrado, se suponía que el mayor estaba en USA haciendo su rehabilitación—. No sabía que estaban en Argentina...

Carlos rodó los ojos de forma sarcástica, e hizo una mueca desdeñosa en dirección a su pareja. Claramente no estaba molesto solo con Chris, el malhumor que se cargaba el defensa parecía ser causa directa de algo que había hecho el Capi.

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