Whispers - El Conjuro

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭

Rhode Island, Estados Unidos

Una joven Eva intentaba conciliar el sueño, pero no podía, no paraba de dar vueltas en la cama ya que sentía como si alguien la estuviera observando fijamente, y aquello la inquietaba bastante. Hasta que llegó un momento en el que se hartó y se levantó de un salto de su cama y lo primero que captaron sus ojos fueron una sombra gigante en la esquina de su habitación. Quería gritar, pero no podía, tampoco podía moverse, estaba en shock.

—Corre. —De repente escucho en un susurro, y eso hizo, salió corriendo de su habitación sin mirar atrás. Corrió tan rápido como sus piernas podían, hasta que se encontró frente a la puerta del cuarto de su padre, en el cual entró rápidamente.

—¡Papá, había alguien en mi habitación! —Empezó a repetir sin cesar Eva.

Su padre apenas escucho lo que Eva dijo se levantó de un salto, para luego dirigirse hacia la cómoda de la habitación donde reposaba su arma, ya que era policía.

—Quédate aquí cariño, voy a revisar tu cuarto, ahora vuelvo. —Le aviso su padre, para después darle un beso en la cabeza y dirigirse con pasos cautelosos y el arma en alto hacia la habitación de Eva.

Cuando el hombre llegó a la habitación no encontró nada, aunque eso no logró hacer que se relajara, por lo que empezó a buscar por todo el lugar el indicio de que hubiera alguien en la casa, pero no había nada ni nadie. Ahora sí, más relajado, guardó el arma entre el elástico del pantalón y la cadera para dirigirse hacia su cuarto donde se encontraba Eva sentada en la cama con los ojos llorosos y muy nerviosa.

—Eva, no hay nadie en tu cuarto, lo revise de arriba a abajo y no había nada. —Avisó el padre para que la joven se sintiera más tranquila.

—Pero, papá te juro por mi vida que había alguien ahí, lo vi, era alto y estaba en una esquina de la habitación. —Dijo con la voz entrecortada por el llanto.

—Eva, te lo vuelvo a repetir, revisé toda la habitación y no había nadie, así que ahora a dormir que es muy tarde. —Dijo el hombre para después acostarse—. Y no te olvides antes de salir de apagar la luz, buenas noches.

La chica aún asustada decidió hacerle caso a su padre e irse a dormir.

1971

Una Eva adulta se encontraba sentada en un escritorio llenando unos papeles de su trabajo en la comisaria, había logrado convertirse en policía como su padre y estaba muy orgullosa de ello. En ese momento entro su compañero de trabajo y mejor amigo, Brad Hamilton.

—Hola Brad. —Saludó Eva aún con la vista puesta en los papeles.

—Nunca voy a entender como sabes quién entra por la puerta sin siquiera mirar. —Dijo Brad a su amiga.

—Es un sexto sentido. —Dijo Eva mientras le guiñaba el ojo.

—Si claro, como tú digas. En fin tengo algo que te podría interesar. —Le avisó Brad mientras le mostraba una hoja a la chica.

—A ver, ¿qué es esto? —Preguntó Eva mientras le arrebataba la hoja de las manos y empezaba a leerlo.

El papel mencionaba que los demonólogos Ed y Lorraine Warren necesitaban de la asistencia del policía en un caso. Eva automáticamente se emocionó mucho, desde hace tiempo era fan de sus casos, ya que desde pequeña siempre veía sombras y escuchaba ruidos en su casa, y saber que no estaba loca como decía su padre le daba tranquilidad.

—¡Oh por Dios! Que genial Brad, después de esto necesito que me cuentes todo lo que puedas. —Le dijo Eva con una sonrisa emocionada en su cara.

—En realidad estaba pensando en que me acompañaras, sé que eres muy fan de sus casos y les pregunté si podía llevar a una colega y me dijeron que si, así que levanta tu trasero y vámonos. —Avisó Brad mientras miraba como la sonrisa de Eva crecía cada vez más y más.

—¡Ay, si si si! Ya va, espera agarro esto, y ya estoy. Vamos, apresúrate. —Dijo Eva mientras pasaba rápidamente por su lado con todas sus cosas en mano.

Brad se rió un poco negando con la cabeza levemente, luego agarró su chaqueta para seguirla y partir hacia la casa donde los esperaban los Warren.