The Perfect of Slytherin [Tom Riddle]

1. De vuelta en Hogwarts.

Ya me encontraba en el tren esperando llegar a Hogwarts después de unas eternas vacaciones.

Escuche como la puerta de mi compartimiento se abrió, era mi mejor amiga quien me miro con una sonrisa.

— Druella. — Saludé con una sonrisa.

— Amber. — Devolvió la sonrisa y se sentó a mi lado.

— ¡Oh por la barba de Merlín! — Hablo Laurena entrando al compartimiento.

— ¿Qué pasó? — Preguntó Druella.

— ¿Viste lo guapos que se pusieron los de nuestro grado? — Contó mordiéndose el labio.

— Sin hablar de Nott y Riddle. — Comentó Druella. — Ellos siempre han estado guapos.

Todas reímos.

— Ay amiga regalame a tu hermano, esta guapísimo. — Hablo Laurena.

— Eh no, mi hermano esta prohibido para ustedes dos. — Las mire y soltaron una risa.

Iba a decir algo Druella cuando alguien abrió la puerta del compartimiento.

— ¿No han visto a Orión? — Pregunto Nott mirándonos.

— Uhm no, debe de estar con Riddle o Damian. — Respondi rápidamente.

Nott volvió a cerrar la puerta.

— Siempre he creído que Jack tiene un flechazo por vos. — Habló Laurena al ver que se había ido ya Nott.

— No seas tonta, obvio no.

— La apoyo, ¿No viste como te miro? — La apoyo Druella.

Negué y solté una risa.

— Claro que no.

— Déjala, no lo nota por que babea por Tom. — Bromeó Laurena.

Mis mejillas se pusieron rojas.

En segundo año tuve un pequeño enamoramiento hacia Tom Riddle, pero ya no me gusta.

¿Verdad?

— Claro que no, por favor superen eso. — Hable ya frustrada. — Aparte estoy tratando algo con Fleamont Potter.

Confesé de una vez.

Me miraron escandalizadas.

— ¿Un Potter? Bueno al menos es puro. — Hablo Laurena.

— Bueno para gustos hay colores. — Dijo aun sorprendida con mi noticia.

Era mentira, al final de año de cuarto tuvimos unos encuentros pero no pasó de eso, bueno yo no quería que pasara de eso.

Escucha a las chicas hablar de sus vacaciones mientras me quedaba dormida en aquel asiento.

Era un viaje largo y escuchar a ellas dos hablando de chicos era mucho, así que preferí dormirme.

Sentí como el Tren se fue deteniendo y abrí mis ojos.

Estaba sola en el compartimiento.

¿¡En que momento se fuero!?

Me levante asustada y salí corriendo del compartimiento para lograr agarrar una de las carrozas.

Al salir del tren choque con alguien de frente.

— Auchs... — Me queje sin mirarle.

— ¿Por qué tanta prisa Cameron?

Oh no... Esa voz.

— ¡Riddle! Hola... — Lo saludé apenada.

Me miro a detalle y volvió a poner su mirada en un libro y camino a la última carroza que quedaba.