Prem se dejó caer de espaldas en la cama gracias al ligero pero firme empujón que la mano del otro hombre dio en su pecho.
Por su mente pasó un fugaz pensamiento acerca de que tenía los dedos largos y que había oído muchas bromas de sus amigos respecto al sexo y los dedos largos.
Volvió a mirar. Boun tenía ya la camisa desabrochada y le miraba con el ceño fruncido.
-Estás pensando. Quiero hacer que realmente lo disfrutes y no puedo si estás pensando. ¿Hay algo que te preocupe?
Prem apretó los labios y negó. No iba a explicarle que le habían fascinado sus dedos.
Boun asintió y sonrió de medio lado, provocando una punzada de excitación en su cliente. Se desabrochó un cinturón de color negro y luego se deshizo de los pantalones. Los zapatos ya se los había quitado al entrar. Se quito los calcetines y volvió a mirar a Prem, solo vestido con unos bóxer de color azul marino.
-Es el momento crucial. Hasta ahora has podido arrepentirte pero si empezamos no creo que lo hagas. Aún así parare si me lo dices. Ahora... ¿quieres que siga con esto?
Prem se apuró a asentir. Casi grita un por favor para que ni se le ocurriera detenerse.
Se cernió sobre él como una sombra nada amenazante.
-¿No deberíamos apagar la luz?
-No, porque entonces no verías nada.
Prem gimió sin argumentos ante esa frase lapidaria. Boun empezó a acariciarle el rostro y a besarle por la garganta. Se movió sobre él, pero sin descargar su peso contra su cuerpo. Tenía las manos apoyadas en el colchón encima de Prem. Éste no sabía que hacer con las manos. Sabía que debería moverlas, quitarlas o hacer algo con ellas para eso estaba bloqueado.
Boun se incorporo sobre sus rodillas y le miró.
-Puedes hacer lo que quieras con las manos.
¿Lo había dicho en voz alta? Prem ya no lo sabía. Su cuerpo luchaba contra un millón de sensaciones desconocidas y otras muy fugazmente conocidas. Tenía calor, como si estuviera en una sauna, y notó como su cuerpo se cubría de sudor, pero no le desagradaba en absoluto. Boun le guió y acarició con las manos el pecho del otro hombre.
Lo tocó con torpeza, pero eso provocó que un rayo de placer cruzara desde sus genitales hasta su entrada, que palpitaba expectante.
Se olvidó de todo. Se olvidó de su inexperiencia y de su presunto decoro, se olvidó de cómo había pensado que sería, solo quería sentir.
No sabía cómo pero Boun le había desabrochado la camisa y le movió para quitársela. Con movimientos rápidos le quito el pantalón y la ropa interior.
Y la vergüenza que Prem había creído que iba a sentir no aparecía en absoluto.
Tenía el pecho humedecido del sudor y de los besos de su compañero de cama. El último beso había sido en la parte baja de su abdomen y le había dejado expectante.
Boun se apartó momentáneamente y Prem protestó.
-¿Por qué paras?
-Protección. Nunca lo olvides.
Prem levantó la cabeza y vio a Boun de pie, en todo esplendor, sudado y acalorado y con una ereccion completa que estaba cubriendo con rapidez y la profesionalidad por un preservativo.
Volvió a él. Prem había sentido una punzada de miedo al ver el tamaño de un pene en completa erección y de si dolería o no al entrar en él.
Pero entonces ese pene rozó su cadera y su cuerpo gritó de deseo. Quería eso, y se le había privado durante demasiado tiempo de algo tan básico y natural.
Prem no entendía porque Boun le colocaba un preservativo a él también.
-Si deseas practicar cosas como sexo oral, también es necesario. O simplemente por si eyaculas sobre mi. Es importante la prevención no solo de embarazos...
-Oye... -Prem gimió.
-Dime -Boun trataba de disimular lo mucho que le estaba excitando ese "trabajo". Ni siquiera había mirado el reloj una vez. En realidad, no quería mirarlo.
-Gracias por explicarme esto. Se que lo haces por mi. Igual que estás siendo delicado porque te dije que era virgen. Pero por favor... no más lecciones -su voz acabó en un gemido. Boun conforme hablaba se había untado las manos con algo y ahora mismo un dedo se había deslizado con gran facilidad por su entrada. Estaba estrecho y cerrado, pero aún así había lubricado algo. El gel de los dedos de Boun -ahora eran tres- le calmaba y era frío. Boun le giró y colocó su abdomen de modo que le dejó con la cabeza apoyada en la almohada y su cuerpo en cuatro sobre la cama, los brazos arañando el colchón y el culo colocado de modo que sobresalia. Boun había decidido que para una primera vez esa era una muy buena postura.
Cuatro dedos.
-¿Lo hago?
Prem gritó que sí y más palabras que Boun no entendía. No le importaba. Se estaba apretando los labios con fuerza hasta notar sangre porque ese "trabajo" le estaba excitando muchísimo. Casi podía olvidarse de que era trabajo.
Abrió las nalgas de Prem y aplicó algo más de lubricante. Cubrió su pene también del gel y entonces empezó a entrar. Primero un poco. Prem gimió.
-¿Duele?
-No -mintió Prem.
-¿Deprisa o despacio?
-Duele un poco.
Boun entró un poco más. La mitad estaba dentro.
Luego entró del todo. Y Prem gritó de placer, ocultando el propio gemido de Boun. Nunca se había corrido trabajando pensando solo en el trabajo. Ahora solo podía pensar en lo que estaba pasando.
Empujó y esa vez bastó para que la inexperiencia de Prem le provocara el orgasmo. Boun cerró los ojos saliendo despacio de él. Frotó su pene contra la espalda de Prem.
-¿Todo bien?
-Si. Mejor que bien.
Prem notó como el pene de Boun vibraba y no se paro a pensar que éste estaba teniendo su primer orgasmo por puro placer en horario laboral.
Prem se derrumbó sobre la cama y Boun lo hizo a su lado.
Boun esperó, con la respiración agitada y la mente en mil direcciones.
Prem se giró bocarriba para respirar mejor.
-Voy a hacerte un regalo.
Prem iba a preguntar que, pero el rostro de Boun se perdió entre sus piernas.
Boun se levantó. Prem dormía y el amanecer se adivinaba tras las cortinas.
Además de la felación no incluida en el servicio, le había hecho el... hecho sexo una vez más.
Dejó sobre la mesilla una pomada calmante y un analgésico. También su tarjeta.
Cogió el dinero. Estuvo a punto de volver a dejarlo en la mesilla. Aquello había sido más que negocios.
Pero finalmente lo tomó. Lo necesitaba.
Luego guardo de nuevo la tarjeta. Ese tema solo le traería problemas.
No vio cómo está caía y se quedaba en el suelo antes de cerrar la puerta.
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Transgresión || BounPrem || Omegaverse||
FanfictionEsta es la típica historia de chico conoce chico... pero pasada por la imaginación de esta autora y convertida en un cliché desestructurado. Esta historia es la de dos