O1: dangerous? it's a baby !

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JungKook suelta un suspiro, aburrido. hace mucho que jugar con otros niños no le entretiene como lo hacía antes.

Jugar al escondite, a las traes, a las carreras... Tal vez sea porque ya no es un niño y está entrando a la adolescencia y sus gustos cambian, pero mientras jovencitos de siete a quince años se divertían jugando en alguno de los tantos rincones del pueblito, él no les seguía el paso.

Ya no le divertía, además de tener suficientes cosas que hacer en vez de perder el tiempo, como decía su padre.

Su camisa negra con bordes grises se mueve con el viento, suavemente, ciñéndose unos segundos en su figura. Unos shorts también negros que le llegan a la mitad de los muslos hacen resaltar su pálida piel.

Contrario a otros chicos de su edad, JungKook posee un cuerpo bien ejercitado, que le hace verse unos cuantos años mayor de lo que en verdad es, pero que con sólo ver su rostro juvenil y dulce, te das cuenta de que es un chiquillo de no más de unos quince años.

Sus hebras negras que están envueltas en una coleta la mayor parte del tiempo, son uno de sus visuales más atrayentes. Y sus delgados labios que parecen siempre brillar son los causantes de muchos corazones rotos.

JungKook no es la persona de la que te deberías enamorar. O, al menos, así piensa él.

—¡Hyung!

El emocionado llamado de uno de los niños más bonitos del pueblo le hace alzar la mirada para verlo; los ojitos verdes del chico rubio le observan con brillitos.

El pelinegro ya sabe qué significa.

—Hyung, ¿A dónde se dirige? —preguntó el pequeño de trece años, curioso—. Yo...

—MinGyu —interrumpió jeon, sabiendo de antemano lo que quería decir—. No puedes, iré al bosque.

—Pero no me dejaste terminar de hablar... Y no es justo.

—La vida no es justa.

—Si es peligroso, ¿Por qué tú si vas? —se quejó con un puchero—. Quiero ir contigo.

—Porque yo soy mayor.

—¡Por un año!

JungKook muerde sus labios, un poco irritado del evidente berrinche que hacía su Dongsaeng, que ahora mismo lo miraba absorto. Nunca fue bueno con los niños, pero por alguna razón, muchos de ellos lo seguían.

—Es imposible que vayas, MinGyu, ¿Quieres saber por qué? —el otro asintió—. Es porque hay feroces osos en el bosque, grrr —le gruñó y le sacó la lengua.

Mingyu parpadeó, mirándolo asustado.

—P-pero...

—Nada de peros, tienes que mantenerte a salvo en el pueblo —murmuró, acariciándole los cabellos rubios—. Cuando vuelva, prometo que jugaremos a las escondidas.

—¿De v-verdad?

—Sí, pero por ahora debo irme —le avisó, desatando su coleta para ajustarla mejor—. Te veo luego, pequeño.

Y sonrió, causándole cosquillitas en el estómago al menor que ni pudo despedirse, pues JungKook ya se había ido a su hogar a buscar su canastita para las frutas que iría a buscar al bosque.

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Tigresito enamorado ও KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora