Lalisa Manobal era una gran fanática de Ruby Jane, una Cam girl misteriosa que cubría su rostro detrás de una máscara, llevando al cabo una temática muy peculiar en sus transmisiones que ha llamado la atención de miles y miles de personas
Lalisa a...
Una tailandesa de cabellos dorados caminaba por los pasillos relucientes de la enorme agencia en la cual trabajaba.
Sus tacones resonaban y algunas que otras personas volteaban a verla para ver quién había sido el maravilloso responsable que llegó tarde.
Estaba más que avergonzaba por las mirada de los demás puesta en ella, Odiaba ser el centro de atención y simplemente optó por caminar más rápido, haciendo que sus tacones sonaran con más fuerzas contra el piso, ganándose más miradas por partes de sus compañeros.
ㅡ¡Lisa! Amiga, ¿Porqué tan tarde?ㅡ una pelirroja de sonrisa encantadora apareció en escena en cuanto ingresó a su zona de trabajo, abrazando a su amiga por los hombros. ㅡ Te vez fatal, Apuesto mi casa entera a que te has masturbado con esa Cam girl sensualㅡ
Lisa abrió sus ojos con miedo ante el tono alto que usó su amiga con lo último mencionado, sonrojandose en el proceso, ¿Cómo se atrevía a decir eso de manera tan natural delante de todos?
ㅡRosie, Baja la voz, se más discreta por favorㅡ Pidió amablemente la rubia.
Roseanne rodó los ojos apretando más el agarre con la intención de molestar a la tailandesa, Sabía que tenía razón, Lisa no paraba de hablar de esa Cam girl cuando estaban a solas, tenía un crush enorme con aquella azabache misteriosa.
ㅡAdmíteloㅡ Insistió La pelirroja sin borrar la enorme sonrisa que tenía en su rostro.
ㅡEsta bien, si lo hice, ¿Feliz? Ya deja de hablar de esoㅡ Lisa quería sonar tranquila, pero al parecer eso no le iba del todo bien; su amiga solo pudo reír y suspirar, preparándose mentalmente para contarle lo ocurrido a lisa mientras no estaba.
Le daría un infarto, eso estaba seguro.
ㅡMira Liz...No te alteres, Pero el supervisor te buscaba, No parecía estar de buen humor la verdadㅡ la voz de roseanne se escuchó baja y temerosa.
Por un lado la tailandesa se congeló y su rostro palideció en cuanto las palabras llegaron a su cerebro. Parecía que la buena suerte la abandonó por completo, lo que faltaba, ese hombre amargado la regañe o peor aún que la reporte por su tardanza.
ㅡSuerte..ㅡ la pelirroja aflojó el agarre que mantuvo con la otra chica y se fue alejando un poco para dejarla sola.
Lisa suspiro y se quedó parada, sin mover algún músculo y observando como su compañera desaparecía de su vista, abandonadola en su mañana de porquería.
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Al parecer su día no podía estar peor, La rubia estaba empezando a pensar que su nombre debía ser cambiado Lalisa mala suerte Manobal.
La lluvia caía con intensidad, las calles estaban repletas de agua, no había ni una sola alma en la calle sin contar los pocos autos que pasaban de manera rápida por la carretera.
