Si pudiera matar con los ojos.

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No puedes tenerlo todo en la vida, y tampoco puedes odiar a todo mundo. Algún día necesitarás algo que no tienes, de alguien quien no te agrada.

Hay algo en odiar a alguien que te hace sentir poderoso, como si el tener un enemigo automáticamente te convirtiera en alguien popular o especial. En mi caso tener un enemigo me hace sentir mal ahora mismo.

Les daré un poco de contexto.
La familia De Luca, una de las familias más poderosas de Italia en el siglo XX, eso provocaba que Elio hablará y hablará sobre lo popular que era su familia y lo poderosos que eran y que él algún día sería como Al Pacino en esa película y bla, bla, bla... Se la pasaba diciendo que mi familia pudo haber sido igual o más famosa que ellos si mi abuelo no hubiera mudado a su familia. La última vez que lo vi tenía siete y vivían justo aquí al lado, era una tortura tenerlo tan cerca ya que tiene la edad de mi hermano y siempre estaba aquí.

Cómo decía; Elio es aceite y yo agua, él un gato y yo un perro, él era Sarah Jessica Parker y yo Kim Katrall, él era el ex esposo de Katy Perry yo yo Katy Perry.

Podría dar más ejemplos, pero creo que ya quedó claro que no somos nada amigos. Se la pasaba haciéndome maldades cuando estaba aquí, la primera vez que me rompí el brazo fue porque puso canicas en las escaleras de mi casa, me empujó a la fuente del parque cuando me reí porque se le cayó su helado y sin contar que se burló de mí cuando lloré por dos días cuando mi pez dorado Flipper murió.

Maldito coraje que tengo atorado aún por su culpa. Pensé que mi poder de manifestación existía y que de todas las veces que pedí que Elio se largará lo logré, aunque claro también pedí que fuera al zoológico, se cayera en el hábitat de los cocodrilos y pues acabará mi agonía, pero no, no tengo poderes y ahora dejaré de creer en la manifestación, porque estoy aquí de pie junto a mi abuelo, papá y Alma esperando afuera de la nueva casa de los De Luca. El lado bueno es que ahora viven a dos calles de aquí, el lado malo es que Elio no vive en Marte.

Alma me dio un codazo ligero en las costillas y reaccioné.

—Jolene, por favor sonríe, tienes cara de asesina.

Suspire y me cruce de brazos —Lo siento, es solo que no entiendo que hacemos aquí, ahorita podría estar viendo Jane la virgen.

Puso los ojos en blanco y miró a mi papá —¿Podrías tú, padre del año, decirle a tu hija que no se ponga en mal plan?

Mi papá se asoma y me mira —Jolene, ¿Quieres irte a casa sola?

—¡Si! — exclamé.

—¡Joe! — lo reprende Alma. —Jolene, sé a la perfección que el hijo de estas personas no te agrada, pero, por una vez olvida el rencor, vinimos a mostrarle apoyo a la familia y ofrecer las condolencias.

Es cierto, Gustavo De Luca era el hermano mayor de Elio, nunca hablé con él, de hecho, solo vi un par de veces en persona, nunca estaba en casa realmente. Era mucho mayor que nosotros, y siempre estaba en competencias de matemáticas, torneos de voleibol y muchas cosas más. El abuelo dijo que hace unos meses murió y sus padres aún no llevan bien su perdida.

Suspiré y quité mis brazos de mi pecho donde los cruzaba. Miré a Alma y asentí obediente, ella llevaba un palazo negro y el cabello castaño recogido en un moño, yo había elegido ponerme mi pantalón roto de mezclilla y una polo verde menta. Tal vez voy demasiado informal.

Ups.

—¿Crees que voy bien vestida? No quiero incomodar con los colores llamativos.

—Vas hermosa y perfecta, niña.

Decido creerle está vez y cuando veo llegar una camioneta gris brillante siento un nudo en el estómago. Es la primera vez en diez años que veré al engendro de demonio, nunca lo busqué en redes sociales, aunque Adam ya me había dicho que estaba muy cambiado nunca sentí curiosidad.

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