El sonido del papel siendo rayado en el papel, dentro de una habitación, solo se limitaba a escribir, poniendo nombres de sus compañeros, sus quirk's, edades, estatura, peso, incluso el calzado. Toda la información que tenía era importante, también tenia algunas sobre héroes pero eso es personal.
Estaba sin camisa mostrando su fuerte espalda, tenía músculos pero no súper definidos, tenía una grasa corporal moderada, servía para amortiguar golpes, muchos héroes cometen el error de guiarse por lo estético. Eso está muy mal, quita bastante "protección", lo músculos se dañan más a la hora de pelear, sin tener una capa que pueda amortiguar el impacto.
Casi cometió ese error, hasta conocer al héroe, Fat Gum, no en persona claro, solo con ver cómo pelea, y saber que es un maldito tanque. Lo hizo investigar a fondo, descubrió la forma perfecta, de tener un físico eficiente.
Los ejercicios eran angustiantes para el, las dietas comer bien era fundamental, para tener energía, y además no desgastarse demasiado. Los esparing's diarios que hacia, lo obligaban a tomar medidas conociendo a su abuelo y sus métodos de enseñanza.
Miro hacia una ventana que estaba abierta, se preguntó a sí mismo.
_ ¿Debería salir? _se cruzó de brazos_ Respirar aire contaminado por lo autos, y el mucho ruido que hacen los camiones que reparten pornografía, no suena tan bien, pero la comida caliente e ir aún parque me hace querer hacerlo _Se encogió de hombros, fue hacia su armario, su apartamento consistía en un baño, una enorme sala que usaba, como dormitorio con su futón, también comedor, sala con su televisión, también un ordenador en una esquina.
Había cosas regadas por el piso, trataba de ser ordenado pero no podía, había herramientas entre otras cosas, tenía una cochera en el edificio que podía usar agusto. Pero lo malo era que había otras personas, no le dio más vueltas al asunto, se puso una chamarra, unos zapatos blancos, junto a un pantalón holgado.
Tomo su billetera, sus llaves, salió y cerró con llave, bajo las escaleras de su edificio, con gran tranquilidad podía oír a las aves cantar, ver el atardecer bajar lentamente. Había olvidado su bufanda pero no le dio, importancia.
La gente lo miraba, susurraban hacia su persona, por ver su rostro no le importó, solo fue hacia una cafetería que estaba cerca de su hogar. La pequeña campana, resonó en el establecimiento, algunos se le quedaron viendo, fue hacia la cajera.
_ Buenas tardes _pronuncio amablemente, el joven la chica se sobre salto por su presencia.
_ o-oh, ¡Buenas tardes señor!, ¿Cual es su pedido? _pregunto la cajera cordialmente, era amable, por suerte su quirk le permitía ver las, "intenciones" de los demás. Sabiendo si son buenas o malas, le había salvado en muchas ocasiones de los asaltantes y evitar problemas, con clientes.
_ Solo quiero un katsudon, con muchas carne _pidio sinceramente, había esperado un mes en comer algo como eso.
_ Ala orden _escribio en un papel su pedido.
Los minutos pasaron, estaba en una mesa solitaria, mirando por la ventana, el sol casi ocultándose, llegó su comida agradeció, y empezó a degustar la con suma tranquilidad. Las puertas volvieron a sonar, entró un encapuchado, la que atendía el lugar vio las malas intenciones del sujeto que ingresaba en su local.
_ Buenas.... quiero un helado para dos, que sea solo de vainilla con trozos de chocolate _pidio en un tono tranquilo, tenía ojos rojos su cabello celeste sobresalía un poco.
_ ¿Para llevar? _pregunto con duda, su dedo estaba cerca de un botón rojo debajo de la mesa donde ella estaba.
_ No, lo comeré aquí, es agradable este lugar _dijo sin más, mientras buscaba un lugar donde sentarse.
