Encerrado entre mis cuatro paredes no me complacia,queriendo salir un poco más alla de aquel rio,sin saber que seria la ultima vez que daria vistazo aquel paisaje.
Sin voltear atras,deje a mi madre en manos de la gente que la buscaba,mientras yo cor...
Era una noche nublada apunto de llover,fuerte ventizca que se sentia fria que incluso te llegaba calar hasta los huesos,en una cabaña algo retirada del pueblo y cerca del bosque se encontraba una eriza azabache gritando en desespero por el agonisante dolor que sentia mediante su labor de parto.
— ¡¡Puje Señora!!¡¡Puje!!–Decía una coneja grisácea la cual ayudaba a aquella mujer dar a luz.
— ¡¡Es que me duele mucho y siento que no sale!!- Grito la eriza azabache,el sudor recorría su frente y las contracciones seguían cada vez más.
— E-espera....¡ya lo veo!-Exclamo la coneja-Puja-
— ¡¡Ahhh maldición!!-Maldijo al volver a pujar,sentia que se partia en dos,su rabadilla y caderas dolian fuertemente.
-— ¡Un poco más yyyyyy.......jaja listo!-Dijo la coneja quien rapidamente tomaba una pequeña manta para cubrir al crio.
En cuanto dijo la palabra "listo" dejo de sentir tanto dolor,relajo el rostro y su cuerpo se dejo de tensar,era el gran alivio que necesitaba sentir.
—¡¡Wuaa!! ¡¡Wua!!-Aquel lloriqueo de aquel bebé fue el motivo de sus primeras lagrimas de felicidad de ahora aquella madre primeriza.
La coneja no lo limpio del todo,pero aun así le entrego el crio a la eriza azabache para que pudiera cargarlo y alimentarlo mientras que la coneja fue a limpiarse la sangre y placenta que quedaron en sus manos.
Aquel pequeño nació azabache como su madre,vetas rojas y ojos color carmesí intensos,pequeño pelaje blanco como la nieve misma y pequeñas garras.
Algo también más notorio fue su cola,era un poco más larga que el de los erizos y en su espalda hasta el final de su cola tenía espinas.Era inesplicable ese suceso en la formacion del niño.
La coneja termino de hacearse y se volvió a dirigirse a la recamara de la eriza para recoger sus cosa y retirarse,pero se le veía sería,algo que noto la eriza azabache.
— Eliz...gracias por ayudarme-Agradeció la eriza mostrandole una pequeña sonrisa debil.
— De nada Shadina,pero....sabes que vas a estar sola desde ahora,por que conmigo ya no cuentas-Dijo de forma sería y fría la coneja para solo tomar sus últimas cosas e ir se de una vez.
— Lo se,pero solo hazme un último favor-Dijo Shadina-Dile a Jule y todos que mi hijo no sobrevivió....es para que no les de por venir a matarlo-
Eliz no dijo nada solo ascendío y salio de aquella cabaña dejando sola a Shadina y su niño.
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