01 | Jun y Yuri

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La familia de Sunoo siempre lo juzgó por haber tomado la decisión de irse de casa a temprana edad para volver a su país natal.

Nunca comprendieron cuál era la necesidad del castaño de cumplir 18 años para largarse de ese lugar.

Su vida no era mala; su familia era amorosa, tenía buenos estudios, grandes amigos y amaba con todo su corazón a sus hermanos, en especial a Jungwon.

El día en que su abuela materna falleció, él le hizo una promesa: no se quedaría estancado.

Su abuela siempre tuvo el deseo de regresar a su país natal pero por su enfermedad no pudo regresar ni siquiera para despedirse.

Cuando Sunoo cumplió 18 años, esa misma noche, con todo su dinero ahorrado que había ganado trabajando por lo últimos 2 años y sus pocas cosas en dos maletas, salió de su casa sin decirle a nadie.

Cuando amaneció él ya estaba en Corea y su familia al ir a despertarlo no lo encontraron.

Apenas llevaba 5 meses en Corea y algo que su abuela nunca le dijo es que iba a ser muy difícil la vida para él ahí.

A pesar de que fuera Coreano, gracias a que la mayor parte de su vida la pasó fuera de su país, solo sabía Coreano básico, por lo que habían cosas que no comprendía o si alguien le hablaba demasiado rápido se podía confundir. Por el inglés se podía comunicar mejor, pero no todos lo sabían hablar.

Conseguir trabajo fue otro obstáculo, nadie le daba trabajo, mas que tiendas de conveniencia.

El sueldo no le alcanzaba y su alquiler cada vez se volvía más costoso. Amablemente el dueño le permitió adeudar mensualidades, hasta que un día sus cosas estaban afuera de la que era su casa.

Para su suerte, ese mismo día había perdido su tercer empleo.

Y ese día era justamente hoy.

Con la mente en blanco y muy poco que hacer, Sunoo se dirigió a su centro comercial favorito, en el cual se sentó en una banca y ahí estuvo al rededor de una hora.

Recargado en su maleta, estaba a punto de quedarse dormido, cuando sintió un leve jalón en la manga de su suéter.

-¿Disculpe?-era la voz de un niño. Cuando alzó la mirada, se encontró con un niño y una niña de aproximadamente 6 años, tenían una vestimenta linda y andaban bien peinados. No tenían pinta de ser niños que anduvieran solos en lugares como una plaza.-Perdimos a nuestra niñera y no sabemos qué hacer.

Algo sorprendido por la situación, comenzó a buscar con la mirada por todos lados y ver si de casualidad había alguien buscándolos o de pérdida que fuera una cámara escondida.

Regresó la mirada a los niños y se dio cuenta que ambos estaban bien agarrados de la manita.

No podía hacerse de la vista ciega y dejar ahí a los niños así que se hizo a un lado para hacerles espacio en la banca.

-¿C-cómo se llaman chicos? ¿Cómo se llama su niñera?-pregunta nervioso, no se consideraba bueno hablando con niños, o con gente en general.

-Yo soy Park Jun y ella es Park Yuri.-volvió a hablar el mismo niño. La niña hasta el momento no había hablado y mantenía la cabeza baja.

-Bien Jun y Yuri, yo me llamo Kim Sunoo. Los voy a cuidar hasta que venga su niñera por ustedes ¿les parece bien eso?-ambos asintieron con su cabecita.-¿Cuál es el nombre de su niñera?

-Jang wujin, es una chica castaña y trae un vestido azul... como el cielo.-señala hacia arriba apuntando al cielo el cual se encontraba bastante lindo a comparación de otros días.

Babysitter | SungSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora