04 | Noche de pizza

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Con el paso de los días, Sunoo descubrió que durante el día él tenía 5 horas muertas, pues regresaba de dejar a los niños en el colegio a las 9 y debía ir por ellos a las 2, por lo que en todo ese rato no tenía nada que hacer.

A pesar de que Yeonjun fuera amo de llaves, él no se encargaba de hacer el aseo de la casa, hacía más lo que era las comidas y encargarse de que el personal de limpieza hiciera bien su trabajo.

Entonces Sunoo no era el único que tenía horas muertas.

Su tiempo libre lo aprovechaban para conversar y conocerse mejor. Yeonjun era coreano pero había vivido parte de su adolescencia en Japón con su madre, fue a sus 20 años que su padre falleció y Yeonjun tomó su lugar trabajando en la casa de los señores Park.

-Emtonces simplemente la noche que cumpliste los 18 te saliste de tu casa con tus maletas y un boleto de ida.-termina de amasar la masa de pizza, hoy sería noche de pizza a petición de los niños.-Nunca me lo hubiera imaginado.-Sunoo, el cual estaba sentado en un banco con la cabeza recostada sobre la barra, asintió levemente.

-Y ahora mi madre me odia por irme.

-No creo que te odie.-menciona Yeonjun poniendo la masa en un recipiente para luego dejarla reposar.

-El último mensaje que me mandó no dice lo mismo.-juega con la harina que había quedado en la barra.

-Las personas cuando están enojadas solo hablan por hablar. Yo creo que cualquier madre sí un día despierta y se entera que su hijo se fue a otro país, se enojaría. Pero tú madre no te odia.-suelta un suspiro Sunoo levantándose.

-Espero tengas razón.-en ese momento entra Heeseung buscando a Sunoo.-¿Ya es hora?-pregunta y Hee asiente con la cabeza.

5 meses atrás*

Un Sunoo de 17 años con su uniforme del colegio perseguía a su madre por toda su enorme casa, mientras que la señora Kim solo trataba de deshacerse de Sunoo ya que le dolía la cabeza como para escuchar a su hijo adolescente protestándole.

-¿Pero por qué no?-su madre entró a la cocina y movió la carne que se cocinaba en la sartén.

Ya cansada de escuchar a su hijo, volteó abruptamente.-Ya te di mil razones por las cuales no te vas a ir de mi casa, Sunoo. No importa lo que me digas, la respuesta siempre será no.-vuelve a seguir cocinando pero Sunoo no se rinde.

-No entiendo por qué no me dejas. No te estoy pidiendo que me pagues el viaje o que le digas a algún familiar que me reciba en su casa, yo voy a pagar y voy a vivir a cuesta mía, solo quiero tu permiso.-negó con la cabeza su madre sin voltear a verlo. Sunoo se jala de sus cabellos pues sentía que su madre no estaba siendo razonable.-¡El último deseo de mi abuela fue ese! ¿Por qué no me puedes apoyar ni siquiera en eso?

-Mi madre estaba loca, era igual que tú, no pensaban. La mayoría de edad en Corea es a los 19 años ¿Quien va a contratar a un niño de 18 años que no domina si quiera el coreano?

-He tomado cursos y allá seguiré tomando cursos, aparte también hablan inglés allá.-la señora Kim vuelve a negar con la cabeza y apaga la estufa. Agarra la espátula con la que movía la carne y con esa apunta a Sunoo.

-Tu no tienes ni idea de lo que es vivir solo, de los gastos, la responsabilidad, la soledad. Aún eres un niño, no eres lo suficientemente maduro ahorita, ni mañana, ni cuando cumplas 18 lo serás.-su madre salió de la cocina y esta vez no la siguió.

Llevaba meses peleando con su madre sobre ese tema y justo en ese momento se dio cuenta que ella jamás lo apoyaría en su decisión.

Esa misma noche, sin contarle a ninguno de sus hermanos, compró un boleto de avión hacia Corea el cual saldría a las 6 de la mañana del día de su cumpleaños número 18.

Babysitter | SungSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora