-¡Papá! Tengo que preguntarte algo. ¿Recuerdas que ayer te dije que tenía que salir con Nicole?
*Si. ¿Qué pasa?
-Pues, conocí a un chico y... Te quería preguntar si puede venir a la comida de esta tarde. Ya sabes, los primos son pequeños y no me hago con ninguno de ellos y mis amigas no pueden venir, el único que puede es él. ¿Me dejas invitarle? ¡Por favor!
*Bueno, está bien. Pero que se comporte que ya sabes cómo es la familia. De todas formas, le tendrás que preguntar a tu madre. És más válida su opinión que la mía.
-Joder, vaya mierda. Tu opinión también cuanta.
*¡Cálmate o no te dejo traer ni novios ni amigos ni nada!
-¡No és mi novio!
*No sé yo...
Me fui hacia la cocina que era el lugar dónde se encontraba mi madre.
-Mamá.
*Dime, hija.
-¿Puedo invitar a un amigo a la comida de esta tarde?
*No, ni hablar. Es una comida familiar ¿cómo vas a traer a un amigo?
-Pero, mamá, yo no me llevo bien con los primos ¡Tu lo sabes!
*Me da igual.
(Llamando a Marc...)
*¡Ana!
-Marc, no te dejan venir a la comida, no hay manera de convencerlos.
*Da igual, que mas da esa comida ¿no puedes escaparte?
-No.
*Hacemos una cosa, tu vas y yo voy, pero yo a escondidas. Sigo al coche de tu padre y cuándo lleguemos dices que tienes que ir al baño y te vienes conmigo.
-Bueno, vale, pero cómo me pillen, la he cagado.
*No te pillarán, porque estaremos por ahí cerca.
-Vale.
*Te tengo una sorpresa preparada.
-¿Cual?
(Cuelga)
Nos dirigimos a la reunión familiar.