Cap. 1

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Me encontraba en la ventana, viendo la ciudad, mi apartamento nuevo no era el más grande o bonito, pero lo que si tenía era las vistas y eso le sumaba mil puntos a este apartamento.
Aún había algunas cajas de la mudanza en el salón, pero después me ocuparía de todo eso, ahora me tocaba ir a trabajar.

Hace un mes empecé a trabajar en un restaurante, de alguna manera tendría que pagar las facturas.
Mi turno era de noche, entonces por la mañana mi plan se basaba en dormir.

Empezar desde 0 nunca es fácil, no tenia amigos con los que hablar, y familia mucho menos ya que crecí en un orfanato, pero gracias a eso aprendí a no depender de nadie.

Mire el reloj, 19:30, hora de ir a trabajar.
Ya tenía el uniforme puesto, que básicamente era una falda que me quedaba un poco pequeño porque me habían cogido la talla equivocada, aunque la semana que viene me daban una falda de mi talla, la falda es de color verde oscuro que hace conjunto con las medias negras, y una camiseta negra con el nombre del restaurante.



Mire el reloj y me di cuenta que en media hora ya acabo mi turno. Mientras me acerco al último cliente, puedes ver en su cara que es un poco más mayor que yo, tiene el pelo morron oscuro despeinado, y sus ojos siendo del mismo color que su pelo. Estando más cerca pude observar el tatuaje que tiene en la zona del cuello y su atuendo, que se basa en unos pantalones negros y unas botas negras, con una camiseta blanca y una chaqueta de cuero.

-¿Que vas a querer? -Pregunte sacando mi libreta.
-¿Acaso sabes quien soy? cariño. - Respondió de vuelta, ahora mismo no tenía mucha paciencia, solo quería irme a casa.
-¿Un cliente que no sabe lo que va a pedir? - Sugerí.

Para cuando me di cuenta mi compañera me había tirado del brazo, alejándose así de la mesa.

-¿Dakota, no sabes quien es? - Negue con la cabeza en forma de respuesta. - Es el dueño de este restaurante y de los más conocidos de la ciudad.-

Giré la vista en su dirección para volver a verle - como se supone que iba a saber que era el? - pense para mi misma, no tenía mucha pinta de dueño de un restaurante, aunque no hay que juzgar a un libro por su portada.

Note sus ojos fijos en mi entonces decí mirar a mi compañera, pero me di cuenta que ya no está alado mío.
Le volví a mirar y vi como se le asomaba una sonrisa en la cara y después me indicó con dos dedos que me acercará a él.

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Holaaa, aquí os dejo en primer capítulo. En dos o una semana (cuando vuelta de vacaciones), actualizaré los capítulos que faltan, aunque no van a ser muchos ya que el plan de esta historia es que sea corto.

Y mil graciosa por todo el apoyo que me habéis dado, os como la cara a todoosss 💋💋.

PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora