Emperor Eye

1. Dorado y rojo

Primer día de preparatoria, primavera. Mi nombre es Akira Rei, estudiante de primer curso en la preparatoria Rakuzan de Kyoto. Soy una chica algo baja, delgada y de piel clara, mi pelo, más por debajo de los hombros, blanco como la nieve y mis ojos verde chispeantes. Tengo las ideas claras ya que soy una chica decidida, responsable y de personalidad fuerte, aunque algo creida y según la gente una Tsundere.

El viento revolvía mi pelo y en el se enredaba alguna que otra flor de cerezo, me acercaba al imponente edificio con paso firme y decidido, así es como yo era. Nada mas entrar en el recinto de Rakuzan, busqué el tablón donde se anunciaban las clases de primer curso, me costó bastante encontrarlo pero cuando lo ví me dirgí hacia esa mesa. En el camino tropecé con un chico rubio con los dientes afilados.
- Eii, estas bien? - dijo mientras se acariciaba el cuello-
-Si... - me fijé en que era bastante alto, además se veía que tenía un año más que yo, incliné la cabeza y dije con tono de respeto- perdón, senpai.- Al subir la cabeza me dí cuenta que estaba ante la mesa del club de basket, este chico debería ser de ese club. Me interesaba bastante el basket, pero solo verlo, jugar era más difícil.
Seguí mi camino, encontré mi nombre en el tablón y me marché hacia donde sería mi clase el resto del año.

Me senté en la parte de atrás, al lado de la ventana. Todos los chicos que pasaban se me quedaban mirando, pero yo solo me fijé en uno, medianamente alto, más que yo, delgado pero con los musculos bien definidos, pelirrojo y con unos ojos... unos ojos afilados e increibles, el derecho, al igual que su pelo, era de un rojo suave, mientras que el otro era de un dorado brillante. Al encontrarse con mis ojos verdes, saltaron chispas y la tensión se hizo notable, casi asfixiante. Esa fue la primera vez que que me sentí pequeña e insignificante, aplastada por la mirada de Akashi Seijuro.