Invisible wounds -Aurora
Un día por la tarde, después de que Jungkook volviera de una reunión con sus editores, Jimin se acercó sigilosamente detrás de él y lo siguió en silencio, hasta que ambos llegaron a la biblioteca que se encontraba en el segundo piso de la casa. Discretamente, sobre todo porque Jungkook no sabía cómo actuar ante la calmada cercanía del rubio, ambos tomaron un libro y comenzaron de leer. O a intentarlo, al menos, porque ninguno de los dos parecía realmente concentrado en la lectura.
Jungkook, por su parte, fingía estar concentrado, pero llevaba leyendo el mismo párrafo por al menos media hora, sin lograr concentrarse; Jimin también tenía sus propios problemas, porque no parecía capaz de despegar la mirada de Jungkook, aunque intentaba no parecer demasiado obvio. De vez en cuando lanzaba miraditas furtivas, analizándolo disimuladamente. Claro que se había dado cuenta, pero el ego de Jungkook llevaba volando por lo alto, no quería que se detuviera.
Últimamente, los días habían sido más tranquilos y apacibles. A pesar de ser otoño, también habían comenzado a sentirse cálidos, aunque fuera de la casa hacía muchísimo aire. Jimin también se veía más relajado, parecía que se había resignado a su presencia dentro de su vida y, aunque le había costado, incluso de vez en cuando disfrutaba de estar junto a él. Claro, esa solo era la percepción de Jungkook, porque Jimin jamás se comunicaba con él. Y ese día tampoco se veía con la intención de hacerlo. Pero agradeció que ambos pudieran estar en compañía del otro sin que ninguno de los otros habitantes tuvieran que forzarlos a convivir.
—¿Escribes libros? —finalmente logró preguntar Jimin, después de estar un buen rato intentando reunir el coraje. Su voz incluso se escuchaba ronca, parecía que no había hablado en bastante tiempo.
—¿Ah...? Ah, sí, he publicado algunos desde hace... un tiempo —contestó torpemente.
—¿Cuántos?
—¿Cuántos qué? —preguntó Jungkook.
—¿Cuántos has publicado? —volvió a cuestionar Jimin en tono exasperado.
—Ah, quizás unos... ¿Cincuenta? He tenido mucho tiempo.
Jimin asintió, pensativo, y se mantuvo en silencio, hasta que nuevamente volvió a musitar otra pregunta: —¿Y sobre qué tratan?
—Retórica... análisis de metáforas e imágenes poéticas... He escrito sobre temas históricos o antropológicos. Han sido bastante variados.
—Ah...
Ambos asintieron a la par, sin verse directamente a los ojos, en un incómodo silencio.
—¿Te gustaría leer alguno? —preguntó Jungkook, interrumpiendo la incomodidad.
—No —respondió Jimin rápidamente, levantándose de forma violenta del sillón en el que había estado sentado durante la última hora y huyendo de la biblioteca. Jungkook pudo escuchar sus pasos rápidos dirigiéndose directamente a la salida de la casa y soltó un suspiro de resignación.
***
En otra ocasión, al volver a su cuarto después de pasar una tarde con Yoongi intentando aprender piano, se encontró con que algo le había sido robado: algunos ejemplares de sus libros, que acomodaba minuciosamente en el librero de su habitación, habían sido extraídos sin su permiso. Jungkook había pasado toda la noche rebuscando por su cuarto, la biblioteca, el salón principal, pero no los encontró. Días después, mientras se asomaba desde su balcón al jardín trasero de la mansión, pudo divisar a Jimin recostado boca abajo en el pasto, leyendo un libro. Después de un rato, lo había cerrado y para descansar su rostro contra la portada de pasta dura. Jungkook pudo ver que era uno de sus libros.
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Eternidad • Jikook•
FanficJeon Jungkook, un vampiro de cien años, creyó haber perdido al amor de su vida después de transformarse. Sin embargo, descubre que sigue vivo. El único problema es que no lo recuerda a él ni a su amor.