El día llega y los problemas no tardan en aparecer, el despertar de Zenda no es nada agradable ya que Baryon ha desaparecido y los demás hermanos no se han molestado en ir a verla. Sused le cuenta lo sucedido la noche anterior y le informa sobre la preocupación de Baryon antes de marcharse.
- Debe haberse ido en busca de soluciones Zen, él jamás te dejaría sola - la consuela su amiga.
- No Sused, ya no beberá mi sangre, ya no me necesitará más - dice entre lágrimas.
El cariño y la admiración hacia su hermano mayor no le permiten aceptar que se esté alejando de ella.
Desde aquella noche que murió la familia Rousseau, los hermanos Amery se encargaron de ella como una hermana más. Lo único que no los hacía familia era su apellido y su sangre.- El joven Bernal se ha mantenido en su alcoba, de seguro espera que usted salga a desayunar -
- Sused, ¿Desde cuando hemos dejado de ser amigas ? - le pregunta Zenda entornando los ojos.
- Ooh perdón cariño, es la costumbre de tratar con formalidad a los hermanos Amery - se disculpa la chica dándole un beso en la mejilla a su amiga.
- Yo no soy una Amery, Susi. Ese apellido me queda demasiado grande- limpia sus lágrimas y se levanta de la cama para sentarse en el tocador y mirar su reflejo. Su expresión triste cambia a horror cuando nota las sombras negras que se dibujan bajo sus ojos.
Zenda era de esas chicas que les gustaba presumir de su belleza a toda hora, sus padres la criaron con todos los privilegios y al mudarse con los Amery, aprendió modales dignos de reyes, fue cortejada por condes y vampiros poderosos. Eso la hacía tener un ego muy elevado y por lo tanto jamás se permitía andar sin maquillaje o vistiendo vulgar. Sused nota su aflicción y rebusca en uno de los cofres el polvo para las mejillas. Se lo ofrece y Zen comienza a disimular las ojeras con una motita de lana.
Elige un vestido sin corsé ya que su estado de salud no era el mejor, Susi le recoje el cabello con horquillas y suelta algunos mechones negros que se riegan por su cara y espalda.- Vamos, desayunaré tan normal que nadie notará mi mal estado - le indica a su amiga y salen de la habitación.
Al entrar en comedor, Brahim se pone de pie y jala una silla para que Zenda se siente, mientras los demás la observan como si de un fantasma de tratase.
- ¿Cómo has amanecido, cielo? - le pregunta Berna.
- Solo necesitaba descansar, hermana- le responde y busca con la mirada a Bernal.
- Nos alegra muchísimo que estés aquí con nosotros, pero creo que deberías quedarte descansando en tu alcoba, al menos hasta que aparezca Baryon le dijo Biel.
- ¿No se sabe dónde está aún?- ignora su comentario y pregunta preocupada pero todos niegan - hay que buscarlo.
- No, no podemos. Nuestro lugar está aquí, cuidando de tí- dice una voz masculina desde la puerta.
- Bernal, yo estaré a salvo aquí, no saldré, pero por favor salid a buscad a Baryon - ruega desesperada.
- Nadie saldrá de casa y punto - radicaliza Bernal.
- Me desepcionas hermano - le dice Zenda poniéndose en pie para salir de comedor.
Zenda camina sin pensar por la casa hasta toparse con Gael el compañero de confianza de Baryon, un vampiro convertido por Berna años atrás cuando tuvieron una relación amorosa.
- Señorita Zenda, ¿Necesita algo? Yo podría ayudarla si así lo desea - se ofrece el vampiro.
- ¿ Me ayudarías a encontrar a Baryon? - le pregunta ella.
ESTÁS LEYENDO
¿Y si fuera tu última vez? ( Borrador )
VampireNunca sabrás cuando llegará el momento de tu muerte y menos si cargas con seres que no son de este mundo, seres a los cuales amas pero no tienes formas de confiar en ellos. El fin llegará y ni siquiera lo notarás.