La casa de la calle Bont

Capítulo 3

Calle Bont

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— Miry ven

Agarré mi chaqueta y salí corriendo al patio trasero. Todo es tan bonito y tan blanco

— Malcom mira la nieve —dijo la niña junto a mí con una sonrisa gigante

— La estoy viendo tonta —dijo Malcom

— Niños, hora de comer. Sacudan sus botas antes de entrar a la casa —dijo mamá asomándose por la ventana. Tenía una sonrisa hermosa ese día—Malcom cielo, ayuda a tus hermanas

— ¡Si mamá! Vamos, papá está por llegar

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— ¿Qué te tiene tan pensativa, preciosa? —dice Brisa a mi lado interrumpiendo mis pensamientos. Algo que agradezco. Me giro para verla a la cara —Llevas media hora viendo por la ventana— ¿de verdad? No me di cuenta— ¿te dieron miedo las historias?

—A mi nada me asusta —ríe —Malcom no ha llegado y ya paso de madia noche

— Hablaste con Jordán ¿no? Si esta con él, está bien

— Hable con el temprano. Pero nunca me deja sola Bris, no después de... – sacudo mi cabeza. Me ve con una sonrisa triste

—Vamos, ya Ty hizo la comida y es tu turno de contar la historia

Nos juntamos con los demás y agarro unas papas de plato del castaño. El gruñe y yo rio

— Bueno, me toca ¿listos para limpiar sus pantalones?

— ¡Miry, muévete! Ya me está dando sueño

—Vale vale ¿han visto la casa vieja de la calle Bont? —Todos asienten lentamente —Bueno, dicen que ahí vivió una niña sola por mucho tiempo, pues sus padres habían muerto en un accidente y ningún familiar u orfanato busco a la niña —comienzo con un tono misterioso.

>> Los vecinos tocaban la puerta y husmeaban por las ventanas, pero nunca se vio más que oscuridad. Lo hicieron por meses, hasta que se cansaron de buscar y dieron por hecho que la niña no estaba en la casa. Pero, eso no es todo

>> Años después, una mujer de bienes raíces entro a ver la casa para reacomodarla y venderla, ya que tal casa no era reclamada por nadie. Pero cuando entro a la casa, la puerta se cerró de golpe y puesto que era verano y una zona un tanto cerrada el viento no pudo soplar de aquella manera. Los vecinos llamaron a las autoridades, pero no les creyeron, así que decidieron entrar 3 de los policías a la casa. Cuando entraron las puertas se cerraron, tal cual había sucedido con la señora, y nunca se les volvió a ver.

>> O eso dijeron las vecinas chismosas cuando vinieron a hablar con mamá hace unos años —digo sin mucha importancia, viendo como todos fruncen el ceño— tampoco es que les crea mucho —me encojo de hombros

— ¿Cómo mierda va a terminar así? ¿No pudiste ponerle un final mejor?

—Si Miry, ahora nos dejaras con las dudas

— ¡Eva dijo que tenía que ser algo que habíamos escuchado!

—Sí, pero lo arruinaste al final

— ¡Ay, vamos Chris! ¿En serio?

—Vale vale, ya dejen a la pobre en paz. Estuvo buena la historia y dio miedo

— Gracias Bris

—Aunque si la cagaste al final