Capitulo 7

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Feliz Cumpleaños.

>> Por favor ya vámonos, tengo cosas que hacer. Les prometo que les contare todo después – sin decir palabra alguna, Tyler y Christopher niegan con la cabeza y entran en sus autos

— ¿Qué harás? —pregunta Brisa

— Iré con Jordán. De todos modos, él ira también

— Si necesitas cualquier cosa, llámanos —dice Evie

— Chicas, es Jordán. Probablemente si las llamo es para cubrir el cuerpo

— Ey, estoy molesta con él, pero aun así es mi hermano

— Nos vemos en tu casa Bris, y por favor intenten hablar con los chicos

Nos despedimos y entro en el auto de Jordán. Durante todo el camino no decimos nada, al llegar noto a Malcom junto a la lápida. Cada año es difícil venir, pero al llegar me siento en paz, para venir pocas veces al año, es algo bueno. Jordan saca algo de la parte trasera del auto y yo me acerco a Malcom

— Pensé que no vendrías —habla mi hermano al estar a su lado

— Siempre vengo ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

— Desde las 12

— Llevas 3 horas Malcom, eso es mucho —me siento a su lado en el césped

— Ya llegaste, ya puedo decirlo —Jordan llega y se siena del otro lado de mi hermano en silencio

— Cada año te digo que no tienes que esperarme —me mira con una sonrisa

— Feliz cumpleaños niñas— me da un abrazo y con la otra mano acaricia el nombre de mi hermana en la lápida— son las mejores hermanas que alguien puede tener. Mis tontas favoritas

— Feliz cumpleaños— susurro repitiendo la acción de Malcom

— Ya son 18, están viejas— dice Jordan, me entrega una bolsa de regalo y coloca otra junto la lápida— Feliz cumpleaños

Abro la bolsa y saco la tela que está dentro

— La camiseta de los raptors ¿en qué momento la compraste?

— Espero que me regales una igual en mi cumpleaños— dice Malcom— Ahora es mi turno— me entrega una cajita y hace lo mismo que hizo Jordan hace un rato, coloca otra junto la bolsa

Guardo la camiseta en la bolsa y abro la cajita en una cadena dorada que tiene una M y un 2. Lo miro sorprendida y saca la cadena de su camisa que tiene guindada en el cuello, es casi igual a la mía, pero es plateada y dice M1. Quiero llorar, pero como lo dije antes, no he podido desde hace mucho, sin embargo, tengo el nudo en mi garganta

— Tienes que abrir los otros regalos, anda

Desde que Malcom cumplió 17, venimos los tres en cada cumpleaños y ellos siempre me regalan algo. No me gusta celebrar mi cumpleaños porque es diferente tener solo un pastel y no dos, pero aun así Jordan y Malcom me llevan a comer algo. Recojo la bolsa de Jordan y adentro hay una caja con flores rojas y negras, como el uniforme de básquet de Toronto, la saco y la coloco en frente junto las flores que supongo trajeron mis padres temprano

Al abrir la cajita, adentro tiene una pulserita dorada y tiene un dije que contiene una M y un 3

— Pensé que lo podrías llevar tu, ella prefería las pulseras así que queda perfecto. Si no quieres llevarlo, lo puedo llevar yo...

— Me encanta Malcom, y estoy segura que a ella también ¿podrías ponérmelos? —le entrego la cadenita y me giro, después de colocármela me pide la mano y coloca la pulsera

— Estuve pensando mucho si te gustaría. No quiero que cuando mires tu muñeca recuerdes esa noche

— Esta pulsera me recordara a mi hermana, no la noche en la que partió

— Es hora de soplar las velas— dice Jordan sacando un pequeño pastel con una vela

— Pide un deseo

Cierro los ojos pensando que podría pedir, cuando lo tengo en mente, soplo las velas y ellos aplauden. Nos quedamos un rato comiendo el pastel, hablando cosas banales y recordando algunos cumpleaños viejos. Después del rato decidimos ir a casa, pero cuando se van a levantar los detengo

— Quiero decirles algo importante, me gustaría aprovechar que estamos aquí

— ¿Qué sucede? ¿todo está bien? —dice Malcom preocupado

— Sí, yo solo... Hice una prueba para una universidad en Londres. La abuela me ayudo a conseguir el cupo y viaje con Brisa y Charlie para presentarla

Durante 2 minutos ninguno de los dos dice nada, así que decido seguir hablando

— Hace unas semanas llego la carta, decía que fui aceptada para comenzar en septiembre del próximo año ya que aún estoy en la secundaria— ambos seguían sin decir nada así que decidí continuar hablando —La abuela dijo que me ayudaría los primeros meses y que me ayudaría a buscar trabajo. Me gustaría ir, desde hace mucho que quiero esto y por fin lo logre – digo entusiasmada con la idea —pero no voy a ir si tú te quedas encerrado en este lugar Malcom, no iré si ustedes se quedan aquí fingiendo estar bien cuando en realidad no duermen en las noches pensando que van a volver o repitiendo ese día una y otra vez

— Miranda, ya cállate— dice mi hermano después de un rato— Me alegra que hayas presentado la prueba y me alegra mucho más que te aceptaran. No quería decírtelo aun porque temía de tu reacción, pero iré a Liverpool a trabajar en la empresa que tiene la abuela allá. Y no me podía ir sin dejar a mi mejor amigo, así que ahora estás viendo al abogado y al encargado de la editorial Brown de Liverpool

— Me estas jodiendo

— No miranda, tu hermano tiene razón. Iremos a Londres en marzo para hablar con tu abuela y luego a Liverpool

— Pero... Tú me estabas criticando de que no te dije nada y ahora me sales con eso ¿en serio Jordan? ¿acaso me están jodiendo? Tiene que estar jugando

— El día que llego el correo estábamos saliendo y vimos al mensajero llegar, me dio el correo y vi las cartas, así que llamé a la abuela y me dijo que lo que yo creía era cierto, pero que no me iba a decir nada hasta hablar contigo. Yo tampoco me iba a ir de aquí sin ti tonta

Le sonrió y me devuelve la sonrisa, después de eso nos vamos a casa de los padres de Jordan y Bris. Al llegar veo el auto de papa y cuando Jordan abre la puerta están todos gritando sorpresa. Al principio me asusto, pero luego Malcom me abraza y me dice feliz cumpleaños, cuando veo a los invitados me encuentro con los ojos de la abuela, se supone que llegaría en 2 días, corro hacia ella y la abrazo. La he extrañado mucho.

La casa de la calle BontDonde viven las historias. Descúbrelo ahora