CAPÍTULO 3: LA FIESTA DE DISFRACES

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"Por desgracia nos quieren maniatar y destruir como sociedad esta banda de chanchitos. Sabemos que las calles son campos de batalla. Desde aquí les aseguro y me comprometo que si me eligen, combatiremos las drogas de azúcar. Ustedes saben muy bien, lo difícil que fue perder a mi hijo con estas drogas".

Todos los insectos aplauden al candidato a la presidencia, Mariquita, quien estaba dando un mitin en la plaza Central Park City

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Todos los insectos aplauden al candidato a la presidencia, Mariquita, quien estaba dando un mitin en la plaza Central Park City.

Entretanto al lado norte de la ciudad, un hermoso sol se escondía delicadamente entre los edificios. De repente un camión cisterna que transporta gasolina venía con graves daños de persecusión. Hacía volar las mesas de las terrazas.

Pum, pam, plim, pooow!

Chocaba y destruia todo lo que se le cruzaba. Era Mad, quien manejaba y estaba lleno de heridas. Conducía a máxima velocidad. Olíd estaba desmayado y desangrándose.

De repente el camión pierde una llanta y se estampa contra una tienda de peluches. Mad sale debajo del vehículo lleno de escombros y ositos de peluche. Tenía el brazo dislocado y con una sola mano arrastra y aleja a Olid del fuego.

En menos de 3 minutos las calles se llenan de arácnidos. Y una gran explosión retumba la ciudad

 Y una gran explosión retumba la ciudad

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(Unas horas antes del desastre)

Una cajita musical suena en la oficina del edificio sucio de Mad. Él está en un rincón recordando a Elizabeth. Se restablece de su triste recuerdo y coge el sombrero y la tarjeta roja.

Mad: Oye tú larva, vámonos. Es hora de ir al Club Libelulas Hot

Ambos salen del edificio fumando un cigarro, suben a la furgoneta vieja que olía a perro muerto por la suciedad. Al cabo de un largo camino llegan al Club. Era las 18 con 43 de la tarde. La noche estaba por entrar. Bajan y un letrero pequeño del Club Libelulas Hot los recibe. A un lado de la entrada habían cuatro luciernagas esplendorosamente jóvenes que iluminaban la avenida con su trasero.

Ambos se introdujeron en el antro por esa pequeña puerta de color rojo y conforme avanzaban, la entrada se hacía más grande, hasta que llegaron a un mundo donde convivían cientos de insectos. Todos se amaban. No existían reglas. Y celebraban la famosa fiesta de disfraces de animales.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2022 ⏰

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