Arc Royale

Capitulo 38

Aviso: Debido a una ceremonia de entrega de premios que tengo que organizar, preguntas de pie y presidente en septiembre, voy a tomarme la semana del lunes 12 al domingo 18 de septiembre libre. Vuelvo el lunes 19 .

Cinder reflexionó sobre la naturaleza de la codicia y la ambición mientras observaba a Null lidiar con el último de los campeones, Hunter, quien estaba haciendo todo lo posible para evitar el arma del hombre pero no podía igualarlo; se negó a contraatacar, y eso sería su perdición. Carecía de ambición, a diferencia de ella y de muchos de los otros Jaune Arcs que habían sido convocados. Era divertido pensar que, a pesar de que algunos tenían una fuerza imposible (Caballero, por ejemplo), eran los que tenían la mayor sed de victoria los que llegaban más lejos. Grimm solo había querido complacer a su madre y por eso había muerto; Barista había querido no meterse en problemas y murió; Magnis se había sacrificado para permitir el escape de esos niños y así murió.

No tenían impulso por la victoria, ni ambición, ni deseo de hacer nada para lograrlo. Compara eso con Nulo. No era el más fuerte, ni el más rápido ni el más inteligente, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar y era despiadado. Necesitaba su deseo , y Cinder estaba segura de que si le hubieran concedido Ashari y Emerald Null, este sería un momento muy diferente. Null simplemente podría haberla matado mientras dormía o haberle disparado por la espalda en la primera oportunidad. No le habría importado lo que Emerald quería, solo lo que aumentaba sus posibilidades de ganar. Él era, en muchos sentidos, el campeón perfecto para ella. Un perfecto reflejo de ella misma.

Luego estaba Fate, que andaba a espaldas de muchos para sabotear y matar, y se había ganado una lista de bajas tan grande como Null a pesar de ser físicamente uno de los más débiles de la manada. Se escondió en las sombras, asesinó y engañó a su propio lado. Él también habría hecho cualquier cosa por su deseo y, al igual que Null, había alcanzado las últimas etapas más allá de la potencia como Grimm, Knight y Leviathan. Su muerte apenas había sido su culpa. Fue su ancla la que le falló.

Xiong, admitiría a regañadientes, también se había destacado por su ambición. No le había importado ganar, pero quería escupirle en el ojo, y ella admitiría que lo había logrado. No es que importe ahora, pensó, pero aun así probó su punto. El poder no era nada sin ambición. La fuerza no era nada sin impulso. Para manejar ambos de manera efectiva, debe tener la mentalidad correcta. La voluntad de actuar, el egoísmo de tomar y la crueldad de desechar cualquier cosa que pueda ralentizarte. Null entendió eso. Cinder lo entendió. Fue por eso que, al final, quedaron los dos de pie, cuando Null finalmente atrapó a Hunter, inmovilizó al hombre y descargó tres rondas en su pecho. Ni siquiera tuvo que usar su apariencia ya que Hunter no tenía aura.

"Se hace." dijo Cinder, su sonrisa se amplió lo suficiente como para dividir su rostro en dos. La expresión de Null era sombría; ella sabía que él disfrutaba menos del acto que ella, pero estaba preparado para hacer lo que tenía que hacer y ella no tenía más remedio que respetarlo. Se necesitaban el uno al otro. "El último de los campeones está muerto. Hemos ganado". El silencio en el salón en ruinas en la base de lo que una vez había sido la torre de Beacon era ensordecedor. La ausencia de los dioses, de los genios, de cualquier fanfarria, hizo que su sonrisa flaqueara. "¿No está hecho?" ella preguntó. "Están todos muertos".

"¿Podría uno haber sobrevivido?" preguntó Nulo.

Knight no podría haberlo hecho o ya habría regresado. Cinder supuso que era posible que Grimm lo hubiera logrado, pero habría regresado en un Nevermore si ese fuera el caso. Sin duda, el destino estaba muerto, al igual que las personas que mató. El director había desafiado al director y había caído cuando lo hizo la torre, ella misma había matado a Xiong, Magnis murió ante Null y Adam. La lista era larga y no podía garantizar la muerte de todos y cada uno.