Dia 1

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Hola soy Zack tengo 19 y esta es la historia de cómo mi suegra me convirtió en su mascota para toda siempre.

Era un día como cualquier otro yo tengo una relación a distancia con mi enamorada Romina, ella es pequeña y un poco rellenita, pero de las que tiene un rico trasero. Lo malo es que teníamos una relación a distancia desde que empezó la pandemia y ya vamos a cumplir un año de relación y decidí ir a visitarla para celébralo juntos. Ella vivía a 4 hora en carro de mi casa, así que me prepare le dije a mi familia que me iría por una semana aliste mis cosas y me dispuse a empezar el viaje. Durante el camino recibí un mensaje de mi suegra Isabella diciéndome si podía recoger unos medicamentos que se encontraban a 30 minutos de su casa y por supuesto que acepté. Cuando llegué al lugar vi que era una tienda normal como cualquier otra, pero por dentro sentía que algo raro pasaba, al llegar al mostrador me atendió una señora mayor de edad y me dijo:

"Tómalas con cuidado que no queremos que el problema se haga grande" diciéndolo con una sonrisa, yo solo la ignore y seguí con mi camino a la casa de Romina.

Cuando llegué a su casa me fui al cuarto de visita, que está por la lavandería y la cocina, en otras palabras, alejado de todos, fui a acomodar mis maletas y todo para empezar a pasar el día con Romina. Salimos a pasear, a comer, de ahí a un show de comedia y de ahí al hotel. Eran las 12 de la noche cuando regresamos a la casa porque prometí que a esa hora la traería, llegamos nos despedimos y cada quien se fue a su cuarto, porque eran las reglas que teníamos que seguir, pero yo decidí quedarme un rato en la sala viendo televisión mi programa favorito. En eso escucho unos pasos que vienen de las escaleras, cuando giré la cabeza vi que era mi suegra que estaba en pijama, ella es una señora de 38 años y es demasiado hermosa, pequeña como su hija y tiene buenos atributos, se me acerco a decirme:

"Zack muchas gracias por venir a cuidarnos, desde que me separe de mi marido siento que en cualquier momento alguien se puede meter a robar a la casa. También por hacer tan feliz a mi hija ya verás que estarás con nosotras mucho tiempo."

Yo solo le decía que no era ningún problema y así ella se dirigió a la cocina, mientras yo seguí en la televisión, a los 5 minutos ella regreso con un vaso en la mano diciéndome que es limonada que me sirvió, yo me lo tome de frente, ella solo sonrió y regresó a la cocina. Yo seguí viendo televisión, pero me empezaba a sentir raro y con un poco de mareos hasta que quedé tirado en el piso, me había desmayado.

Cuando me desperté vi que estaba desnudo encima de una cama pero me quede en shock cuando vi que todo era gigante, la almohada, la cama, la puerta del cuarto. No sabia que estaba pasando hasta que empecé a escuchar unos pasos y vi abrir la puerta, era Isabella, que me vio apenas entro y se sentó en la cama. Al sentarse, me agarro con su mano y me acerco a su cara y con una sonrisa me empezó a hablar.

"Veo por tu cara que estas demasiado confundido así que te explicare. En la bebida que te di en la sala puse la medicina que te mande a comprar pero como te darás cuenta no es una medicina. Es una sustancia que te encoge a 1 cm y quería probarla para después vengarme de mi ex esposo, así que aproveche tu visita para probarla y veo que es una completo éxito. No te preocupes, también sé como revertirlo pero antes quiero hacer mas pruebas contigo además así haces mas puntos con tu suegra jajajaja."

Me bajo a la cama y de ahí subió sus pies y los puso enfrente mío, yo ya sabia lo que quería que hiciera y era obvio que me iba a negar pero agarro una aguja y un muñeco, haciendo como si estuviera clavándole la aguja. Me dio tanto miedo que camine a sus pies y empecé a hacerle masajes mientras ella ahora veía su celular, así estuvimos 1 hora entera hasta que ella dejo su celular y movió sus pies para verme.

"Fueron buenos masajes pero ya me canso ahora solo quiero que uses tu lengua"

Volvió a ponerme sus pies en la cara y tuve que hacer caso, me sentía miserable e inútil, lamiéndole los pies a mi suegra sin poder hacer nada. Pero no tenia tiempo para eso, tenia que pensar un plan para escapar y llegar donde Romina para que me ayude. Saltar no era una opción por la caída y esconderme tampoco porque con solo sacudir la cama saldría volando, todo esto lo pasaba mientras mi lengua pasaba por sus pies que estaban con sudor y apestando. Al pasar el rato ella bajo los pies y me agarro.

"Bueno esclavo, porque ese ahora es tu nombre cuando estés de ese tamaño, fue suficiente por esta noche, ya experimente lo que quería. Ahora debes dormir para que mañana estés con toda tu energía, te traje la zapatilla con la que Romina sale a correr todos los días y los calcetines que uso hoy día, aquí dormirás esta noche, espero que te guste el olor."

Ella puso la zapatilla en el piso y me metió dentro de ella, pensaba que no olería tanto pero fue todo lo contrario, el olor es demasiado penetrante y eso que acabo de lamer un pie, no podía soportarlo quería salir pero apenas vi arriba, vi a mi suegra bajando su mano con la calcetín de Romina mientras se reía de mi. Tuve que correr hasta el fondo de la zapatilla, me sentía débil por el olor y ahora con el calcetín que olía igual, me bloqueo el camino y la entrada y salida de aire, no pude hacer nada estuve tambaleando por unos minutos hasta que no podía seguir y volví a desmayarme.




Aca pueden comentar alguna sugerencia que quieran que este en la historia.

Encogido por mi suegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora