One shots - Harry Potter +18 - II

Greenhouse - Neville Longbottom

Los alumnos de quinto año se dirigían hacia el invernadero cuatro donde su clase de Herbología se dictaría hoy.

Neville iba hablando con Ron y Dean mientras que Harry se adelantó a saludar a su amiga, Bella, quien hablaba con Luna Lovegood, su gran amiga de la casa de las águilas.

Cuando todos se acomodaron alrededor de la gran mesa, donde había diferentes tipos de plantas y hongos mágicos. Neville quedó al lado de Bella.

Ambos se miraron y se sonrieron rápidamente antes de seguir hablando con sus otros compañeros.

-Atención alumnos atención - llamo la profesora Sprout que se encontraba adelante de la mesa - Hoy plantaremos las Belladona, es una plata la cual sus hojas son muy venenosas por lo que les pido que tengan cuidado y trabajen de forma ordena - miro al grupo de Gryffindor quienes eran los más escandalosos - Ahora, leeré la lista con las parejas de cada uno, hay una planta por pareja por lo que les sugieren que hagan las cosas bien.

A Neville te toco con Bella. Se pusieron los guantes de piel de dragón y se acercaron a una de las plantas.

-Bueno, suerte es la mía que me toco que el futuro profesor de Herbología - dijo Bella con gracia haciendo que Neville se sonrojara notoriamente.

-Exagera Bella, además tú también eres muy buena con las plantas.

Bella hizo un gesto con la mano como restándole importancia. Escucharon con atención las indicaciones que dio la jefa de la casa de los tejones y, cuando terminó, comenzaron a hacer lo dictado.

Debían sacar el tallo que estaba muy apegado a la tierra de su maceta. Se necesitaba de fuerza para que se salga, también debían tener cuidado de que no se rompa o quiebre porque de otro modo la planta no tendría más vida en ese instante.

Bella le dijo a Neville que ella podía sola con el tallo de la planta. El leon la dejó intentarlo mientras que él cortaba las hojas con sumo cuidado. Bella intentó varias veces pero no podía. El tallo resistía mucho.

-Deja que te ayudo - dijo Neville dejando las tijeras y acercándose a la chica colocándose detrás de ella.

Poso sus manos sobre la tierra y comenzó a ejercer fuerza.

Bella se movió hacia tras cuando el tallo tiró para abajo, haciendo que su parte trasera chocó con la entrepierna de Neville.
Abrió los ojos exageradamente cuando siento la intimidad de Neville sobre ella.

Neville tragó en seco y se acercó un poco más a ella, ahora si pegando completamente sus cuerpos.

La Gryffindor tragó saliva en seco mientras intentaba concentrase únicamente en la tarea que tenían y no en los movimientos que sintió por parte de su compañero.

Neville se movía, disimuladamente, de lado a lado y de atrás para adelante. Nadie parecía prestarles atención.

Sintió como Bella hacía presión contra el, sintiendo más su erección.
Ambos habían dejado la tarea y sólo fingían hacerla mientras continuaban con su fricción.

Bella miro a Neville sobre su hombro, elevando un poco su cabeza para sonreírle inocentemente.

Hizo una mirada por toda la clase para ver si alguien estaba al pendiente de lo que hacían. Cuando vio que no, puso sus antes brazos sobre la mesa mientras mordía su dedo para silenciar cualquier sonido de su boca.

Neville poso sus manos en cada masa de las caderas de Bella, las cuales eran estaban más arriba por el cambio de posición y comenzó a trazar círculos.

Bella cerró los ojos por el placer que sentía pero sabía que tarde o temprano la profesora se acercaría a ver cómo iba su planta, por lo que de mala gana se dio la vuelta quesito frente a frente con Neville.

-Debemos de seguir con la planta, Neville, la profesora Sprout vendrá en cualquier momento y debemos avanzar algo.

Neville asintió y se movió a su lugar inicial aunque ahora más pegado a la chica.

Lograron sacar la planta de la maceta y siguieron haciendo todo lo que debían hasta que terminaron. Fueron los primeros en hacerlo, la mayoría de sus compañeros aún seguían luchando contra el tallo de la misma.

Bella se movió quedando de costado a Neville. Levantó sus manos para acomodar la corbata desarreglada de su compañero quien fijó su vista en sus manos y luego en los ojos marrones de Bella.

-Necesito ayuda con un ensaño de Cuidado de las Criaturas Mágicas -explicó mientras sus manos bajaban lentamente por el torso de Neville - ¿Crees poder ayudarme?

Neville tragó en seco cuando sintió la mano derecha de Bella sobre la tela de su pantalón. Y ahogó un grito cuando esta la metió dentro de este, tocando su longitud sin piedad.

Neville la miro a los ojos mientras lamía sus labios. Le excitaba de sobremanera como ella miraba a su alrededor como si nada estuviera pasando.

Se acercó más a ella para que sus cuerpos tapen lo que estaban haciendo.

Después de sentir que estaba por llegar al clímax, pegó de manera rápida a Bella sobre el borde de la mesa y metió sus manos por debajo de su bata hasta dar a sus pantalones, claro que ella jamás respetaba el código de vestimenta de Hogwarts.

Bella se quedó estática ante el repentino movimiento de Neville pero no puso resistencia.

Neville metió sus manos dentro de los pantalones de Bella, haciendo a un lado las bragas ya húmedas y trazando círculos rápidos
Bella tiro su cabeza sobre el pecho de Neville intentando callar sus jadeos y gemidos.

Neville había acabado su cabeza para dejar besos húmedos sobre la piel expuesta de Bella. Levantó la vista rápida viendo que la profesora no estaba tan lejos de ellos, se enderezó pero sus manos no dejaron su lugar, solo se alejó un poco de la chica para disimular la conexión que tenían.

-Mia alumnos estrellas - sonrió la dulce profesora - Excelente trabajo, pueden retirarse si así lo gustan.

Ambos le agradecieron pero ninguno se movió de su lugar.

Esperaron a que se alejara lo suficiente para que Neville salga de sus pantis.
Tomaron sus cosas y se fueron del salón.
Cuando doblaron la esquina Neville la tomo del brazo y la acercó a él entre las columnas, cubriéndolos.

-En quince minutos ve a mi habitación - dijo mientras sus manos se posaban en el trasero de Bella, aprestándolo y tirando hacia el - Debo buscar algo y después todo mi tiempo va a ser dedicado a ti.

Bella asintió sin poder pronunciar palabra alguna. Cada uno fue por su camino, deseando que esos quince minutos pasen volando.