Entre flash y oscuridad || PRÓXIMAMENTE!!

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Oscuridad, era todo lo que veía, pero aun asi podia escuchar los murmullos en los pasillos, sentia a traves de los sonidos donde se encontraban las personas, asi es Katsuki Bakugo era ciego.

–¡hola Bakugo! -Alguien toco su hombro, haciendo que este volteara, pero de nada servia, él no podia ver quien era, pero si reconocia su voz.

–¿Que tal Mina? -Si, una de las pocas amistades que estaban con él a pesar de su discapacidad- ¿y Kirishima?

–Aqui estoy amigo -saludo el mencionado, agitando su mano en forma de saludo, eso era inutil.

–¿Que tal pelos de mierda? -aunque no podia ver los cabellos del pelirojo si podia sentirlos, la primera vez que se conocieron Kirishima tenia su cabello un desastre, desde ese día lo llama asi.

–¿Haras el proyecto con nosotros Bakugo? -pregunto la chica

–No puedo, nos encargaron proyectos distintos pitufo -rio ante el apodo

–Demonios, hoy queria ver si podiamos juntarnos, ni modo Bakugo, sera para la proxima.

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–Madre, tengo todo bajo control, ya no soy un niño para que me tengas que cuidar 24/7

-Me preocupo por ti cariño

–¿Por mi o por mi reputación ante las camaras? -Izuku Midoriya, cantante exitoso de 17 años, por primera vez asistiria a una escuela normal, sin nadie que lo vigile, o eso pensaba, hasta que su madre intentaba ponerle un guardaespaldas

–Sabes los rumores que se inventarian Izuku, yo no voy a permitir que manches tu nombre

–Me alegra que ya no seas mi representante, podras ser mi madre, pero ya no puedes controlar mi vida, aceptalo, ni aunque te comportes como la mejor persona te volvere a ceder el puesto de mi manager -se planto firme el menor- y ni se te ocurra hacer algo en contra de Yagi, porque si algo le pasa sabre que eres tu -diciendo esto se encamino hacia la salida de su "hogar"

–Izuku, tu no puedes hacerme esto, ¡soy tu madre! -protesto mientras veia que su primogenito y unico hijo se marchaba

–¡Pero no la dueña de mi vida! -Y de un portazo cerro la puerta

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–Buenos días joven Midoriya -su chofer ya lo estaba esperando a la salida

–Buenos días Shinsou, ¿podrias hacer lo mejor que puedas para llegar lo antes posible? Por culpa de Inko estoy llegando tarde a mi primer día de clase

–Claro, no se preocupe -el pelimorado encendio el auto lo más rapido que pudo y se encamino hacía la universidad

Durante el camino Izuku se encontraba revisando sus redes sociales, estaba cambiando sus contraseñas una por una, su madre había estado metiendose en su vida ultimamente, tanto que había llegado querer robarle una gran cantidad de dinero por ser su manager, afortunadamente se dio cuenta a tiempo e hizo que Yagi fuera su manager, cosa que molesto a su progenitora.

–Llegamos -una voz le hizo salirse de sus pensamientos

–Muchas gracías, luego te pago una comida -eso hizo sacarle una sonrisa el de ojeras, volvio a arrancar el auto y se marcho

–Muy bien Izuki, trata de pasar de desapercibido -murmuro para si mismo, cosa que no le funciono mucho, en menos de cinco minutos ya se encontraba rodeado de varios chicos y chicas pidiendole fotos y autografos, parecía que cierta persona había extendido el rumor de que cursaría en esa universidad.

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–¿Lograste verlo? Dicen que es mucho más guapo en persona

–Esta rodeado de demasiadas chicas, ni siquiera pude ver su cabello, dicen que huele a primavera

Varios murmullos comenzarón a oirse en el salón donde se encontraba Katsuki, de pronto escucho la puerta abrirse, y más murmullos, eran tantos que no lograba distinguir que decían, y entonces la clase comenzó. Fue un poco aburrida, ya que solo hablaban de la manera en que los evaluarían y los profesores presentandose, haciendo uno que otro chiste malisimo, y obviamente hubo varios que se rieron de ellos, era claro que solo era para hacerles la barba. Timbro la campana del almuerzo, Katsuki no desaprovecho ni un segundo más y se dirigió hasta la biblioteca, ahí nadie lo molestaría.

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Mientras tanto con Izuku...él ya era un caso perdido, las chicas tenian tanta obseción con él que hasta pedían ser autografiadas en sus senos, trato de alejarse lo más rapido posible, buscando algún sitio donde ocultarse, la respuesta estaba frente a sus ojos, la biblioteca. Rapidamente se dirigió a la sala infantil y cerro con seguro, allí estaría en paz, estaba claro que ningún universitario entraría ahí, suspiro aliviado, recargandose en la puerta, hasta que escucho un ligero sonido, el ruido de una hoja pasarse de pagina, su corazón de detuvo, giro lentamente hasta ver de donde provenía aquel ruido.

Allí se encontraba tranquilamente un chico de cabello cenizo rubio leyendo algo, sin importarle quien estuviera cercas de él, su porte parecía facilmente de algún modelo, era de los de su tipo, hizo un poco de ruido para llamar su atención, cosa que lo logro, vió al chico sobresaltarse, este dirigió su mirada hacia muchas partes, como si no supiera donde se encontraba, hasta que cruzo su mirada con la suya.

Verde y rojizo opaco se encontrarón.

–¿hay alguien ahí? -esa pregunta desconcerto al peliverde

–Em, hola, acabo de llegar -saludo moviendo se mano con nerviosismo

–Si solo vienes a burlarte es mejor que te vayas -lo escucho soltar con desprecio, le parecía extraño que eee chico no lo reconociera

–¿burlarme? No, yo solo estoy huyendo

–Oh, si ese es el caso puedes tomar cualquiera de los libros y leer conmigo, o como prefieras -rapidamente lo oyo cambiar su tono de voz

–Oh claro -hizo lo que él rubio le sugirio y se sento al lado de él- me llamo Izuku, ¿y tú?

–Katsuki -volteo hacia donde provenia la voz y sonrió, haciendo ver sus ojo opacos, Izuku rapidamente se dio cuenta de su concidión y prefirio no preguntar, sabía que eso le incomodaría

–Es un lindo nombre -Katsuki se sorprendio al ver que no había preguntado por su evidente ceguera

–Gracias, oye, ¿podria tocar tu rostro? Para asi saber como eres, digo, si es que no te incomoda -sus nervios salieron a flote

–adelante, puedes hacerlo -segundos despues sintio unas calidas manos rodear su rostro, por un momento sintio tocar el cielo sin haber muerto, Katsuki termino de delinear su rostro

–Por lo que sentí eres lindo Izuku -el rostro del pecoso se ruborizo, su corazón se hacelero mil por hora, agradecía que no podía verlo

–Tu tambien erea lindo Katsuki -este tambien se ruborizo, sacandole una pequeñq sonrisa el de pelo verde

Asi quedando en aquella area infantil dos universitarios ruborizados, iniciando algo que talvez podría convertirse más que amistad.