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Cuando tenía treinta y siete años, Jungwon llegó a casa con un regalo para cada uno, mientras yo hacía la cena con nuestros hijos. Y cuando digo que hacía me refiero a que intentaba cocinar algo medianamente comestible mientras dos niños de cuatro y tres años corrían por todos lados y metían sus pequeños dedos en todos los envases de la refrigeradora.

- Ayuda -supliqué, mientras mi esposo se acercaba y me daba un beso en los labios-

- Deja eso, Jay. Pediremos pizza -dijo con una sonrisa, mientras se agachaba a saludar a los niños-

- ¡Sí! ¡Pizza! -Niki gritó antes de salir corriendo y sentarse con su hermano frente al televisor-

- Les tengo una sorpresa. Ven un momento -Jungwon me tomó de la mano y me condujo hasta la sala. Acto seguido, nos entregó a cada uno pequeñas cajas envueltas en papel de regalo-

- ¿Quieres ser el primero, Niki?

El pequeño asintió con fuerza y abrió rápidamente la caja. Con sus pequeñas manitos sacó una camiseta azul, que decía en letras grandes "Soy el hermano mayor"-

- ¡Qué lindo, bebé! ¿Qué se le dice a papi? -le dije a mi hijo al tiempo que lo ayudaba a poner los papeles a un lado-

- Gracias -sonrió-

- De nada, mi amor. Ahora tú, Taki

Lo ayudé con su caja, de donde salió una camiseta idéntica a la de su hermano.

- Gatito, creo que te equivocaste, Taki es el hermano menor... -me interrumpí al ver su gran sonrisa- Oh

- Abre el tuyo, Jay

Desenvolví la caja con cuidado, y al abrirla encontré un sobre de una clínica que ambas conocíamos muy bien.

- ¿Esto significa lo que yo creo? -susurré con lágrimas en los ojos-

Jungwon asintió, acercándose a mi rostro y deteniéndose cuando sólo nos separaban unos cuantos centímetros.

- Significa que me tendrás que aguantar inflado como pelota por segunda vez. Vas a ser papá, Jay Park

Y lo besé

NEXT DOOR [JAYWON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora