Se tornó oscuro su rostro, su ataque de ansiedad al escuchar esas palabras que destrozaban mi corazón con cada año que recorrimos juntos, mis ganas de querer vivir algo diferente, fuera de la burbuja que me mantenía cautiva en una habitación donde solo era él y yo, peor no me di cuenta que recién comenzaba mi aventura.
Su voz se quebró, sus ojos se llenaron de aquel rojo vivo acompañado de pequeñas gotas de sal, él no podía creer que ya no lo amaba, que ya no me hacía estremecer con cada roce de sus manos en mi piel.
Pero él, él es diferente, mi cuerpo se transformó en la misma tormenta, donde la electricidad provenía de sus dedos, porque solo eso basto para que lloviera en mis labios, y no hablo de mis labios superiores, cada roce formaba aquella ola invisible que me hacía caer una y otra vez, pero estaba al borde de que mi vaso de agua se derramara con la última gota, y fue ahí donde me pregunté, ¿la monotonía es normal o es solo el conformismo de aquello que solo se queda en nuestra mente como aquel sueño frustrado?, mis respuestas eran lógicas, 10 años en la misma rutina, en solo dedicarme a complacerlo a él, y olvidarme de mi, incluso en la vida sexual que pretendiamos llevar.
Salió azotando la puerta tras él, su mandíbula estaba forzada para no dejar salir aquello que lo hizo sentirse derrotado, salió hecho furia, pero eso ya no me importaba, pues se lo advertí, le di miles de oportunidades de hacer las cosas diferentes, de darle el placer para hacerme suya una y otra vez, pero NO, decidió seguir solo entrando y saliendo de mí como si de una muñeca se tratase, complaciéndose solo a él, le advertí que si me iba era para ya no volver, le dije queestaba cansada con la ilusión de que cambiara, pero ese día tan lejano llegó por fin, me toco y me dio asco, repulsión, sus manos ya solo era un tacto el cual no quiero seguir sintiendo en mi cuerpo, porque ¡QUERIDO AMOR, YA NO ERES TU¡.
Ya no eres el que me toca y me hace sentir que hago el amor, ya no eres el individuo que satisface el placer de esta mujer con tus roces, ya no provocas ni un gramo de pasión en este cuerpo, los orgasmos que fingía, ya no te los haré creer más, mis besos se quedan en el aire al igual que las palabras, mis ojos ya tienen una mejor vista, pero querido amor, tú ya no me provocas ni una sola pisca de deseo hacia ti, porque en él encontré el deseo, la pasión de cada acto sexual que no sentí contigo, en él sentí esas ganas de tener algo diferente todos los días, incluso, diferentes posiciones en la cama, mientras tu solo usabas una, en él veo el panorama de algo nuevo y hermoso, porque ese panorama soy yo, me hace sentir bella cada vez que entra en mi y me dice al oído lo mucho que le gusto, porque sus manos solo son la corriente para que mi interruptor encienda en cuanto toca mi cuerpo, termino mojada sintiendo sus besos tan profundos e interminables, pero más que nada, lo que amo de él, es que él me hace sentir hermosa, humana y MUJER.
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Relatos Eróticos
Randompequeñas historias que cambiarán tu forma de ver los deseos más impuros
